James al Real Madrid: El negocio redondo

Más allá de las necesidades futbolísticas, el Real Madrid suele incorporar jugadores en la búsqueda de un golpe de efecto. Los ochenta millones para el goleador del último Mundial responden en gran medida a esa política. James Rodríguez se suma al mediocampo del último campeón de la última Champions League. En el esquema de 4-2-3-1 que suele utilizar Ancelotti, habrá cinco puestos para nueve jugadores de primerísimo nivel, de los cuales ninguno salió de la cantera: Isco, Khedira, Xabi Alonso, Toni Kroos, Di María, Modric, Illarremendi, Bale y Cristiano Ronaldo. Estos últimos dos costaron 91 y 94 millones de euros hace cinco y un año respectivamente.

Como si fuera historia cíclica de los Galácticos, tomando los actuales mediocampistas -según Ancelotti-, sólo Cristiano Ronaldo y Xabi Alonso se sumaron al equipo antes del 2010. Constantemente los jugadores deben buscar salida para darle lugar a los nuevos fichajes. Esa es la situación actual de Khedira y Di María, piezas fundamentales en el último semestre y de muy buenos rendimientos en el Mundial, pero poco taquilleros después de cuatro años de Casa Blanca. Los demás equipos grandes se regodean por aquellos jugadores que el Real descarta.

En la última línea, la situación es distinta con un proyecto más lógico y menos marketinero. Sergio Ramos llegó en 2005, Marcelo en 2006, Pepe en 2007 y Arbeloa en 2009. Varane fue una apuesta a los 17 años y Nacho y Carvajal son canteranos. La única excepción es Fabio Coentrao, por quien se pagó una fortuna en 2011.

Evidentemente, si no hay un entusiasmo generalizado por el jugador, el Madrid no muestra interés. Sin fervor, no hay negocio, y en la lógica de mercado merengue lo que no es redituable, no tiene sentido. Antes de la Copa del Mundo, era impensado un volante más para el Real. James fue una de las figuras del Mundial y su imagen llorando tras la derrota con Brasil dio la vuelta al mundo. Nadie podría justificar bronca o un comentario negativo hacia quien confirmó su condición de crack. Por ser colombiano y su pasado en el fútbol argentino, Latinoamérica lo tomó como propio; a causa de su peso específico, en Europa se lo disputaron.

El contrato de seis años que firmó y que lo compromete hasta su cumpleaños número 29 años, es un tema menor. Kaká en 2009 firmó por el mismo período a cambio de 65 millones de euros y no sólo no respetó lo pactado, sino que estuvo muy lejos de su nivel. Por el momento, la buena noticia para el Real Madrid es que en dos días vendió 345 mil camisetas con el estampado de James y el número diez. Incluso según el diario Marca, el martes en la tienda oficial volaron 900 camisetas en apenas una hora. A un precio de 97 euros cada una, ya lleva recaudado más de treinta millones. El club deberá repartir las ganancias con la marca de su indumentaria (Adidas), “casualmente” la misma que tiene como imagen a James.

El Real será un equipo de temer este año más que nunca. Rodríguez tendrá como desafío, aceptar su papel secundario en cuanto a la generación del juego y armar una sociedad con Cristiano. En caso de fallar, el plan B será un reemplazante que genere una expectativa similar para la temporada 2015/16. Eso se verá después, mientras tanto, Florentino Pérez duerme en paz, sabiendo que el negocio ya lo hizo.



Pedro Molina