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Idolos de la Selección: Eliseo Mouriño

Resultó un eslabón preciado en todos los equipos que integró. Voz de mando de inteligencia táctica para actuar rápidamente.

Por Redacción EG ·

06 de mayo de 2014
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En un árbol de Navidad no sería un adorno, sería lo que sostiene al propio árbol. El Gallego no estaba para lujos, no brillaba como joya. Sin embargo, su función, en todos los equipos que gozaron con su presencia, fue fundamental. En la cancha se ubicaba perfectamente. Era 5, o centrojás, como se pronunciaba en su época. Sabía leer los partidos. Inteligente para ordenar y transmitir conceptos. Su personalidad se imponía por sus cualidades de caudillo. A veces retrocedía algunos metros, colocándose entre los dos zagueros; en otras ocasiones era el nexo entre los delanteros. Hizo, como un visionario, lo que haría años más tarde cualquier jugador en el fútbol moderno. Esas condiciones, que primero exhibió en Banfield (una tribuna del estadio lleva su nombre) y luego en Boca, también las mostró en el seleccionado argentino. Con la albiceleste fue capitán en la mayoría de los encuentros que disputó. Ganó dos torneos sudamericanos: en 1955 y 1959. Estuvo en el Mundial de Suecia, en 1958. Falleció trágicamente en 1961, en un accidente aéreo en Chile.

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: ELISEO VICTOR MOURIÑO
Nació: 3/6/1927 en Buenos Aires.
Jugó: 25 partidos entre 1952 y 1959.
Goles: 0
Mundiales: 1958
Títulos: 2 (Sudamericanos 1955 y 1959)