De aquí y de allá

Christian Vieri, el ocaso del goleador

El delantero italiano perdió toda su fortuna y ahora suplica por un trabajo como entrenador. Las apuestas de juego, las mujeres y el fracaso de una empresa en la que era inversionista lo pusieron al borde de la bancarrota.

Por Redacción EG ·

21 de febrero de 2014
Imagen DESHAUCIADO. Vieri perdió todo lo que tenía y ahora suplica por una oferta para dirigir. Un triste episodio en la vida de quien fuera un goleador letal y uno de los futbolistas mejores pagos en su época.
DESHAUCIADO. Vieri perdió todo lo que tenía y ahora suplica por una oferta para dirigir. Un triste episodio en la vida de quien fuera un goleador letal y uno de los futbolistas mejores pagos en su época.
La de Christian Vieri no es más que una nueva muestra de lo que sucede cuando se baja el telón de la obra. La otra cara de la moneda de una realidad latente que pone de manifiesto que los deportistas, aunque sublimes, también son personas. Cuando se acallan las voces y los flashes del éxito desaparecen, la superviviencia se hace cuesta arriba para esos genios que supieron brillar dentro de un estadio. El delantero italiano, que viene a engrosar la lista de los que tuvieron todo y ahora no tienen nada, perdió su fortuna entre manos de poker, matrimonios fallidos y un mal emprendimiento financiero que arrasó con los millones que le quedaban.

"Sólo me queda conseguir algún trabajo como entrenador. Tendré que hacer el curso, aunque esa mierda no sirva para nada", manifestó Vieri a través de las redes sociales. La economía de quien fuera goleador del Inter, el Milan, el Atlético de Madrid y el Monaco, entre otros, está pendiendo de un hilo y el último recurso que le queda, para no caer en bancarrota, es ser contratado por algún equipo. Para esto, antes debería sacar la licencia de director técnico. Algo que, aparentemente, no le hace mucha gracia al italiano.

La fortuna del boloñés, que llegó a ser uno de los futbolistas mejores pagos del mundo en su época, se diluyó en apuestas clandestinas y divorcios con mujeres de la farándula que, cual cazarrecompensas, lo fueron despojando de su riqueza. La campanada final para su estado financiero fue el fracaso de la empresa BFC, un micro-holding de inversiones que, al hundirse, se llevó consigo 20 millones de euros del ex futbolista.

Ahora, la única esperanza de Vieri -y de sus múltiples acreedores-, es que algún presidente piense en él para darle el mando de un equipo, y así poder recuperarse con el sueldo de entrenador.