Idolos de la Selección: Julio Jorge Olarticochea

El Vasco, una especie de lateralvolante, aguerrido y cumplidor, tuvo tantas idas y vueltas en la cancha como en la vida. Había estado en el plantel que viajó al Mundial de España, en 1982, pero no jugó ni un partido. Su relación con la Selección parecía estar terminada.

Sin embargo, lo que se veía como un punto final era solo un punto y aparte. Si bien él ya no quería saber mucho de pelear un puesto con la celeste y blanca, Carlos Bilardo lo terminó convenciendo de una manera muy llamativa para que integrara el equipo que luego saldría campeón del mundo en México: el Narigón lo esperó en un peaje de la Ricchieri, tomó un ladrillo del piso y en una pared le dibujó los movimientos que pretendía de su figura. Lo convenció, y Olarticoechea terminó jugando los siete encuentros para alzar el trofeo (los últimos tres como titular). Es más: su nuca fue decisiva para que Inglaterra no empatara en cuartos de final (2-1). Clave en cualquier estrategia bilardista, también estuvo en el Mundial de Italia 90: se perdió la final por estar suspendido. Actuó en tres de los cinco grandes del fútbol argentino: Racing, River y Boca.

Carnet de ídolo

Nombre y apellido: JULIO JORGE OLARTICOECHEA
Nació: 18/10/1958 en Saladillo, Buenos Aires.
Jugó: 27 partidos entre 1983 y 1990
Goles: 0
Mundiales: 1982, 1986 y 1990
Títulos: 1 (Mundial 1986)