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Idolos de la Selección: José Luis Brown

Conocía los secretos del puesto de líbero. Su firmeza para defender y su coraje para jugar fueron clave en el Mundial 86.

Por Redacción EG ·

07 de mayo de 2014
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Llegó a México siendo suplente y uno de los más criticados de la lista de 22 hombres que designó Carlos Bilardo. Pero Daniel Passarella, el histórico capitán, se enfermó antes del debut mundialista y José Luis Brown ocupó su lugar: terminó siendo vital para que Argentina levantara en 1986 su segunda Copa del Mundo. Paradojas del destino: el Tata, yendo contra el viento, anotó con un soberbio cabezazo el primer gol en la final frente a Alemania. Durante gran parte de ese encuentro tuvo que aguantar una luxación en su hombro derecho. Los hechos suplantaban así a las palabras: demostraba que la valentía y el amor por la camiseta no eran un juego de declaraciones. Brown no quería salir, cualquiera fuese la circunstancia. Importante en el juego aéreo, firme por abajo, líbero inteligente y conocedor de los secretos del puesto, Brown sabía lo que pretendía Bilardo. Y Bilardo, que lo había dirigido en Estudiantes, sabía lo que el defensor podía brindar: fue uno de los primeros convocados del ciclo que comenzó en 1983. Jugó en la Selección hasta mediados de 1989, quedando a un pasito de disputar el Mundial de Italia.

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: JOSE LUIS BROWN.
Nació: 10/11/1956 en Ranchos, Buenos Aires.
Jugó: 36 partidos entre 1983 y 1989.
Goles: 1.
Mundiales: 1986.
Títulos: 1 (Mundial 1986).