(sin categoría)

Sabella, del banco al banquillo

A su modo, Sabella esgrimió su autodefensa.

Por Martín Mazur ·

20 de junio de 2014
Belo Horizonte (enviados especiales).-Entero, sin dudas. Herido por las críticas, quizás también. La presentación de Sabella en conferencia de prensa, en el Mineirao, por momentos dejó sensaciones de un técnico que se sentaba en el banquillo de los acusados. Y dentro de lo que fue su legítima defensa, Sabella esgrimió conceptos interesantes. 

-Los jugadores que van a las conferencias de prensa los decide él. Sabiendo lo que había dicho Messi minutos después del partido, el técnico podría haberse evitado mandarlo a la rueda de prensa del lunes posterior, que si bien no tenía muchos periodistas, funcionó como una especie de paredón de fusilamiento al 5-3-2 que había decidido el entrenador. 

-Una vez elegido el sistema por el que estuvo un poco escondedor y otro poco con dudas, y viendo lo que había ocurrido en el primer tiempo ante Bosnia, Sabella sabía que se lo iba a criticar de cualquier forma: si cambiaba, porque cambiaba y si no cambiaba, porque no cambiaba.

-Dentro de este mismo concepto, las palabras de Messi sirvieron como caja de resonancia a futuro: si ahora, contra Irán, cambiaba, era porque era débil. Y si continuaba, era porque era testarudo. Vale decirlo: a nadie se le cruza por la cabeza pensar que contra Irán, si Messi no hubiera abierto la boca, se hubiera jugado con un 5-3-2.

-Una señal de fortaleza: así como los jugadores se encargaron de declarar en la semana que el esquema madre es el 4-3-3 (frase textual que repitió hoy Sabella, con lo cual, uno interpreta que algún tipo de charla o ayudamemoria existió), a su vez reafirmó que si tuviera que volver a usar un 5-3-2 durante el Mundial, lo usaría. Le guste a quien le guste. 

-Otra tirada al pasar: "Ya dije que no analizo los partidos sólo por los resultados: el otro día jugamos mejor el segundo tiempo, pero empatamos 1-1. Y jugamos peor el primer tiempo, pero ganamos 1-0". Señal, para el que quiera escucharla, de que no todo lo que reluce es el 4-3-3. 

Una sola cosa no quedó del todo clara. Y en ese banquillo de los acusados imaginario, Sabella incurrió en una contradicción: por un lado enfatizó el diálogo que tenía con los jugadores, y la importancia de escucharlos porque el aprendizaje en una relación entrenador-plantel, puede ser recíproco; pero por otro lado, Sabella dijo que con Messi no había hablado respecto del partido con Bosnia. Ni durante el entretiempo, ni el domingo después del partido, ni el lunes. Y explicó que el martes ya se puso a pensar en el partido con Irán. Si hay tanto diálogo, ¿no se dedica ni un segundo a hablar con el capitán respecto de lo que pasó en un partido de fútbol?

@martinmazur

Foto: Alejandro Del Bosco
@adelbosco