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San Lorenzo retoma el sueño que inició en el primer semestre

Uno de los cuatro sobrevivientes de la Copa Libertadores buscará quedarse con el título que le falta. Expectativas de un equipo que mantiene a sus figuras y posa sus sueños en Bauza.

Por Redacción EG ·

18 de julio de 2014
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El Torneo de Transición 2014 y la Copa Argentina, serán las grandes apuestas de este segundo semestre para la mayoría de los equipos de Primera División. Sin el riesgo de un descenso cercano (recién habrá en diciembre de 2015 con 30 equipos), el certamen local tendrá un formato extraordinario por seis meses. Pero de si cosas poco habituales se trata, lo que le espera a San Lorenzo en la segunda parte del año, es aún mejor.

El 23 de julio y el 30 de julio deberá jugar vs. Bolívar por las semifinales de la Copa Libertadores. El Mundial interrumpió todo, menos la ilusión del Cuervo, que pudo conservar el plantel y es el gran candidato a quedarse con el título continental. Justamente, uno de los logros pendientes en sus 106 años de historia. Muy lejos en el calendario quedó la agónica clasificación de la primera ronda vs. Botafogo. En las siguientes instancias, superó a otros dos equipos brasileños, Gremio y Cruzeiro, ensanchando de este modo, su espalda de candidato.

El Cuervo clasificó tras ser campeón del Torneo Inicial 2013. En enero se quedó sin entrenador, y el proyecto Bauza comenzó con el objetivo principal de obtener la Copa Libertadores. El Patón fue elegido en gran medida por sus pergaminos en el continente y el pragmatismo, que lo llevó a ser campeón en la edición de 2008 con Liga de Quito. El mismo que mostró, por ejemplo, en el empate 1-1 vs. Cruzeiro en el partido de vuelta. El equipo base ya estaba formado, pero la doble competencia y la diferencia futbolística con su antecesor viraron rápidamente a que el once inicial tuviera su sello distintivo.

El tándem Mercier-Ortigoza volvió a su mejor versión como en Argentinos Juniors y la aparición de –principalmente- dos juveniles, le dio una nueva dicotomía al ataque. Bauza le encontró el puesto a Tito Villalba como mediocampista por la derecha y Ángel Correa fue la gran estrella, aunque lamentablemente dejó de brillar. Vendido al Atlético Madrid por 9 millones de euros (el 60% del pase), su incorporación al conjunto Colchonero no se pudo concretar por un problema cardíaco. El rosarino de 19 años ya fue operado, pero su recuperación demorará seis meses.

Ante la ausencia de uno de los mejores jugadores, Bauza encontró respuestas. En primer lugar, los delanteros Martín Cauteruccio y Gonzalo Verón se recuperaron de sendas roturas de ligamentos y están a disposición. Si el plan fuera incluir un volante más para el manejo de la pelota, tendrá a mano a Pablo Barrientos, la nueva cara del plantel. En síntesis, sin Correa los dos hombres de ataque saldrán de Matos-Blandi-Cauteruccio-Verón-Barrientos.

El problema contractual con Carlos Valdés tampoco es un tema menor. El colombiano no se presentó en fecha por una supuesta deuda que el club tiene con él de cinco meses y su no a San Lorenzo parece irrevocable. Marcelo Tinelli lo cruzó en Twitter y la paciencia se acabó para el central, que era un titular indiscutido. De Fontanini o Cetto seguramente saldrá el compañero de zaga de Gentiletti.

En cuanto a los aspectos positivos, lo mejor que le dejó el mercado de pases a Bauza es la permanencia de Romagnoli e Ignacio Piatti. El Pipi, pese a haber sido expulsado en sus últimos dos partidos de Copa y ser suplente, representa al hincha sanlorencista y es uno de los líderes dentro del vestuario. Su salida al Bahía de Brasil quedó congelada para jugar la Copa. Piatti firmó contrato con el Montreal Impact de la MLS, pero por una cláusula podrá estar en las instancias decisivas. Su futura presencia es una tranquilidad para todo Boedo, que por momentos, temió perder a otra de sus figuras.

La serie contra Bolívar tendrá su definición en La Paz. Con más de tres mil metros de altura, la adaptación de los jugadores y el resultado del primer partido, serán fundamentales. En la vereda de enfrente esperan con la misma expectativa. Soñaron con contratar a Beckham sin éxito, pero lo más grave es la ausencia de William Ferreira, el delantero uruguayo que fue vendido al fútbol mexicano. Su participación más importante en la Copa fue al anotar un golazo en el último minuto vs. Lanús en condición de visitante. Por la otra llave, Nacional de Paraguay y el Defensor Sporting uruguayo completan unas semifinales que tienen la participación de cuatro equipos que jamás alzaron la Copa.

La segunda parte del año comienza temprano y pinta bien para San Lorenzo. Retomar lo hecho en el primer semestre será el desafío para avanzar en la Copa e imponerse a los caprichos del calendario. Por la historia y el sueño de sus hinchas, el objetivo de seis meses se resume en esos cuatro partidos. El barco del Patón, ya está en viaje.


Pedro Molina