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23 Sub 23: #5 Lucas Mugni
Dos veces pensó en abandonar el fútbol, pero por suerte lo convencieron para seguir.
Por Redacción EG ·
16 de marzo de 2013
Nota publicada en la edición de marzo de 2013 de El Gráfico
Así como lo ven, un volante zurdo, fino y con clase, podrían no haberlo conocido. Porque Lucas Mugni, de Colón, estuvo a punto de resignar su sueño de futbolista en dos ocasiones. Una, cuando tenía 14 años: su técnico por entonces no lo tenía en cuenta ni para el banco de suplentes en inferiores. Otra, a principios de 2011: Fernando Gamboa decidió bajarlo de Primera. Y lo pasó del plantel profesional a la Reserva.
Pero no. Pese a los golpes morales, Mugni siguió. Un poco por obstinado, otro poco por el empuje de su familia (es el menor de cinco hermanos) y un tanto más porque lo contuvo gente del club en el que está desde los 9 años. “Fue injusto. Me bajoneé y estuve una semana sin ir a entrenar. Ya imaginaba mi vida sin el fútbol”, contó. En Colón, Mario Sciacqua, Rubén Rossi y el Chino Garcé también lo convencieron para que siguiera.
Acá está. Con 21 años recién cumplidos, fue tasado en 11 millones de euros, estuvo en los planes de clubes como River, Gremio, Real Madrid y Milan y fue convocado por Alejandro Sabella para los choques que Argentina disputó ante Brasil por el Superclásico de las Américas.
Y eso que se ataja: “Todavía no di el máximo de mí en Colón”. Después de que Roberto Sensini le diera continuidad y de haber aparecido como un soplo de aire fresco, Mugni está asentándose en el fútbol argentino, donde debutó a los 18 años. Hasta aquí, el zurdo mostró elegancia, buena pegada y algunos firuletes. Actitud, también, como para pedir la pelota incluso en la adversidad y como para tener el arco como objetivo final siempre. Aunque, claro, a veces se desconecta del juego.
“De Mugni pienso que es el jugador distinto del fútbol argentino, claro que en Buenos Aires ningún medio lo menciona. Y como jugador distinto, hay que pagarlo; y si no hay quien lo pague, lo mantengo en el club. Si los dirigentes hubiéramos dicho que Lucas vale tres o cuatro millones de dólares, dura 30 segundos en Colón”, expresó hace un tiempo Germán Lerche, el presidente del club.
El chico estará un tiempo más en Santa Fe, sumando experiencia. Como lo hizo en la Selección, aunque no haya entrado en esos duelos contra Brasil. “Ver de cerca a Neymar y a tantos buenos jugadores fue muy lindo. El clima, el estadio, la gente y el poder estar en el vestuario con tantos buenos jugadores fue inolvidable”, dijo de aquella vez. Su emoción fue tal que se llevó dos camisetas con el número 10: una la puso en un cuadro y la otra la guardó. Seguramente podrá acumular varias más.
De Colón debería emigrar a España, este enganche de 21 años.
Pero no. Pese a los golpes morales, Mugni siguió. Un poco por obstinado, otro poco por el empuje de su familia (es el menor de cinco hermanos) y un tanto más porque lo contuvo gente del club en el que está desde los 9 años. “Fue injusto. Me bajoneé y estuve una semana sin ir a entrenar. Ya imaginaba mi vida sin el fútbol”, contó. En Colón, Mario Sciacqua, Rubén Rossi y el Chino Garcé también lo convencieron para que siguiera.
Acá está. Con 21 años recién cumplidos, fue tasado en 11 millones de euros, estuvo en los planes de clubes como River, Gremio, Real Madrid y Milan y fue convocado por Alejandro Sabella para los choques que Argentina disputó ante Brasil por el Superclásico de las Américas.
Y eso que se ataja: “Todavía no di el máximo de mí en Colón”. Después de que Roberto Sensini le diera continuidad y de haber aparecido como un soplo de aire fresco, Mugni está asentándose en el fútbol argentino, donde debutó a los 18 años. Hasta aquí, el zurdo mostró elegancia, buena pegada y algunos firuletes. Actitud, también, como para pedir la pelota incluso en la adversidad y como para tener el arco como objetivo final siempre. Aunque, claro, a veces se desconecta del juego.
“De Mugni pienso que es el jugador distinto del fútbol argentino, claro que en Buenos Aires ningún medio lo menciona. Y como jugador distinto, hay que pagarlo; y si no hay quien lo pague, lo mantengo en el club. Si los dirigentes hubiéramos dicho que Lucas vale tres o cuatro millones de dólares, dura 30 segundos en Colón”, expresó hace un tiempo Germán Lerche, el presidente del club.
El chico estará un tiempo más en Santa Fe, sumando experiencia. Como lo hizo en la Selección, aunque no haya entrado en esos duelos contra Brasil. “Ver de cerca a Neymar y a tantos buenos jugadores fue muy lindo. El clima, el estadio, la gente y el poder estar en el vestuario con tantos buenos jugadores fue inolvidable”, dijo de aquella vez. Su emoción fue tal que se llevó dos camisetas con el número 10: una la puso en un cuadro y la otra la guardó. Seguramente podrá acumular varias más.
