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Idolos de la Selección: Sergio Goycochea

Si Argentina llegó a la final de Italia 90 fue porque sus manos atajaron cuatro penales ante Yugoslavia e Italia. Goyco, héroe nacional.

Por Redacción EG ·

30 de abril de 2014
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En ese Mundial, Italia 90, Argentina nunca pudo hacer pie con firmeza. Por eso, las esperanzas de los argentinos quedaron en sus manos. Y esas manos, las de Goyco, respondieron. Le fueron haciendo frente a todo; principalmente a los embates de los brasileños en octavos de final y a los penales de yugoslavos e italianos en cuartos y semifinales. En menos de un mes, Sergio Goycochea se convirtió en héroe nacional.

Su llegada al arco de la Selección había sido casi de casualidad. Sin ser un fenómeno en los clubes en los que atajó, viajó a Italia como segundo arquero, detrás de Pumpido, campeón del mundo en 1986. Pero Nery sufrió una desgracia: en el segundo partido, ante Unión Soviética, chocó accidentalmente con Olarticoechea y se fracturó la pierna. Goyco se subió al tren que, en estos casos, suele pasar una sola vez. Argentina se clasificó ajustadamente al empatar 1-1 ante Rumania y, en octavos de final, apareció el poderoso Brasil. Nunca en su vida bajo los palos le cascotearon tanto el rancho, pero entre su suerte, la mala puntería de Alemao, Careca y compañía, y algunas intervenciones magistrales, él y Argentina soportaron el aluvión.

@fraseD@Cuando pateó Serena y sentí la pelota debajo de mi cuerpo, me di cuenta de que había dado vuelta el Mundial@frasef@Sergio Goycochea@nombref@Jugó 44 partidos en la Selección@profesionf@Luego, entre Maradona y Caniggia armaron la jugada que dejó afuera a los brasileños. Y llegó Yugoslavia. El 0-0 obligó a la definición por penales y en esa instancia el arquero argentino demostró cualidades que el planeta desconocía, como atajar disparos desde los doce pasos. El día que Maradona y Troglio erraron, él salvó las papas: luego de que Stojkovic desviara el suyo, se los contuvo a Brnovic y a Hadzibegic. Le faltaba otro día de gloria, mucho mejor aún ya que fue contra Italia, en Nápoles, el día que los locales silbaron el himno argentino. Schillaci y Caniggia marcaron para el 1-1 y hubo que ir otra vez a los penales. Goyco atajó los de Donadoni y Serena; y los italianos, ante el asombro del mundo, dijeron “Siamo fuori della Copa”.

Carismático, fachero y dueño de un físico privilegiado, Goycochea se transformó en la sensación de la copa. En la final ante los alemanes, la promocionada revancha de México 86, el partido estuvo muy cerrado. Argentina llegó sin Batista y Caniggia, y con un Maradona maltrecho. Alemania aprovechó que el árbitro mexicano Codesal cobró un dudoso penal de Sensini: pateó Andreas Brehme y Goycochea no pudo atraparlo. El rey de los penales no era invencible: era humano. En Estados Unidos 94 sería suplente.

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: SERGIO GOYCOCHEA
Nació: 17/10/1963 en Lima, Buenos Aires
Jugó: 44 partidos entre 1987 y 1994
Mundiales: 1990 y 1994
Títulos: 4 (Copa América 1991 y 1993, Rey Fahd 1992, Artemio Franchi 1993).