Secuestro y liberación del padre de Tevez

Ocho horas de pesadilla vivió Raimundo Segundo Tevez, padre adoptivo de Carlitos, el delantero de la Juventus quien lleva su mismo apellido. Alrededor de las siete de la mañana, cuando iba a trabajar como lo hace habitualmente en su camioneta Dodge Journey, fue interceptado por otro auto en el barrio de El Palomar. De un Volkswagen Vento blanco descendieron dos hombres con la cara tapada y lo obligaron a abandonar su vehículo. Los delincuentes huyeron. Al menos, por unos minutos. 

Lo que comenzó como un simple robo, se transformó en un secuestro. Porque los delincuentes revisaron los papeles del auto y, cuando vieron que se trataba del padre del futbolista, regresaron al lugar donde lo habían interceptado. La víctima buscaba un lugar donde tomarse un remis. Antes de conseguirlo, sus captores lo cargaron en la camioneta, cambiaron de auto y lo tuvieron ocho horas en cautiverio circulando por la General Paz. No hubo tiros y solamente le indicaron que no los mirara a la cara.

El suceso transcurrió en una zona rodeada de villas de emergencia donde no hay suficiente presencia policial y los problemas jurisdiccionales son moneda corriente. En este caso actuaron conjuntamente la Policía Federal y la Bonaerense. La banda, que según los investigadores es especialista en robos de autos de alta gama, no tenía la infraestructura suficiente para llevar a cabo un secuestro de mayor duración.

Realizaron dos llamadas telefónicas y el rescate lo manejó la familia de Tevez. Finalmente recuperó la libertad en Fuerte Apache, barrio donde vivía anteriormente. Uno de los hermanos había hecho la denuncia a la policía, y todas las redes telefónicas de la zona, ya habían sido intervenidas por orden del fiscal Federico Delgado. Fuentes extraoficiales hablaron de un rescate de 400 mil pesos, aunque los familiares no confirmaron la versión.

El Secretario de Seguridad, Sergio Berni, habló de un secuestro extorsivo y se encargó de ser el hombre que diera la noticia: “Trabajamos a contrarreloj y [NdR: Segundo Tevez] se encuentra en perfecto estado de salud, conmocionado por lo sucedido. Vamos a trabajar para poder dar con los responsables”. Daniel Scioli tampoco estuvo al margen de la situación. El gobernador de Buenos Aires, quien tiene una estrecha relación con el delantero de la Juventus, fue el hombre que lo informó sobre la liberación. En ese momento, Carlitos decidió suspender el viaje a Buenos Aires que había programado esta mañana apenas trascendió la noticia.

No se trata de la primera vez que suceden este tipo de secuestros en el ambiente del fútbol. En 2002, Cristian Riquelme, hermano de Juan Román, fue víctima de un episodio similar en Don Torcuato, y meses después ocurrió con el padre de Diego y Gabriel Milito. Más tarde, y uno de los casos más graves fue lo trascendido con Rubén, el padre de Leonardo Astrada en 2003. Estuvo 27 días cautivo y fue liberado sin pago de rescate debido al temor de los delincuentes de ser capturados.