La anécdota la contó Norberto Yácono y sirve para ejemplificar cómo se entendían el Chueco García y el Charro Moreno. En uno de los partidos en los que formaron dupla decidieron enloquecer a un brasileño. Ambos, capaces de hacer cualquier arte vestidos de Selección, se pasaban el balón mientras dialogaban al mismo tiempo. “Sírvase, señor García”. “Tómela usted, señor Moreno”. “Ahora es suya, señor García”. “Usted primero, señor Moreno”. García era veloz, gambeteador y dominaba la pelota como si fuera una continuación de su pie. Todo lo hacía con su pierna izquierda, porque la derecha, reconoció, la usaba solo para apoyarse. Lo apodaron El poeta de la zurda. Fue un puntero izquierdo excepcional. Brilló en Rosario Central y en Racing. Aunque su mejor nivel también lo exhibió en la Selección, sobre todo cuando se juntó con Cherro o con Moreno. Otra anécdota: el relator Fioravanti le gritó: “Hacele hacer un gol a Cassán”. “Enseguida”, contestó el Chueco. Y cumplió, tras pasar rivales como postes y asistir al delantero. Volvió al trotecito y dijo: “Servido… ¿algo más?”.
Carnet de ídolo
Nombre y apellido: ENRIQUE GARCIA.
Nació: 20/11/1912 en Santa Fe.
Jugó: 35 partidos entre 1935 y 1943.
Goles: 9.
Mundiales: Ninguno.
Títulos: 2 (Sudamericanos 1937 y 1941).
