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San Lorenzo, a un paso de coronar su sueño
La Copa Libertadores está cada vez más cerca, pero no hay que desligar la posible obtención del certamen a sus causas. Tinelli, Bauza, Piatti y la historia que quiere cerrar su círculo.
Bernardo Romeo, flamante manager, anotó un apellido en su carpeta: Bauza. Sus pergaminos en competiciones internacionales respondían a la búsqueda del club, obsesionado por conseguir su primera Libertadores. “El logro de esta comisión es haber hecho un cambio tan rápido. Lo primera era salir de la zona de descenso. De a poquito vamos poniendo a San Lorenzo donde tiene que estar”, le había dicho el ex goleador a El Gráfico en septiembre de 2013. Casi un año después, está aún más arriba.
LAMMENS, el presidente y hombre importante en el cambio paradigmático del club. (Archivo El Gráfico)
En abril, firmó la vuelta a Boedo. Los 15 millones de pesos recaudados por la compra simbólica de metros cuadrados (Lavezzi, Bergessio, Viggo Mortensen, entre los hinchas más conocidos) fueron depositados a Carrefour. La construcción del estadio está lejos, pero la confiabilidad de la institución a nivel económico se explicita en el fideicomiso que llevará a cabo el Banco Ciudad, sponsor principal.
Ordenada la primera de las “tres patas” del club y sin problemas urgentes de promedio, la gestión y planificación pasó al plano futbolístico.
Hay que volver a Bauza, quien fue el primer nombre que se barajó y aceptó el desafío. El camino de rosas tuvo espinas y el Ciclón ganó un solo partido de los primeros cinco de la Libertadores. Los modestos Unión Española, Independiente del Valle y Botafogo estaban dejando afuera al principal candidato del grupo. No tardaron en aparecer los primeros pedidos de renuncia. Pero en la noche del 9 de abril, la historia tendría el primer punto de giro importante. En un apasionante final le ganó tres a cero a Botafogo en el Nuevo Gasómetro, mientras que Independiente del Valle triunfó 5-4. ¿El resultado? San Lorenzo clasificó con ocho puntos en la segunda posición gracias a la diferencia de gol. Fue el anteúltimo peor clasificado de la primera ronda, solamente superior a Nacional de Paraguay, curiosamente, rival en el partido decisivo.
Bauza encontró el equipo y se definió por el 4-4-2. Aleccionó a Tito Villalba como volante por derecha, confirmó a Buffarini en la última línea y encontró en Valdés-Gentiletti a la dupla central. Matos le ganó la pulseada a Blandi, mientras que las expulsiones de Romagnoli terminaron de decantar los puestos ofensivos. No solo Correa y Piatti mostraron un nivel superlativo, Mercier se confirmó como ídolo y sumó a su eterno compañero del círculo central, Néstor Ortigoza, otra pieza fundamental.
“A mi criterio, fue creciendo y transformándose en un equipo difícil para los rivales”, reconoce Bauza en la previa de la final. Las estadísticas lo comprueban: recibió cinco goles en los primeros cinco partidos y sólo 2 en los últimos siete. Las series de Octavos y Cuartos fueron similares ante equipos brasileños con serias aspiraciones. Si bien en ambos jugó el primer partido de local, Bauza puso la meta –y la logró- en terminar con la valla invicta. Finalmente, en los dos terminó ganando uno a cero. Ante Gremio, Correa en una baldosa transformó a un avance poco peligroso en gol, y Gentiletti aprovechó la pelota parada vs. Cruzeiro. San Lorenzo ganó con más oficio que fútbol. Hasta los cambios fueron parecidos: Kanemann en lugar de un hombre ofensivo para subir a Más a la línea de los volantes y la salida de Villalba, generalmente extenuado, por alguien con piernas frescas. La fórmula ganadora fue no tener demasiadas ambiciones, no engolosinarse y conservar la pequeña “quinta”.
¿JUGARÁ PIATTI? Nacho fue fundamental vs. Botafogo y vs. Cruzeiro. (Archivo El Gráfico)
Si bien hubo algún desbarajuste en tiempos de Mundial, nunca desviaron el camino. Valdés se fue por un problema contractual, pero lo reemplazó Cetto; Correa firmó su futuro europeo y permitió que Romagnoli recuperara la titularidad. Precisamente el Pipi se despedirá del club de sus amores después de la final, ya que tiene un precontrato firmado con el Bahía de Brasil. La situación de Piatti es similar, aunque dicho contrato indica que se debería sumar a Montreal Impact, de la MLS, sin disputar los partidos decisivos. La negociación comenzó apenas pitó el ecuatoriano Vera en La Paz y desde la dirigencia son optimistas en contar con el mediocampista.
Dentro de unos determinados cánones, la lógica sigue prevaleciendo en el mundo fútbol. En dos años, San Lorenzo cambió la mentalidad, y a partir del orden obtuvo el progreso. Boedo, gestión, Bauza y proyecto, son algunas de los términos que sintetizan el presente azulgrana. Este miércoles y el próximo, la parte impredecible jugará su papel y buscará agregar en esas palabras claves siete letras preciadas: campeón.
Pedro Molina