¡Habla memoria!

Idolos de la Selección: Ubaldo Matildo Fillol

El mejor arquero argentino de la historia: agilidad, reflejos, buena ubicación. El Pato, héroe en el 78, siempre contagiaba seguridad.

Por Redacción EG ·

07 de mayo de 2014
Imagen Fillol
Fillol

En la palma de su guante derecho tenía imaginariamente tatuada la palabra “prohibido”. En el otro guante, también del lado de la palma, decía “pasar”. Si Ubaldo Matildo Fillol ponía sus manos en posición de atajar, aunque no hubiera nada escrito, los delanteros rivales sabían que esos guantes intimidaban con un “prohibido pasar”. Y la pelota, excepto en contadísimas excepciones, no pasaba. A menudo quedaba atrapada en esas manos gigantescas. Salvadoras. Sagradas. Sí, el Pato fue el mejor arquero que tuvo la Selección argentina a lo largo y a lo ancho de su historia.

A lo largo, a lo ancho, hacia abajo, hacia arriba, para un lado, para el otro… Fillol vivía volando de palo a palo, salvando jugadas de gol, exhibiendo reflejos que nadie tenía, dando seguridad a la defensa. Atenazaba todas las pelotas que le tiraban, así viajaran con fuerza, despacio, a quemarropa, con zurda, con derecha, de cabeza, de tiro libre, de penal... Era decididamente un monstruo cuando se vestía de arquero.

Viéndolo de mozo en un restaurant, Renato Cesarini le auguró un futuro en el arco. Tímido, no se animó a probarse en ningún club hasta que lo ficharon en Quilmes. Y pasó a Racing. Y Labruna casi lo trompea por no querer ir a River: fue y se ganó el puesto. Vladislao Cap lo llevó como tercer arquero al Mundial de Alemania 74. Allí jugó un partido y, luego, fue clave en el proceso futbolístico de Menotti. Se consagró como arquero de primerísimo nivel internacional en la Copa del Mundo de 1978.

¿Quién no recuerda sus intervenciones magistrales, como ese penal atajado al polaco Deyna en Rosario? ¿O cuando fue figura en el 0-0 contra Brasil, sosteniendo desde el arco una floja producción argentina? ¿O cuando en la final en el Monumental les tapó un par de pelotas imposibles a los holandeses? Kempes y compañía hicieron el resto para que Argentina gritara campeón por primera vez. En el Mundial 78 se metió en el corazón del hincha argentino, y fue amo y señor del arco nacional durante mucho tiempo. Estuvo en España 82 y disputó las Eliminatorias de México 86, aunque Bilardo no lo llevó al Mundial. Su última gran atajada fue a Julio César Uribe, ante Perú, en cancha de River, el día que entre Passarella y Gareca metieron el gol que llevó a Argentina al Mundial. Si aquella Selección viajó a México fue, en parte, gracias a las atajadas de un Fillol que, sin creérsela, fue el mejor de todos.

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: UBALDO MATILDO FILLOL.
Nació: 21/7/1950 en San Miguel del Monte, Buenos Aires.
Jugó: 54 partidos entre 1974 y 1985.
Goles recibidos: 49.
Mundiales: 1974, 1978 y 1982.
Títulos: 1 (Mundial 1978).