Troicki, loco por un punto

El serbio Vikor Troicki se volvió loco de furia en su partido ante el letón Ernest Gulbis por el Masters 1000 de Roma. Tras haber caído en el primer set por 6-1, un revés suyo que el umpire francés Cedric Mourier le cobró como malo generó una de las escenas más insólitas que se hayan visto en los courts. Arrancó protestando desde su lado de la cancha e hizo que el juez descendiera para verificar. Cruzó la red y lo increpó. "Sabés que está mal, que estás equivocado", le repetía furioso. Mourier se sonreía y defendía su postura. Mientras tanto el tenista seguía gritándole, ante la mirada atónita de Gulbis.

Después, se agarró la cabeza, miró al cielo y exclamó: "Se ve desde el espacio que no hay lugar entre la línea de fondo y la pelota". En ese momento la gente reaccionó a carcajadas. Le dijo a su entrenador que se retiraba, se sentó y siguió discutiendo. Después, se acercó a un camarógrafo y lo tomó del brazo. Lo llevó hasta la línea de fondo, le pidió que muestre con la cámara el lugar que él se encargó de apuntar con el dedo: ¡la marca que causó tanta polémica! Los espectadores lo alentaban gritando su apellido. De no creer...

Mourier se hartó y le advirtió: "Es suficiente, Viktor. Es gracioso hasta un cierto punto". Después de la escenita, se fue totalmente del partido y volvió a caer por 6-1 en el segundo set.  Al pie, los cinco minutos de furia de Troicki.