¡Habla memoria!

El Milan de Sacchi

Dos Copas de Campeones, dos Intercontinentales y un estilo de juego que marcó una época. Con el trío holandés en ataque y la defensa italiana, el Milan de Sacchi fue un ejemplo de fútbol total.

Por Redacción EG ·

18 de marzo de 2014
Imagen

Resulta paradójico que la primera referencia del Milan de Sacchi, sea una derrota del conjunto rossonero. Pero la semilla de aquellos 4 años dorados, nació en la Copa Italia de 1986, cuando el Parma eliminó al Milan venciéndolo por 1-0 en su propio estadio.

El modesto equipo y recién ascendido, mostró un juego ofensivo que llamó la atención de Silvio Berlusconi, propietario-presidente del club derrotado. En la dirección técnica de aquel Parma, estaba Arrigo Sacchi, un hombre que nunca había jugado al fútbol profesionalmente y que como entrenador había pasado por clubes menores como Cesena y Termini.

“Nunca entendí que, para poder ser jinete, se necesitase ser primero un caballo”, dice Sacchi cada vez que le consultan por no haber sido futbolista. A Berlusconi tampoco le importó demasiado y apostó fuerte por un entrenador aparentemente inexperto.

El equipo, que ya contaba con Baresi, Tassoti, Gullit y van Basten, sumó a Donadoni, Galli, Colombo y Carlo Ancelotti, quienes se destacaban en otros equipos de Italia. Además, Sacchi le dio cabida a dos juveniles del club, quienes luego serían inamovibles por varios años: Paolo Maldini y Alessandro Costacurta.

El debut de Sacchi fue en la temporada de 1987/1988 con el Napoli de Maradona como principal rival. La lucha fue mano a mano hasta que en la fecha 29, el Milan se impuso de visitante en el San Paolo, llegando tras ese partido a la primera posición, que a fin de temporada le permitiría festejar el Calcio.

La obtención de la Liga le permitió disputar la Supercopa de Italia, alzando de esta manera, el segundo título. Para la temporada siguiente, se sumó Frank Rijkaard, quien junto a los mencionados Gullit y van Basten, conformarían el tan temido trío holandés en ataque. Años después, el propio entrenador reconoció: “tuve la suerte de tener a los holandeses delante y a los italianos detrás”.

El símbolo de aquella defensa era Franco Baresi, voz de mando y referente del club, quien vistió la camiseta durante 19 años consecutivos. Ubicado como último hombre, manejaba la línea adelantada, jugaba al offside y hacía gala de los relevos. A su derecha, Mauro Tassoti cubría el lateral y los ya mencionados juveniles, Maldini y Costacurta, completaban la línea de cuatro.

El Milan de Sacchi jugaba 4-4-2 y prácticamente no cambiaba de nombres entre un año y otro. En 1989, ganó la Copa de Campeones después de veinte años. En las semifinales, le propinó una paliza histórica al Real Madrid de la Quinta del Buitre con goles de Ancelotti, Rijkaard, Gullit, Van Basten y Donadoni. La final ante el Steua Bucarest fue una goleada en el Camp Nou por 4-0 con dobletes de van Basten y Gullit.

También obtendría, en una serie a dos partidos, la Supercopa europea, al vencer al Barcelona 2-1 en un cerrado global; y la Copa Intercontinental tras imponerse al Atlético Nacional con gol en tiempo suplementario.

La temporada de 1989/1990, no tendría menos premio para el Milan, que pudo revalidar los tres títulos. Copa de Campeones (actual Champions League), Supercopa europea ante Sampdoria y Copa Intercontinental con goleada al Olimpia de Cubilla. Había rotación con algunos jugadores como Alberigo Evani, Giovanni Stroppa y Angelo Carbone, quienes rápidamente se amoldaron al equipo y le aportaron variantes al entrenador.

La cuarta temporada de Sacchi no le dejó títulos al Milan. Como hecho más recordado quedó la eliminación temprana de la Copa de Campeones 1990/91 ante el Olympique Marsella en cuartos de final. En el partido de vuelta, disputado en París (0-0 en la ida), se cortó la luz faltando cinco minutos, cuando el local se imponía 1-0. Al regresar la luz, los jugadores del Milan –por indicación del vicepresidente, Adriano Galliani- no quisieron ingresar al campo de juego, por lo tanto, le dieron el partido por perdido y al año siguiente el Milan no pudo disputar certámenes internacionales.

No hubo año siguiente para Sacchi, quien renunció para asumir a la selección italiana, y se despidió con un segundo puesto en el Calcio, detrás de la Sampdoria. Lo que sí quedó, fue el legado del entrenador, quien con su idea de fútbol total, pressing y defensa en zona, quedará recordado como el arquitecto de uno de los mejores equipos de la historia.

Al propio Barcelona de Guardiola le reconocían cosas de Sacchi, quien hace poco en una entrevista, resumió su estilo con la frase “una victoria sin méritos, no es una victoria”. La idea de equipo como bloque, los entrenamientos mayoritariamente con pelota y la mentalidad ganadora, tan mencionados en el fútbol moderno, fueron premisas obligatorias aquel histórico Milan.


AC Milan 5 – 0 Real Madrid (Copa de Campeones 1988/1989)

AC Milan: Giovanni Galli – Mauro Tassotti, Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini – Angelo Colombo, Frank Rijkaard, Carlo Ancelotti, Roberto Donadoni - Ruud Gullit, Marco van Basten. DT: Arrigo Sacchi.
Goles: Carlo Ancelotti, Frank Rijkaard, Ruud Gullit, Marco Van Basten, Roberto Donadoni

Real Madrid: Paco Buyo - Rafael Gordillo, Chendo, Manolo Sanchís - Ricardo Gallego, Míchel, Paco Llorente, Rafael Martin-Vazquez, Bernd Schuster - Emilio Butragueño, Hugo Sánchez.
DT: Leo Beenhakker.


Pedro Molina