Rossi: Los mejores del 2013

  Nota publicada en la edición de diciembre de 2013 de El Gráfico

-¿Quién te bautizó misil?
-En realidad, es un apodo que empezamos a decir en rueda de amigos, me gustó y lo adopté. Así que puedo decir que Misil fue como si me hubiese autobautizado. Y al poco tiempo, la gente comenzó a saludarme como Misil y enseguida quedó instalado.

-¿Y quién te puso Granadero?
-Granadero surgió de una conversación entre Marcelo Mercado, relator de TC2000, e Ingaramo, que en ese momento era el jefe de prensa de Chevrolet. Nunca me quedó bien en claro cómo me relacionaron con un Granadero, pero tal vez surgió porque me vieron flaco y alto, no lo sé... Lo que sí, en toda la época del karting siempre había sido Mati y ahora, en los fines de semana de carrera, me suelen decir más Misil o Granadero que Matías.

-No son pocos los que te consideran el mejor piloto del año, ¿cómo interpretás ese elogio?
-Está buenísimo porque quiere decir que estamos haciendo las cosas bien y recibir esa consideración entusiasma, aunque yo lo ➤ único que puedo decir es que estoy muy conforme con la temporada que vengo teniendo, porque el objetivo principal que siempre me planteo a comienzos de año es ganar en las tres categorías en las que participo y dar pelea en los tres campeonatos. Y justamente se dio que ganamos el título de Super TC2000 y todavía mantenemos ciertas chances de ser campeones en Turismo Carretera y Turismo Nacional.

-¿Cuánto te sirve correr en tres categorías en una misma temporada?
-Me sirve muchísimo, porque es estar en competencia en forma permanente, y la particularidad que tiene hoy en día nuestro automovilismo es que cada vez se puede probar menos por un tema de costos. Por eso, la posibilidad de mantenerme activo casi todos los fines de semana me otorga una pequeña ventaja. Creo que sólo 5 o 6 pilotos tenemos esa suerte de participar en tres categorías. Para mí ayuda mucho, aunque es claro que hay que ordenarse bien en la semana y que siempre debe haber una motivación para ir con ganas a todas las carreras. Y eso de estar ordenado y sentirse bien en los tres equipos que uno integra lo tiene que generar el piloto.

-Pero además de las relaciones humanas, me imagino que también influye el cambiar el chip para aprovechar al máximo cada auto, porque en Super TC2000, TC y TN son muy diferentes entre sí...
-Exactamente, son muy diferentes, pero cuando ya les tomás la mano, el cambio de chip es automático. Al principio, reconozco que cuesta, como me pasó con el auto de Turismo Nacional, pero después, con el paso de las carreras, una vez que te subís, enseguida te adaptás.

-¿Qué opinión tenés del cambio de TC2000 a Super TC2000?
-El cambio de nombre no me gustó y no me parece que por que el auto tenga más potencia haya que llamar diferente a una categoría con tantos años de existencia y una rica historia. Lo comparo, por ejemplo, con la Fórmula Uno, que es la categoría máxima y la evolución de los autos ha sido notable, porque los que corren hoy en día no tienen nada que ver con los que corría Fangio y, sin embargo, se sigue llamando igual y a nadie se le ocurriría cambiarle el nombre. Y con respecto a los autos, sí me gustó que hayan pasado a ser más potentes, con el motor más potente que hoy tenemos en el país. Fue un cambio tecnológico importante, en el que, sin dudas, un auto con levas al volante del primer nivel mundial que alcanza semejante potencia hizo incrementar la dificultad de manejo y exigencia.

-¿Y qué te parecieron las distintas propuestas de carreras que ofreció el Super TC2000?
-A mí me gustan los cambios, y el TC2000 siempre ha sido una categoría que intentó acercar el automovilismo a la gente, con carreras diferentes, inclusive algunas de ellas en circuitos del exterior.

-¿Y la carrera en el estadio unico de la Plata te pareció buena idea?
-Para mí, sí. La idea es buena, copiada del Turismo alemán. Creo que habría que darle una chance más. Esa competencia despertó opiniones a favor y otras en contra, pero considero que con solo una carrera no se puede hacer un análisis definitivo. Desde arriba del auto puedo decir que fue interesante, sobre todo por la pizca de nerviosismo que otorgaba la presión de la eliminación directa.

-¿Como los callejeros que tuvieron su oportunidad de mejorar?
-Exacto. A mí me encantan los callejeros, porque se vive la carrera de una manera diferente, con el público prácticamente pegado a la pista. Las convocatorias suelen ser multitudinarias, y si bien el año que viene no tendremos el de Buenos Aires, trataremos de disfrutar mucho la competencia en Santa Fe, que encima suma el atractivo de correr de noche, con una iluminación que ha evolucionado bastante.

-¿Estuviste ausente del masters de Pilotos (kartings en Puerto madero) por algo en especial?
-No, simplemente fue por una decisión personal. Decidí descansar y no arriesgarme en esta época del año, con tantos compromisos importantes por delante, porque en definitiva se trata de una carrera con todos los riesgos que ella implica. Me encanta la idea, ya la pude disfrutar otras veces y ojalá que en algún otro momento vuelva a ser uno de sus protagonistas, pero esta vez preferí quedarme en mi casa.

-¿Cómo es la procesión por dentro de que este año algunas situaciones con Ortelli y Aventín te hayan puesto en el centro de la escena mediática?
-En realidad no hay procesión por dentro, porque son situaciones vividas en pista, muy desafortunadas para mí como la que sucedió en San Luis con Ortelli, que me perjudicó mucho en el campeonato de TC por los puntos perdidos, muy difíciles de recuperar. Y por mi forma de ser, acostumbrado a no guardarme nada, al opinar sobre un referente como Ortelli se armó un gran revuelo. Pero no pasa nada raro, simplemente opiné y se instaló en los medios porque se trata de dos pilotos conocidos. Entiendo que las carreras siguen y tengo que concentrarme en lo que viene.

-Siempre fuiste uno de los preferidos del público...
-Y soy un agradecido de ese cariño de la gente, tanto de la que es más fierrera y nos acompaña a las carreras, como de la que sabe de nosotros sólo por vernos correr en la tele o escucha cómo vamos por la radio. La fiesta en Del Viso, cuando volví de Mendoza como campeón del Super TC2000, fue inolvidable, y en las redes sociales me transmitieron sus muestras de afecto. Me enganché bastante con esto de las redes sociales porque te permiten estrechar aún más los lazos con amigos y seguidores. Sin dudas, las voces de aliento ayudan mucho y las trato de capitalizar.

-¿Recibiste algún mensaje de felicitación por el campeonato que te haya tocado?
-Recibí varios que me pusieron muy contento, pero hubo uno cortito del Flaco Traverso que simplemente decía: “Bien, pendejo”. No había duda de que el mensaje era de él. Siempre tuve muy buena onda con el Flaco y cada tanto nos tomamos un cafecito juntos. También me mandaron sus felicitaciones muchos otros colegas, entre ellos Esteban Tuero, con quien tengo una gran amistad.

-¿Por qué crees que el Flaco Traverso siempre asumió una especie de padrinazgo sobre vos e inclusive hasta se habló de similitudes en el manejo entre los dos?
-La verdad, no sé por qué el Flaco siempre habló bien de mí. Ya desde mis comienzos en la Fórmula Renault, él tuvo conceptos elogiosos sobre cómo manejaba. No creo que sea necesario que nos comparen, porque él ha sido un Nº 1 indiscutido y a mí me falta mucho camino por recorrer. Es un halago esa comparación, pero no creo que así sea, porque me parece desmedida.

-A la hora de enumerar tus ídolos, siempre mencionaste al Flaco Traverso y a Ayrton Senna, dos pilotos a los que seguramente te quedaste con ganas de verlos correr más...
-De los dos recuerdo muchas carreras, porque de chico no me perdía ninguna en la que participaban ellos. Por ejemplo de Ayrton me quedaron grabadas aquellas en las que peleaba el campeonato con Prost, y si bien yo era chico el día de su fallecimiento, lo tengo sellado en mi mente porque estaba viendo la carrera con mi papá y se produjo el accidente. Tanto del Flaco como de Ayrton tuve la suerte de ver muchos videos y siempre encontré algo en ellos para maravillarme.

-¿Ya no pensás en probar suerte en el exterior?
-La verdad que no, ya no me desvela esa idea, porque acá estoy muy bien, en equipos con objetivos importantes. Me siento muy a gusto en el lugar que estoy y las tres categorías en las que corro siempre despiertan nuevos desafíos.

-Al cierre de nuestra edición vas a estar dilucidando si estás en carrera o no para alcanzar la triple corona...
-Con los equipos de Turismo Carretera y Turismo Nacional vamos a ir con fe a pelearla. Ganar un campeonato siempre es difícil, porque se tienen que dar demasiadas circunstancias para acertar el objetivo. En TC debería hacer podio en Trelew (24 de noviembre) y vencer en la última de Buenos Aires (8 de diciembre), aprovechando que cuenta con puntaje especial. Mientras que en la Clase 3 del TN tendría que ganar en la decisiva de La Pampa (15 de diciembre) y esperar el resultado de quienes están adelante en las posiciones. Es complicado, pero mientras haya chances la ilusión está.

-Ser protagonista en las tres categorías reafirma esa consideración de piloto del año...
-Y sí, en definitiva demuestra que con los tres equipos hemos hecho un muy buen año, porque llegar a la definición con chances es muy valioso. En TN sólo cuatro pilotos estaremos con posibilidades matemáticas de salir campeón: el puntero Facundo Chapur, Juan Pipkin, Ortelli y yo, así que seguramente la de La Pampa será una carrera muy atractiva. Y en cuanto al TC, es claro que el campeonato se gana con una buena regularidad y sé todo lo que perdí en San Luis, donde no pude sumar puntos que prácticamente tenía seguros. Pero si bien hemos sido regulares todo el año, nos falta evolucionar un poco más para dar el salto y poder salir a ganar en esas dos finales de la Copa de Oro que serán Trelew y Buenos Aires.

-Y yendo del automovilismo al fútbol, ¿cómo lo ves a tu querido Independiente?
-Después del duro golpe del descenso, todos los hinchas de Independiente lo único que esperamos es que este triste episodio del Nacional B pasé lo más rápido posible, aunque se sabe que es un campeonato largo y complicado. Vestido de rojo, vengo de salir campeón con el equipo Toyota del Super TC2000, ahora falta que el rojo del fútbol consiga el ascenso.

Por Walter Napoli/ Foto: Alejandro Del Bosco