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A 18 años de la masacre de Srebrenica, el fútbol invita a soñar

En la ciudad donde se produjo el mayor genocidio durante la guerra de los Balcanes, un equipo multiétnico levanta las banderas de la integración.

Por Redacción EG ·

11 de julio de 2013
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Mientras muchos equipos tratan de ganar partidos o campeonatos, el Guber Srebrenica, en el oeste de Bosnia, tiene una misión algo más complicada: luchar contra el odio y la intransigencia. Srebrenica fue la ciudad donde se produjo la mayor matanza de civiles (ocho mil) durante la guerra de los Balcanes. Se trató del mayor genocidio étnico de la década, ocurrido hace 18 años, el 11 de julio de 1995. La mayoría de los bosnios musulmanes asesinados eran mujeres y niños.

En esa tierra que aún tiene rastros de sangre, el Guber levanta las banderas de la integración, palabra prohibida.

Un ex arquero del club, Jusuf Malagic, fue quien tuvo la idea de armar un plantel multiétnico, sin barreras por bandera ni religión. Hay serbios, musulmanes y croatas. Pero destruir el odio no es una tarea fácil, dice Malagic.

El Guber juega en la liga paralela de Bosnia, el torneo reservado sólo a la minoría serbia, para prevenir conflictos. Pero el hecho de que venga un equipo que levanta las banderas de la integración no es bien visto por nadie: los insultan las hinchadas rivales y hasta los árbitros suelen pitarle en contra.

“La mayoría de los serbios y musulmanes rehúsan mezclarse y tratar de crear una sociedad integrada, por eso les molesta nuestra presencia. Para ganar la Liga tenemos que hacer el doble de mérito que un equipo normal”, agrega el DT.

Apadrinados por la Asociación Danesa de Fútbol y por el ADO Den Haag de Holanda (durante la guerra, los soldados holandeses de la ONU eran los que debían custodiar esta zona, pero un error o descuido derivó en la zona liberada) y con donaciones de diversas federaciones y ONG, el Guber no detiene su marcha. El respaldo social por ahora es escaso, pero la lucha recién comienza.

En el antiguo estadio de la ciudad de Srebrenica, donde se produjeron asesinatos en masa, hoy hay 200 chicos de la escuela del Guber que sueñan con gritar un gol y abrazar a sus compañeros, sin distinción de razas. Estos chicos tienen charlas integradoras junto a sus padres, los mismos que intentaban masacrarse hace 15 años. No se habla de política, sino de unidad. El mensaje obliga a pensar. Y a ilusionarse.


Por Martín Mazur
@martinmazur en Twitter