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A San Lorenzo se le escapó la victoria sobre la hora: empató 1-1 contra Nacional y definirá en Buenos Aires

En el Defensores del Chaco, fue superior a lo largo de todo el partido y encontró la ventaja a los 20 del segundo tiempo, con un golazo de Matos. Sobre la hora, en una distracción, Santa Cruz marcó el empate en la única llegada de su equipo.

Por Redacción EG ·

06 de agosto de 2014
Imagen El festejo de Matos, autor del 1-0 en el día de su cumpleaños 32 (AFP)
El festejo de Matos, autor del 1-0 en el día de su cumpleaños 32 (AFP)
Asunción (especial).-Si a principios de año, a los hinchas de San Lorenzo les hubieran dicho que iban a jugar la primera final de Libertadores de su historia, y el partido terminaría con un empate de visitante, para definir la Copa en su cancha una semana después, seguramente habrían pensado que era un muy buen negocio y un motivo para festejar. Pero el 1-1 contra Nacional, en el Defensores del Chaco, terminó siendo un resultado carísimo, injusto e impensado para un San Lorenzo que regaló la ventaja en la última jugada.

El equipo de Bauza fue superior en todos los aspectos del juego. Dominó a un débil Nacional desde el inicio, encontró la merecida ventaja a los 20 del segundo tiempo con el golazo de Matos, y cuando la victoria ya parecía consumada, llegó esa última acción que formateó lo que había sucedido hasta entonces: pelotazo frontal tirado con mucha libertad, cabezazo de Bareiro sobre Gentiletti, y aparición de Santa Cruz por detrás de Fontanini. Gol y emocionante final, que deja el resultado abierto para el partido de vuelta en el Nuevo Gasómetro. Los papelitos que llovieron en la salida de los equipos se transformaron en baldazos de agua fría en la despedida. Fue la única jugada (pelotazo y cabezazo, sí, pero jugada al fin) que generó Nacional en todo el partido. Demasiado poco para una final o para un partido de primera ronda. 

El equipo local salió a jugar de manera temerosa, eligió refugiarse cerca de su área y achicar espacios hacia atrás. No sorprendió, entonces, que Mercier y Ortigoza se hicieran rápidos dueños del mediocampo, y consecuentemente, del partido. Con la salida clara asegurada, Piatti y Mas (de gran partido) aprovecharon para buscar espacios y esperar el pase justo. Así logró desequilibrar San Lorenzo a lo largo del primer tiempo: el tiro de Mas al palo fue la más clara (tras pase de Piatti), pero no la única. En el debe quedaron los dos córners en los que el fondo de San Lorenzo sufrió: por la mala salida de Torrico en una, y por la indecisión en los defensores en la otra (el tiro de Cáceres que rozó el travesaño).

En el segundo tiempo, mientras se preparaba Martín Cauteruccio (para ingresar por Matos), llegó la mejor acción de San Lorenzo. Hasta entonces, había sido dueño del partido y del trámite, pero no lograba generar peligro en el área rival. Y tras un toqueteo paciente y con movilidad de casi todas las piezas involucradas, llegó el centro Villalba y el hermoso anticipo de Matos, que pareció saber qué pelota tenía que ir a buscar antes de que hubiera partido el envío desde la derecha. Y el goleador, que cumplía 32 años, clavó una volea perfecta que se metió en el palo derecho de Ignacio Don. En esa gran jugada, la tocaron Piatti, Mas, Ortigoza, Mercier, Buffarini, Romagnoli, Villalba y Matos. Alto vuelo y gran ilusión.

Una vez que el resultado ya se había transformado en una victoria lógica, San Lorenzo siguió dominando, contra un rival desarmado y sin ideas. Salieron Villalba, Romagnoli y Ortigoza. La fiesta se trasladaba al Nuevo Gasómetro con ese 1-0 de visitante. Faltaba nada. Y sin embargo, llegó el pelotazo, el no salto de Gentiletti, la llegada tardía de Fontanini. Y el gol de Santa Cruz. Un santo que le puso un freno al sueño de San Lorenzo. A pesar de todo, desprovisto del análisis, el resultado fue positivo. Aunque el Ciclón se haya quedado con el festejo atragantado. 

Imagen El empate de Santa Cruz. No llega Fontanini. La bandera de fondo agradece... (AFP)
El empate de Santa Cruz. No llega Fontanini. La bandera de fondo agradece... (AFP)




LA FICHA DEL PARTIDO

NACIONAL 1 (4-4-2): 1 Don; 12 Coronel, 15 Piris, 3 Cáceres, 4 Mendoza; 8 Arguello, 6 Torales, 18 Orué, 14 Melgarejo; 7 Benítez y 16 Bareiro. DT: Morinigo

SAN LORENZO 1 (4-2-3-1): 12 Torrico; 7 Buffarini, 29 Fontanini, 6 Gentiletti, 21 Mas; 5 Mercier, 20 Ortigoza; 15 Villalba, 10 Romagnoli, 28 Piatti;  y 26 Matos. DT: Bauza

GOLES: ST 20' Matos (0-1). ST 48 Santa Cruz (1-1)
Arbitro: Roldán (Col)
Estadio: Defensores del Chaco, Paraguay
Primera final de la Copa Libertadores 2014


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MINUTO A MINUTO

Primer tiempo

26’ Cáceres se encontró con la pelota suelta en e lárea y la tiró por arriba, en un tiro que rozó el travesaño.

29’ Buena corrida de Mas, centro para Matos que no llega a cabecear.

30’ Mas entra por sorpresa y, tras buen pase de Piatti, le mete un zurdazo que da en el palo izquierdo de Don (quien llegó a rozarla). Villalba toma el rebote pero su disparo le pega a Matos.

41’ Piatti se escapa por la izquierda y consigue rematar. Don, seguro, contiene abajo.

Final del primer tiempo. 0-0 San Lorenzo tuvo más manejo y encontró el desequilibrio sobre la franja izquierda, con las permanentes subidas de Mas y la ocupación de espacios de Piatti. Con Mercier y Ortigoza manejando los tiempos y teniendo una salida fluida, lo de Nacional fue esperar en el área y apostar a las pelotas aéreas. Y sus dos córners fueron lo único que inquietó al equipo de Bauza a lo largo de los primeros 45 minutos.

Segundo tiempo

20’ ¡GOL DE SAN LORENZO! Matos, de volea, concluye una gran jugada de San Lorenzo. Toqueteo y profundidad, centro de Villaba y anticipo del centrodelantero.

22’ Salió mal Don y se lo pierde San Lorenzo en el córner, entre Gentiletti y Fontanini.

48' ¡GOL DE NACIONAL! Empate impensado sobre la hora. Pelotazo de Lusardi, Piris le gana de cabeza a Gentiletti y Santa Cruz primerea a Fontanini para definir de sobrepique ante la salida de Torrico.

49' Final del partido. Festeja el empate Nacional, que logró una vida más cuando sus chances parecían terminadas. San Lorenzo quedó helado, pero sigue con su ilusión intacta y seguro de su superioridad en casi todos los aspectos.