(sin categoría)

Idolos de la Selección: Mario Boyé

Goleador implacable en clubes, el Atómico también cumplió en la Selección. Hasta gritó un tanto en el mítico Wembley.

Por Redacción EG ·

30 de abril de 2014
Imagen
Se podría haber llamado Mario Gol, directamente, así se ahorraba saliva. Al cabo, después de pronunciar Boyé, los relatores de la época casi siempre recitaban esa linda palabra de tres letras. El Atómico, como le decían, era efectivo. Esa era su mayor cualidad. Su hábil desmarcación, su guapeza, su potente remate y su certero cabezazo solían finalizar con el balón tocando la red. Lo suyo era terminar la jugada. Nada de elaborarla. Tal vez en esa peculiar condición haya influido inconscientemente su padre, quien le pagaba tres pesos por cada gol que hacía en las divisiones inferiores xeneizes. Lo cierto es que tantos festejos en Boca, donde debutó, lo llevaron a la Selección. Y allí también se destacó con goles, como acostumbraba. Ganó los Sudamericanos de 1945, 1946 y 1947, compartiendo equipo con figuras como Méndez, De la Mata, Pontoni, Di Stéfano, Moreno… Hasta en Wembley, emblemático estadio, se observaron sus artimañas como definidor: marcó un tanto en una derrota 2-1 ante Inglaterra. Además, actuó en Racing, Huracán, Genoa (Italia) y Millonarios (Colombia).

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: MARIO EMILIO HERIBERTO BOYÉ
Nació: 22/7/1922 en Buenos Aires
Jugó: 17 partidos entre 1945 y 1952
Goles: 7
Mundiales: No jugó
Títulos: 3 (Sudamericanos 1945, 1946, 1947)