Idolos de la Selección: Pedro Ochoa

 Carlos Gardel tenía una gran debilidad por su amigo Ochoíta, como lo llamaba. Lo definió como “el crack de la afición”. Y el Zorzal no faltaba a la verdad con tal definición. Ochoa fue una especie de Maradona del amateurismo, encantando durante la última década previa al profesionalismo: tenía excelente manejo de pelota, era estratega, goleador, desequilibrante, carismático y, sobre todo, gran gambeteador. “¿Si pienso las jugadas? A veces sí, pero cuando se pasa a un jugador y sale otro y otro, ya no se puede pensar nada porque la cabeza no da. Entonces las piernas se encargan de seguir haciendo las gambetas”, explicó en 1928.

Magia en estado puro para que Racing se cansara de ganar títulos. Todas esas condiciones, por supuesto, las mantuvo durante su breve paso por la Selección, donde fue campeón de América en 1927 e integró el plantel que se colgó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1928. Su nombre aparece en tangos y poemas. Héctor Gagliardi, por ejemplo, lo cita en El Rusito: “El soñaba ser Doctor / ver la chapa lustradita / y yo en ser como Ochoíta, ¡aquel crack gambeteador!”

Carnet de ídolo

Nombre y apellido: PEDRO OCHOA
Nació: 22/2/1900
Jugó: 2 partidos entre 1927 y 1928
Goles: 0
Mundiales: no jugó
Títulos: 1 (Sudamericano 1927)