¡Habla memoria!

Christian Dollberg

Polifuncional volante surgido de Argentinos Juniors, que jugó también en Lanús y en Boca hasta que las lesiones se lo impidieron. Los hinchas Xeneizes suelen otorgarle el dudoso honor de ser uno de las peores decepciones en la historia del club.

Por Redacción EG ·

27 de septiembre de 2013
Imagen POCOS PARTIDOS, muchas lesiones y una decepción. Dollberg no pudo asentarse en Boca y terminó retirándose joven, a los 30 años en Defensores de Belgrano.
POCOS PARTIDOS, muchas lesiones y una decepción. Dollberg no pudo asentarse en Boca y terminó retirándose joven, a los 30 años en Defensores de Belgrano.
El Boca de Bilardo en 1996 fue rápidamente catalogado como el nuevo ‘Dream Team’. Con contrataciones estridentes y un aire renovado en el club con la flamante presidencia de Mauricio Macri, el Xeneize se perfilaba como uno de los candidatos para ganar el Apertura 1996. En medio de la euforia, apareció en el entrenamiento, como uno de los últimos refuerzos, Christian Dollberg. Procedente del Colonia de Alemania, era la quintaesencia que el entrenador estaba buscando; ese tipo de jugador que sólo puede entusiasmar a unos pocos directores técnicos: polifuncional, sacrificado y con experiencia –aunque breve- en el fútbol europeo.

Dollberg, que había iniciado su carrera en Argentinos Juniors y había pasado también por Lanús antes de partir a Europa, jugó con poca regularidad en Boca hasta que se lesionó el tendón de Aquiles. Cuando estaba por regresar, casi un año después de la lesión, en 1997, se resintió de la dolencia y no volvió a jugar hasta 1999. Bianchi apostó por él, pero el sueño del defensor-volante-enganche se había desvanecido.

Siguió su carrera en el PAOK griego, y volvió en 2001 para jugar en Defensores de Belgrano en la B Nacional, a donde se retiró.

Alejado del fútbol en la actualidad, los hinchas de Boca suelen recordarlo como una de las peores contrataciones del club en su historia. Y con frecuencia lo incluyen en el equipo titular junto a otras diez decepciones.

Matías Rodríguez