Esteban Guerrieri: vuelve a casa

 Nota publicada en la edición de febrero de 2013 de El Gráfico

-Es una muy buena oportunidad para mí que exista un automovilismo fuerte en la Argentina, porque si fuese un piloto de otro país tal vez no tendría esta chance. Durante años descarté el regreso porque veía que aparecía algún proyecto internacional interesante, pero esta vez decidí que era el momento de volver, porque justo surgió el ofrecimiento del equipo Oil Competición para el Turismo Carretera, aunque no descarto que en la agenda se pueda sumar muy pronto otra categoría como el Super TC2000. Veremos....

-El 19 de enero último cumpliste 28 años, ¿la edad influyó en tu decisión?
-Este es un momento justo para retornar, pero no sólo por mi edad, sino por cómo se fueron dando las cosas. Tuve en cuenta las oportunidades que de ahora en más se me pueden abrir en el país, sin perder el foco que si surge algo importante en el exterior, como las 500 Millas de Indianápolis, lo pueda aprovechar. Ojalá mayo próximo sea un mes agitado, porque eso significaría que estaré corriendo en el TC y en las clasificaciones para las 500 Millas.

-¿Cómo se dio la convocatoria del Oil Competición?
-Ellos tenían pensado hacer dos autos, uno para Pechito López y el otro me lo ofrecieron a mí a principios de noviembre. Y el equipo decidió que se tratara de una Dodge y como yo no me inclinaba por ninguna de las cuatro marcas del TC, confié plenamente en su elección. En estos años me tocó correr con muchas marcas, pero nunca lo hice con Dodge, así que será mi debut.

-Con Pechito López te cruzaste varias veces por el mundo y ahora el destino los ubica como compañeros...
-Y sí, es una apuesta fuerte del equipo, con la intención de consolidarse entre las estructuras más importantes de la categoría. Los dos desarrollamos una extensa campaña en el exterior y en los últimos años fuimos los que más cerca estuvimos de subirnos a un Fórmula Uno. Ojalá la apuesta salga bien, porque me siento muy entusiasmado con el desafío de este proyecto. El TC siempre fue una categoría fuerte, en la que existe una gran pasión popular e inclusive encontrás hinchas del automovilismo que sólo les gusta el TC. Y como atrae a muchísimo público, eso también atrae a las empresas.

-¿Cuál es el mayor cambio que encontrarás como piloto en el TC?
-Seguramente será el no poder usar la base de datos, porque estoy muy acostumbrado a utilizar el servicio de la computadora y en el TC no lo podré hacer. Obviamente que yo voy a llegar un paso atrás de mis contrincantes, porque tengo que conocer el auto, las pistas y adaptarme a muchas otras cosas, pero espero que la Dodge funcione bien y la adaptación arriba del auto sea lo más rápida posible. Las pruebas de Nueve de Julio a fines de diciembre fueron las primeras que hice en un auto de TC, ya que nunca antes había tenido esa experiencia. Y a esas pruebas fui con la intención de ir a descubrir, sin expectativas positivas o negativas, y me encontré con un auto complejo de manejar, porque es muy diferente a lo que estoy acostumbrado, sobre todo por las transferencias de peso y los tiempos en curva cuando aplicás la potencia o frenás. Creo que ese primer contacto salió bien y era más o menos lo que esperaba.

-En autos con techo ya habías tenido experiencias…
-No te creas, casi no tengo participaciones en autos con techo. Corrí como piloto invitado en la Argentina en los 200 Kilómetros de TC2000 y probé dos veces un DTM, una en 2006 en Estoril y otra en 2008 en Alemania. Y esa fue toda mi experiencia…

-Y en cuanto a los circuitos de TC.
-Conozco Mar de Ajó, escenario de la primera carrera del año (10 de febrero), pero nunca giré en pista. Pero frente a ese desconocimiento creo que metiéndole mucho trabajo al simulador, tomándolo como parte del entrenamiento me parece que puedo ir conociendo mejor las pistas. Obviamente que no es real, pero me va a resultar útil para saber con qué me voy a encontrar, para darme una idea general, por supuesto. De los demás circuitos también conozco una parte de Río Cuarto y la parte chica de Olavarría.

-¿Pudiste hablar con tus pilotos amigos que corren en el TC?
-Todavía no tuve oportunidad de charlar, porque ellos estaban compenetrados en las últimas carreras de 2012 y después se fueron de vacaciones, pero seguro que consejos no van a faltar. Con el equipo ya estuvimos hablando y sobre todo con un experimentado como Toto Etchegaray. Al Turismo Carretera lo espero muy competitivo y seguramente la aspereza en pista la voy a ir limando, obviamente con los códigos propios que se manejan en la categoría. Voy a tener que acostumbrarme a que son autos con techo en los que hay roces de más que en los fórmulas no pueden existir. Ahí estará el oficio del piloto para pensar de la mejor manera arriba del auto. Creo que va a estar muy bueno…

-¿En tu familia tenés algún antecedente de contacto con el TC?
-Mi papá, que falleció en el 2005 y me vendría muy bien en este momento del regreso, ya que se lo extraña mucho, era de mirar las carreras por la tele y como aficionado participó de manera muy amateur en algunas carreras con cupecitas de TC y con los Fiat 128 entre mediados del 60 y principios del 70. El con un amigo Felipe preparaban el auto y por lo que me cuentan lo hacían con una gran pasión.

-Por lo visto, no perdés las esperanzas de correr las 500 Millas de Indianápolis…
-Este año le volvemos a apuntar a las 500 Millas, que es una carrera especial a nivel mundial. Estuve muy cerca de correrla el año pasado, pero esperemos que esta vez se concrete. Seguir otro año en la Indy Light era una pérdida de tiempo, porque fui subcampeón en los dos últimos años. En el primero con alguna inconsistencia, pero en el segundo ya estaba más afirmado y terminé con 9 podios en 12 carreras, tres victorias y perdí el título por apenas 4 o 5 puntos. No valía la pena insistir otro año más.

-Y siempre quedará en la memoria ese triunfo en Indianápolis en la Indy Light 2012…
-La de la remontada histórica, como había puesto en Twitter el día anterior. Me tenía una fe bárbara y cuando escribí que se venía la remontada histórica lo hice convencido de que sería así. Y fue tal cual, porque había clasificado décimo y decidimos cambiar el motor, lo que implicaba que debía largar último. La decisión no fue fácil, porque debíamos resignar tantas posiciones, pero si el motor iba bien, sabía que podíamos hacer una gran carrera. Y en la estructura del Sam Schmidt Motorsports mi jefe de equipo, el mismo Sam y yo nos inclinamos por el sí contra el ingeniero que no estaba de acuerdo. Entonces asumimos el riesgo, largué último y todo salió redondo. Un logro inolvidable, con el que aparezco entre los ganadores en uno de los muros de Indianápolis.

-En tus 12 años en el exterior fuiste testigo de los grandes cambios tecnológicos en las comunicaciones.
-Sí, qué loco eso... Con Pastor Maldonado en 2003 nos conectábamos desde una casa arriba de una montaña en Caslino de Erba, cerca de Monza, con el viejo módem que hacía un ruido muy particular. Y en estos 12 años viví todos los cambios hasta llegar a hoy con el Skype por teléfono. Me acuerdo que empezamos a chatear por ICQ, seguimos con el Messenger y el BlackBerry. Justo el día anterior a irme en mi primer viaje a Europa me había hecho mi primer correo electrónico: [email protected] que era en escalerita mi objetivo de correr en la Fórmula Renault, Fórmula 3 y Fórmula 1. Ese correo funcionaba a 2 por hora...

-En aquellos años competiste con actuales figuras de la F1 como Vettel y Hamilton.
-Con Vettel corrí en 2005 y 2006 en F3. Era muy rápido y no aflojaba nunca. Siempre recuerdo una carrera en Hockenheim en 2005 con lluvia que los dos anduvimos a la par y terminamos 4° y 5°. En esos tiempos lo veía un poco inconsistente, porque a la hora de clasificar no metía la vuelta que todos esperaban que hiciese. En 2007 ya pasó a la World Series y en el 2008 ya estaba en la F1. En cambio a Hamilton se lo veía muy sólido. Los dos ya se perfilaban como figuras y cumplieron con los pronósticos.

-De aquella camada ¿con quién te mantenés en contacto?
-Pasaron muchos pilotos en estos 12 años, pero por ejemplo con Bruno Spengler, último campeón de DTM, y de vez en cuando con Pastor Maldonado y Checo Pérez nos escribimos en las redes sociales (Twitter @E_Guerrieri). Cuando yo estuve allá compartimos muchas cosas juntos.

-¿Y cómo fue eso de la participación en el Desafío del Desierto?
-Me gustó mucho, corrí en enero los 10 kilómetros del Desafío de Desierto en Pinamar, desde el primer parador pasando por todos los médanos. Había algunos que tenías que treparlos casi gateando. Y acepté la invitación de Under Armour, porque quiero prepararme para hacer algún triatlón. Lo tomo como un desafío personal de combinar natación, ciclismo y carrera pedestre. Y sigo en Acumen, el centro de entrenamiento visual, físico y mental. Yo fui uno de los primeros en aprovechar esa preparación, pero ahora ya hay varios pilotos que realizan ese acondicionamiento.

Por Walter Nápoli. Fotos: Maxi Didari