Las Entrevistas de El Gráfico

Horacio Pagani, 100x100: “Para mí, Riquelme se fue porque no se bancaba a Falcioni”

El mediático periodista habla de sus excesos en televisión, su menottismo y riquelmismo, sus viajes por todo el mundo, el periodismo actual y el de antes, su relación con Maradona y Bilardo, el personaje que ha creado y su relación con las mujeres.

Por Diego Borinsky ·

08 de septiembre de 2012
  Nota publicada en la edición de septiembre de 2012 de El Gráfico  

Imagen "GRRRRR. No me toquen a Riquelme" parece decir, en su casa. De fondo, las credenciales con las que recorrió el mundo.
"GRRRRR. No me toquen a Riquelme" parece decir, en su casa. De fondo, las credenciales con las que recorrió el mundo.
 1 ¿Sos un payaso mediático? No, no. Me ofende esa frase, me ofendió gravemente
.
2 ¿Sos un talibán del periodismo? Defiendo a muerte mis convicciones sobre mi idea del juego. Ahora se potenció, me ayudó mucho la aparición de Riquelme para sostenerlo y esto del Barcelona y de España, porque ahora somos campeones mundiales nosotros.

3 ¿Sos más riquelmista que Riquelme? Me parece que sí (risas), creo que Riquelme no tiene teoría sobre todas las cuestiones que yo veo. Esto empezó en joda cuando él estaba en Villarreal y dije: “El mejor jugador de todos es Riquelme”, aunque no lo veía tanto jugar. Se armó la discusión, les busqué argumentaciones a mis teorías, las encontré y me lo fui creyendo cada vez más. Román pone la parte práctica y yo soy el respaldo ideológico.

4 ¿Sos más menottista que riquelmista, o viceversa? Soy más riquelmista. El año pasado le hicieron un homenaje a Menotti en el Congreso, después nos juntamos a comer; el Flaco tomó la palabra, como siempre, y le pedí una opinión sobre Riquelme, porque si el Flaco me ponía un obstáculo a Riquelme, para mí se terminaba Menotti también. “Lo que me molesta es cuando pone el culo y hace teatro”, me contestó. Era una boludez, pero me reconoció que era el mejor jugador del fútbol argentino. Respiré aliviado.

5 ¿No hay exageración en tus posturas? En cuanto al juego, no; después, quizás por los puntajes, porque para mí Riquelme no puede jugar nunca menos de 6, es imposible. Y a veces me cuido al revés: pongo menos de lo que quisiera poner, por ese prurito.

6 ¿Los infartos en TV son puro teatro o te asustaste alguna vez? Teatro, solo una vez me faltó el aire. El tipo que más consigue sacarme, aunque no se lo proponga, es Martín Arévalo. Es un muy buen pibe pero hablando de fútbol me pone de la cabeza.

7 ¿Te das cuenta de que Marcelo Palacios te provoca y vos entrás como un caballo? Yo quiero que me provoque, forma parte del juego, pero a veces me saca de las casillas. Es muy turro el gordo, sabe cómo hacerme calentar.

8 Todo actuación, entonces. Una vez conté que me habían echado del banco Boston y de El Gráfico por defender a mis compañeros, y él se lo tomó en joda. Me agarró tal ataque de locura que en el corte le grité: “¡La próxima vez que pongas en duda estas cosas te voy a matar, hijo de puta!”. Casi nos agarramos a piñas. El se sorprendió, porque las cámaras no estaban prendidas y vio que me había salido del cauce de una manera sideral. Después le pedí disculpas, algo que me cuesta mucho. Es un buen tipo el Gordo, ¿eh? y en el juego de la tele lo necesito. Ya me propuso ir a hacer giras por el Interior (risas).

9 Para sintetizar: ¿cuánto hay de auténtico y cuánto de personaje en la TV? Va creciendo el personaje, se lo va comiendo. Cuando laburaba sólo en Clarín yo era igual, siempre fui igual, pero nadie lo podía ver. Hoy se me requiere el personaje, entonces va creciendo la exageración. Antes era el 10%, ahora está entre el 30 y el 40. Igual, ojo, yo grito; hago quilombo pero siempre argumento. ¡Y siempre soy yo!

10 ¿A Maschio le pediste perdón por haber dicho al aire que estaba “gagá”? Nunca sé bien cuándo estamos en el aire, no lo hice a propósito. Me dio mucha vergüenza lo que pasó. Yo lo quiero muchísimo a Maschio, lo admiré como jugador y no me animé a hablarle por teléfono. Le pedí a Claudio Codina, el dueño de La Raya, que armara una comida y lo invitara, pero se diluyó. Encima, lo repitieron por todos lados. Hoy, son todos programas de resúmenes que viven de los otros programas, y ahí soy una fija: lo de Maschio, la pelea con Fabbri, que fue hace 4 años y la siguen pasando. Me pone mal verla, fue una pelea muy jodida. El otro día llamé a Recondo para que no la pasaran más en Bendita TV. Me dijeron que me quedara tranquilo... y a los 15 días la pasaron de nuevo.

11 ¿Cómo la remontaron con Fabbri? A mí no me gustó el mote de “payaso mediático”. Fue un papelón, nos suspendieron tres días en el canal, y desde entonces nunca nos sentamos a hablar del tema. A Alejandro lo conozco desde hace 40 años, no somos amigos pero este año hemos ido a comer con nuestras mujeres.

12 De chico, ¿qué periodista soñabas ser? Tenía un gran fanatismo por Dante Panzeri, por él estudié periodismo deportivo. Yo entré a laburar al banco en el 61, era muy pibe, no hagamos quilombos con las edades, y con un compañero, que también era fana de Panzeri, nos enteramos de que armaba unas charlas y contestaba preguntas. Para mí era como un dios del periodismo, después me identifiqué más con el Viejo Osvaldo Ardizzone.

13 ¿Cómo nació tu vocación? De chico relataba en la calle los partidos que jugaban mis amigos, también me había hecho unos cuadernos de estadísticas de los Juegos Olímpicos (¡tiembla Fabbri!), pero nunca pensé que podía ser periodista, yo estaba condenado a ser contador público nacional. Hoy pienso que no pude haber sido otra cosa que esto. Laburaba en el banco y estudiaba Económicas, me lo había impuesto mi viejo. No me gustaba un carajo, pero al salir de la colimba, un amigo me comentó que no sabía qué estudiar y a través de un conocido nos puso en contacto con el presidente del Círculo de Periodistas Deportivos. Empecé como hobby.

14 ¿Cuándo dejó de ser un hobby? Mi primer profesor fue Ardizzone. Un día escribí una entrevista imaginaria desde la tribuna de la Bombonera a Antonio Roma y él me contestaba desde el arco. El Viejo no corregía nunca, pero unas clases después preguntó: “¿Quién es Pagani? Esto es original, está muy bien”. Ahí hice el click: si este tipo, que es un monstruo, dice esto de mí, yo voy a laburar de esto, pensé.

15 Tu primer trabajo. Estaba en segundo año y vino Carlitos Ferraro, que laburaba con Apo padre, y empezaron a transmitir los partidos por Canal 13. Los domingos había Tercera, Reserva y Primera desde las 11 de la mañana, y necesitaban una persona para que pasara información por teléfono de otra cancha.

16 ¿Pasabas por celular? Sí, justo… Algunas canchas, como la de Ferro, tenían teléfono, pero la mayoría, no; entonces teníamos que ir a buscar uno en las casas de los vecinos. Por ahí tenía que caminar dos cuadras para encontrar una casa con teléfono y que me dejaran usarlo. “Gol de Fulanito”, pasaba, y cuando volvía ya habían metido otro gol, que por supuesto no había visto. Entonces, tenía que ir otra vez a esa casa y pasar el nuevo gol. No veías un carajo del partido. Otra misión era conseguir la formación de la Primera un par de horas antes. Esa era la gran primicia que se podía dar temprano por la tele. Y buscando esos datos tuve el privilegio de conocer a Renato Cesarini, que era el técnico de River. Me atendió como un caballero.

17 ¿Le dijiste: “Hola, soy Pagani”? No, no, todavía no usaba ese latiguillo. Le expliqué que necesitaba la formación y me la dio. Un fenómeno, así empecé a hablar con los técnicos y me fui metiendo. Después, comía en el estadio durante la Reserva y terminaba viendo de garrón el partido de Primera, que era lo que quería.

18 Te hago la misma pregunta que te hizo Ardizzone en el 65: ¿quién es Pagani? Me defino como un tipo que está caminando por el borde del precipicio entre el prestigio, entre comillas, que acumulé por más de 40 años escribiendo seriamente en Clarín y en El Gráfico, y el papelón que significan mis excesos en la televisión y en la radio. Creo que todavía no me caí al abismo, que la gente me sigue creyendo y respetando por la trayectoria, pero como los que ven televisión son en su mayoría los pibes, percibo una sensación de idolatría con los pibes que me llama mucho la atención, porque soy dos generaciones más grande que ellos.

19 ¿En qué notás esa idolatría? En que me lo gritan por la calle, también lo veo en Twitter, donde he superado los 100 mil seguidores. La frase más repetida es “Aguante Román”, y la segunda, “Matalo al gordo”. Después, tengo una legión de gente mayor que me sigue en el programa de radio de los sábados, “Con todo respeto”, y muchas señoras me dicen: “¿Sabés cómo te quiere mi hijo?”. Se enganchan por la manera que tengo de pelear. Es impresionante cuando voy al Interior, porque ahí el programa se ve más que acá; a mediodía, la gente se va a su casa a comer. La última vez que fui a San Juan a una pelea de Narváez, entré al estadio y creo que me saludaron más que a Narváez. Me da la sensación de que toda la gente me conoce, y es muy raro cuando esto te ocurre de grande. Hoy, si llamo por teléfono para pedir una pizza y no me reconocen, me parece raro.

20 ¿Para el delivery también arrancás con “Hola, soy Pagani”? Sí, para conseguir alguna ventajita, que llegue más rápido la pizza (risas). Esto empezó en la radio, no sabía cómo meterme en las entrevistas y arranqué con esa frase y quedó. Mi hijo me creó la web www.soy pagani.com.ar y ya está, es un slogan.

21 Armá tu podio de los periodistas deportivos que conociste. Panzeri, Ardizzone y Juancito De Biase, un maestro del periodismo, un artesano para resolver a gran velocidad cuestiones técnicas en los cierres, cuando Clarín vendía más de un millón de ejemplares los domingos. Beto Devoto es otro.

Imagen EL CD con su recitado de tangos. Escucha esa música desde muy chico.
EL CD con su recitado de tangos. Escucha esa música desde muy chico.
 22 ¿Por qué te gusta tanto el tango? Empezó cuando un amigo del barrio me vendió un álbum con 10 discos de Gardel. Eran 20 temas que me aprendí de memoria. En el colegio, a los 8 años me había aprendido tres tangos de fútbol y los recitaba en el recreo. Un día, el director me los hizo recitar para todo el colegio con los padres, eran mil, casi me muero. Por culpa del tango me quedé sin conocer el resto de la música. Tenía peleas tremendas con los pibes del barrio. “Sos un pelotudo”, me decían, por perderme a los Beatles, por ejemplo, pero yo siempre odié las cosas en inglés.

23 Un tango. Mi tango bandera es “Fuimos”, de Manzi. Tiene unas metáforas extraordinarias. Expósito, Cadícamo, Cátulo..., ¡qué poetas!

24 ¿Quién es el Maradona del tango? Gardel, sin duda, y detrás viene la discusión entre Julio Sosa y Goyeneche. Yo pongo segundo al Polaco.

25 ¿Gráfica, radio o tv? Mantengo lo que proclamé toda la vida: que el verdadero periodismo es el de la gráfica. Cuando lo decía hace 20 años, muchos comentaban: “Este lo dice de celoso”. Ahora que hago radio y tv, lo sostengo más que nunca. La tele es la más fácil.

26 ¿Por qué? Porque a las palabras habladas se las lleva el viento, en la fluidez de la radio y la tele decís cualquier cosa. Mirá, ahí tengo colgada la primera nota que le hice en el diario a Maradona, en 1976 (señala el pasillo).

27 ¿Periodismo de antes o de ahora? El de antes. La computadora es fenomenal, pero los pibes creen que ahí está toda la verdad y se han anquilosado, perdieron el poder de investigación propia, el ojo de tigre. Siempre hay excepciones, pero ahora parece que todo se resuelve por internet, por eso los periodistas de antes eran más creativos.

28. ¿Qué es lo que menos te gusta del periodismo de antes? Se inventaba mucho. Yo laburaba en la Sexta de El Mundo, había que cerrar apenas terminaban los partidos. Te decían: Racing le ganó 1-0 a Rosario Central en Rosario, gol de Fulanito a los 19. Y con eso había que escribir 80 líneas. Se mentía mucho.

29 ¿Y cuando eras enviado especial? Uhhh, eso parece increíble hoy. Hace 35 años mandábamos el material de la manera más insólita. Yo iba al correo en Roma, donde los tipos estaban acostumbrados a mandar telegramas de dos líneas, con un texto de 300 líneas. ¡Y en otro idioma! Me comía 3 o 4 horas esperando en el correo, y los tanos escribían cualquier cosa. En Colombia pasé tardes enteras. En Cali siempre hubo hermosas mujeres, entonces iba y volvía, pero siempre cerca del correo por si había un inconveniente con la nota. Hoy hacés “piiiiin” y llega la nota en un segundo. Eso es algo extraordinario en el periodismo actual.

30 Tu mejor nota. Las necrológicas. Otra que recuerdo de cuando recién comenzaba fue un mano a mano con Pelé. Era un amistoso en cancha de Boca, él salió en el primer tiempo, yo bajé, estaba solo y me puse a charlar en el vestuario, mientras se jugaba el segundo tiempo. Increíble, ¿no? Me quedé paralizado. Y también tiene un gran valor para mí la primera nota a Maradona.

31 ¿Cómo fue? Había ido a ver un partido de la Selección y como preliminar jugó Diego con otro pibe que se llamaba Luna. ¡La rom-pie-ron! Y me quedaron grabados los apellidos. Al poco tiempo debutó en Primera y, cuando me enteré, dije en el diario: “Hay que hacerle una nota a este pibe”. Fui a Comunicaciones, donde se entrenaba Argentinos, con el Ronco Ismael, el fotógrafo, que estaba malhumorado por ir tan temprano a la nota. Yo fui con mi Fiat 600, él con el auto del diario. “¿Cuál es el pibe?”, preguntó, porque quería hacer unas fotos e irse. Tiró un par de fotos y me dijo: “Este pelotudo, quién se cree que es, ¿Pelé? Se hace el canchero”. Se fue y me dejó solo. Ahí charlé con Diego. El título de la nota fue “Un sueño de barrilete”.

32 ¿Lo invitaste a subir a tu Fitito? Sí, como el club le había alquilado una casa cerca, le pregunté si lo llevaba. Cuando llegamos, sus dos hermanitos jugaban a la pelota en la puerta. Diego me dijo: “Algún día vamos a jugar juntos en la Primera de Boca”. Al despedirme, le dejé la célebre frase: “Vos un día vas a ser una estrella mundial y me vas a negar una nota”.

33 ¿Acertaste? Diego me invitó a su cumpleaños 17 y 18 y le hice varias notas. Cuando Argentina ganó el Mundial 86, logré que viniera al diario, nosotros estábamos medio desespereti y fue un gran logro. Bilardo se quería matar. Después, Diego se enojó violentamente por el tema de la droga, cuando yo lo había defendido con mi artículo “Evitemos la hipocresía”.

34 ¿Te negó la nota o no? Volviendo de un partido de la Selección en Arabia le dije a Simeone, a quien tenía de compañero en el avión: “Maradona tiene quilombos con Clarín, yo quiero saber si puedo hablar con él, no una nota; preguntale eso, así sé si me tomo un avión a Sevilla”. Al día siguiente, el Cholo me dijo lo que le había contestado Diego: que al diario no le daba notas pero que conmigo hablaba. Fui a Sevilla, me hizo esperar 7 horas en el hotel, me esquivó al bajar de su habitación y cuando se iba, lo encaré: “Diego, a vos te conozco de pibe, me estás tratando mal, y yo no te hice nada". Me olvidé de recordarle la frase de la primera nota, pero ahí pensé: “A este tipo no le doy bola nunca más en mi vida”. Después vino el Mundial 94 con Basile, me saludó y nos amigamos.

Imagen CON DIEGO MARADONA y el Riachuelo de fondo.
CON DIEGO MARADONA y el Riachuelo de fondo.
35 ¿Te ves seguido con él? No. Me llamó la atención que dijera que estaba muy bien lo de Falcioni como técnico de Boca cuando siempre dijo que los arqueros no podían ser técnicos, sin duda es un tiro por elevación contra Riquelme. No me gustó esa posición. Hace unos años nos juntamos varias veces a comer. “Vamos a hacer una revolución, Diego, yo la encabezo y vos vas a ser mi segundo”, le decía. “Yo no soy segundo de nadie”, me respondía. “Con la pelotita, Diego, con la pelotita; pero esto es otra cosa, lo manejo yo al tema de la revolución”, la seguía, porque los dos éramos partidarios de Fidel.

36 ¿Vos sabías de la adicción de Maradona antes de que saltara el antidoping en Italia? ¿No tendrías que haberlo contado para que no pasara lo que pasó en USA 94? Estaba el rumor entre los periodistas, pero había como un compromiso de no hablarlo para no ensuciar su imagen. Es un tema muy íntimo, contarlo hubiera sido una botoneada. Una vez, llamé a Adolfo Pedernera, a quien admiraba profundamente, porque Nicolau había hablado mal de él. “No olvide, amigo, que no todos los vigilantes usan manga blanca”, me contestó. Me quedó grabada esa frase.

37 El error más grosero. ¿Sabés cuántas cagadas me mandé? El de Maschio fue un cagadón tremendo, pero en el periodismo escrito es más difícil, tenés más protección. Una vez me ensarté con un arquero, hice un comentario de un partido donde puse de arquero a un tipo que no jugó.

38 En el Mundial 86 gritabas los goles de los rivales de Argentina por tu pelea con Bilardo. ¿Verdadero o falso? Falso, es una cosa absurda. Me tuve que quedar en la Argentina, y veíamos los partidos con otros 20 tipos en el diario. Si gritaba los goles de los rivales, me cagaban a trompadas. Tenía una mezcla de sentimientos, eso sí, el de Argentina campeón del mundo era superior, además Diego había metido esos golazos, y por el otro lado yo estaba muy enojado con Bilardo. En el 90 me daba vergüenza cómo jugaba la Selección.

39 ¿Por qué empezó la pelea con Bilardo? En mis primeros años como periodista, en el 68, viajé con el plantel de Estudiantes a City Bell después de la primera final Intercontinental con el Manchester. En el 78 me mandaron a cubrir la semifinal de la Libertadores del Cali de Bilardo, porque podía ser el rival de Boca en la final. Una madrugada me llamó a la habitación del hotel para preguntarme con qué pierna cerraba Mouzo, yo estaba redormido. Cuando vino a jugar con Boca la final, lo fui a visitar al hotel, teníamos una buena relación y de hecho, al asumir en la Selección, lo invitamos a comer. Lo primero que nos dijo fue: “Ustedes son amigos de Menotti”. Le respondí que sí pero que Menotti ya no estaba. Después de charlar un rato, le dijimos: “Te damos un año de plazo con toda buena voluntad, probá los jugadores que quieras que te vamos a sostener. Después de ese año, vemos: si nos gusta, te apoyamos y si no, no”. Así de simple, te lo juro por mis hijos.

40 ¿Y entonces? Viajé a ver un partido a Paraguay, el equipo era un desastre, pero fui cauto en mi comentario. En el aeropuerto de Corrientes, se me acercó Grondona con el diario, que ya había salido, y me dijo: “Tengo que felicitarte por lo que escribiste”. Vino Madero y lo mismo. “Esto recién empieza, vamos a esperar”, les dije. No solo esperamos un año, sino dos, sin críticas, hasta que un día, un periodista amigo me contó: “Manera anda diciendo que ustedes cobran guita de Menotti”. Ahí mismo lo cité a Bilardo en Las Violetas. Discutimos un par de horas, nos escuchamos, Bilardo decía que le hacíamos crítica indirecta a través de cómo jugaban otros equipos, para pegarle a la Selección. Un disparate. Nos pusimos de acuerdo al final, pero a los pocos días fue a un programa y volvió a decir que Clarín hacía crítica indirecta. Y escribí la primera nota criticándolo fuerte.

41 ¿Ahí dejaron de hablarse? Después del Mundial 86 empezó a decirme Garpani, y otras barbaridades imposibles de tolerar, así que le hice una querella, nos vimos en la Justicia y se tuvo que retractar en su programa de radio. Cuando bajábamos del juzgado, me aseguró: “Lo único que quiero decirte es que yo nunca pedí que te echaran de Clarín”. Y era mentira, yo sé que él había pedido que nos echaran a mí y a Pedrito Uzquiza del diario.

42 ¿Qué pasa si abrís la puerta de un ascensor y está Bilardo adentro? Ya me pasó una vez en el garage de la radio. “Hola”, “hola”, una cuestión de cortesía y nada más, pero no le doy bola, para mí ya fue.

43 ¿Y cómo es tu relación con Passarella? Daniel es un amigo. Cuando era el técnico de la Selección, y había partidos en el exterior, me llamaba a su habitación y me quedaba cinco horas charlando con él. No salía nada en el diario, por supuesto, yo cumplía siempre con estas cuestiones. “¿Me podés explicar vos, que sos tan vivo, cuál es la diferencia entre Bilardo y Menotti, porque yo no la veo?”, me preguntó una vez. Le contesté: “Te doy una explicación sencilla. Cuando vos hacés la charla técnica, ¿quién pensás que principalmente va a tener la pelota? ¿Vos o los contrarios? Porque si vos creés que principalmente la pelota la vas a tener vos, sos Menotti. Si creés que la van a tener los contrarios, sos Bilardo”. Me dijo: “A veces pienso que la tengo yo y otras el contrario”. Le contesté: “Bien, no sos ni Menotti ni Bilardo, no sos nada”. Passarella elegía jugadores de buen pie y de características ofensivas, pero después los llenaba de compromisos, y los anulaba con su tacticismo, pero es un amigo Daniel.

44 ¿Y con Bielsa, qué pasó? Yo no conocía al técnico de la Selección, ¿cómo puede ser que un periodista de más de 30 años no conozca al técnico de la Selección Argentina?, me decía. En la Copa América de Paraguay le pedí a Coco Ventura, el jefe de prensa, una cita para charlar con él. No una nota, quería conocerlo. Me citó en la concentración después de la cena. Me imaginé que íbamos a tomar un café. Llegué, él salió a la puerta y me dijo: “¿Le gusta caminar?”. Y… más o menos. Caminamos como dos horas por los suburbios de Asunción, parecía que había precipicios en las esquinas. Después de un rato, me dijo: “Yo lo leo hace 30 años, el fútbol que usted pregona no existe más”. Quedamos supuestamente bien a pesar de las diferencias, pero a mí no me gustaba cómo hacía jugar a su equipo, demasiado vertiginoso, defendía un fútbol universalista y no creía que existiera un estilo argentino.

45 ¿Te molestaba que no te mirara a los ojos cuando te contestaba en las conferencias de prensa? Cuando le ganó 6-1 a Ecuador, le hice el comentario de que había jugado con Sorín de 3 y con Zanetti de 4, con el estilo clásico argentino y me contestó: “No, jugó igual que siempre”. Y lo hizo sin mirarme. La verdad es que me molestó que no me mirara; pero bueno, no podía hacer nada.

46 ¿A cuántos Mundiales fuiste? A 8, el único donde no estuve fue en México (risas), un designio del destino, alguien se tenía que quedar a cerrar y me ensartaron a mí.

47 ¿Viajaste más por el boxeo o por el fútbol? Por el boxeo. A Las Vegas fui 24 veces, todas por peleas, y calculo que fui más de 70 veces a Europa y más de 60 a Estados Unidos, 11 veces a Oriente, entre otros destinos. Estuve más veces en París que en Montevideo. Debo haber volado unos 4 millones de kilómetros, 5 mil horas de vuelo, voy por el octavo pasaporte.

48 ¿De pibe, de qué equipo eras hincha y quién era tu ídolo? Yo no digo de qué cuadro soy hincha. Mi primer ídolo fue Ernesto Grillo, porque un vecino mío me llevaba a ver a Independiente y Grillo me volvía loco: jugaba con medias caídas, se paraba arriba de la pelota y hacía visera con las manos para ver a quién le pasaba la pelota. Después, el otro gran ídolo que tuve fue Rojitas.

49 ¿Por qué no decís tu cuadro? Porque se compromete la opinión, te empiezan a desconfiar, pero lo que se sospecha, se sospecha.

50 Está bien sospechado, entonces. Lo que se sospecha, se sospecha… Mi primer ídolo fue Grillo, y después Angelito Rojas, que para mí gusto fue el ídolo más grande de la historia de Boca. Un día, en cancha de San Lorenzo, él jugaba en la Reserva, se hamacó en el área, frente a la tribuna de Boca y, solo con los amagues, sin llegar a patear, se vino la avalancha. Era un malabarista fenomenal.

51 ¿En qué te basás para establecer la idolatría? En la habilidad suprema. Lo de Riquelme es distinto: es el único tipo que yo vi, y aquí incluyo mis 8 Mundiales, que entiende el juego como ningún otro jugador, por ahí Zidane se acerca, y nadie más. Además, se pone siempre el equipo al hombro.

52 ¿Te da lo mismo si pierde o gana tu equipo, a esta altura? Con 46 años de periodista se atenúa el sentimiento, pero no me da lo mismo, eh, me gusta siempre que gane mi equipo… pero escuchame, yo no te convidé nada, ¿querés un café? (se acerca a la cocina) Uhhh, ¿vos sabés cómo se hace café en esta máquina? porque siempre lo hace Cecilia. ¿No querés un whisky, mejor? Sí, son las cinco de la tarde ¿cuál es el problema? ¿Está mal?

53 ¿Gritaste algún gol como periodista, en un palco de prensa? Ehhhh (piensa)… bueno, en Tokio grité los goles de Argentinos Juniors con Juventus, también los de Boca con Real Madrid. Por la sensación de lejanía, más que nada…

54 ¿Lloraste por el fútbol alguna vez, de pibe? Sí, en una Copa Libertadores. Y no puedo dar más detalles…

55 ¿Qué son los códigos del fútbol? Yo creo en los códigos, por ahí soy un tipo antiguo. Mostaza Merlo es una de las personas a las que más quiero en el fútbol, y lo quiero porque es fiel a sus códigos. Yo como en La Raya dos veces por semana, en general con Basile, y ahí el Coco nunca dijo por qué se fue de la Selección, por ejemplo. Esos son códigos.

Imagen CARLOS MONZON, entrevistado frente al Arco del Triunfo. Pagani asegura que estuvo más en París que en Montevideo.
CARLOS MONZON, entrevistado frente al Arco del Triunfo. Pagani asegura que estuvo más en París que en Montevideo.
 56 Tu máxima emoción en un acontecimiento deportivo. Vi la pelea Monzón-Bouttier de 1973, mi primer viaje a Europa. No podía creer haber llegado a París, lo había soñado toda la vida y estaba ahí con Monzón. Viajé por el diario El Mundo, que era de los muchachos del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Fui el único enviado especial en la historia de ese diario y, en la mitad del viaje, Perón lo clausuró y me quedé ayudando a un colega. También es muy emocionante estar en los Mundiales. Otro momento que me conmovió fue la pelea más grande que vi: Leonard vs. Hagler.

57 Y la mayor tristeza... El 0-1 de Argentina con Bélgica en el Mundial 82, con toda esa ilusión que teníamos.

58 ¿Sabías qué pasaba en el país durante el Mundial 78? Algo, pero no de las torturas y desapariciones. En 1980 estuve comiendo con exiliados en París, y por las cosas que contaban los tipos me parecía que hablaban de otro país. Ahí empecé a enterarme más.

59 El mejor equipo que viste. Siempre decía Brasil del 70 pero este Barcelona lo superó.

60 El entrevistado que más te cautivó en una nota. Y… Menotti era invencible en las notas, además yo tenía una identificación total con el Flaco.

61 ¿A quién hubieras querido entrevistar alguna vez? A Fidel… Hubiese sido una nota más larga que esta, ¿no? En el deporte tuve el placer de hablar con Di Stéfano y que una vez me agradeciera una nota, a la manera de Alfredo, claro, sin decir nada, pero convidándome con whisky.

62 Te gusta Sabella como DT de la Selección? Tuvo un arranque demasiado tacticista para mi gusto, lo estoy estudiando.

63 ¿A quién hubieras elegido vos? A Carlitos Bianchi. Es tacticista también pero bastante vivo y lo supo aprovechar a Román, que fue lo principal.

Imagen CON EL FLACO Menotti, el entrevistado que más lo cautivó en una charla y con el que alcanzó una identificación futbolera absoluta.
CON EL FLACO Menotti, el entrevistado que más lo cautivó en una charla y con el que alcanzó una identificación futbolera absoluta.
64 A propósito de tus libros, ¿no es demasiado presuntuoso creer que hay un solo fútbol que le gusta a la gente? Es un título provocador, justamente. Pero te contesto. En los 80, en Clarín alguien escribió que Ferro era un equipo aburrido; y Adrián Paenza, que era amigo de Griguol, me propuso ir a comer para charlar de fútbol. “¿Qué derecho tenés para atribuirte que vos sentís el fútbol que le gusta a la gente? -arrancó-. A mí me gusta más el fútbol de Ferro que el de Menotti, por ejemplo”. Le contesté: “Hagamos una cosa. Vamos mesa por mesa a preguntarles a las 100 personas que hay, qué fútbol les gusta más, si el de Ferro o el de Menotti. Si es 60 a 40 para Menotti, ganás vos; si es 70 a 30 ganás vos también, recién paso a ganar yo si vamos 80 a 20”. No quiso. “Estás loco, mirá si vamos a hacer ese papelón”, me contestó.

65 ¿Se puede llamar deporte a una actividad en la que los protagonistas se matan a trompadas y terminan con problemas en la cabeza por tantos golpes? El día que una ley prohíba la pobreza, entonces ese día se puede prohibir el boxeo. Es una posibilidad para tipos que no tienen ninguna chance de ganarse un lugar en la sociedad. Para mí es un deporte porque tiene reglas y protecciones específicas, aunque a veces se las pasa por alto. Aprendí a querer más a los boxeadores que al boxeo mismo, porque son tipos muy nobles, arriesgan su cuerpo en cada cruce.

66 Definí al Negro Fontanarrosa. Fue mi amigo, y ese es uno de mis mayores orgullos. Compartí la habitación con él más de 100 noches: sumá dos Mundiales, una Copa América y viajes por Eliminatorias. Era un superfenómeno, un tipo de fierro. Además honró mucho su amistad escribiendo el prólogo de mi primer libro... Es lo mejor que tiene, por otra parte (risas).

67 Contate una divertida del Negro. No, no, el Negro era un tipo muy serio, siempre calladito, todos esperaban que dijera alguna cosa inteligente y él no hablaba. Yo era más divertido que él.

68 ¿Cómo te definís políticamente? Siempre fui un tipo de izquierda, ahora estoy fuera de circulación porque no tengo referentes claros ni precisos, y porque los años moderan ciertas cuestiones. Soy admirador de Fidel y de la revolución cubana, siempre voté por la izquierda y nunca gané una elección.

69 ¿Bebida preferida? Champagne. Si puedo, tomo todos los días. Ceno con vino y después, en una costumbre más o menos nueva, aprendida en La Raya, usamos unos vasos grandes y ahí va el champagne con hielo. Suelo tomar 2 o 3 de esos vasos después de comer, serán tres cuartos de botella.

70 ¿Desde cuándo usás barba? En el banco había que trabajar con corbata y sin barba. El día que me echaron, me la dejé automáticamente. Como protesta y porque mi nuevo rol de periodista era con barba. Al principio no me cortaba nada, tenía una barba así (hace el gesto con la mano). Me la recorté al máximo dos veces para hacerme el pasaporte porque los milicos, si no, no te lo hacían.

71 ¿Grabador o libreta, para las entrevistas? Libreta, solo usé grabador un par de veces por obligación. Me quedó un consejo de García Márquez: no es necesario tener la textualidad sino el concepto de lo que se dice. Además, las veces que usé grabador, me volvía loco desgrabar, mucho laburo.

72 ¿Qué porcentaje de lo que sabe el periodista le llega a la gente? Los buenos periodistas son los que saben contar lo que debe contarse y eso no debe pasar del 50%. Los que se hacen los cancheros y cuentan todo, no son buenos periodistas.

73 No está mal guardarse cosas y no contárselas a la gente. El periodista tiene la obligación de saber y la gente no tiene por qué conocer miserias y cuestiones que el periodista debe guardar; yo creo en los códigos. Hay muchas declaraciones que están teñidas por intereses de los tipos que te pasan la información: “Te digo esto pero no lo publiques”. El periodista debe saber que es de interés público y qué de cholulismo público. Y debe saber elegir entre los dos.

74 ¿Usaste viagra alguna vez? Claro, el que a esta edad dice que no lo usó, miente, pero solo para probar, ahora no lo uso porque estoy perfecto en pareja. Me parece mal que lo tomen los pibes para joder, pero le solucionó muchos problemas a gente grande que sufría con el tema sexual. Me pareció un gran invento. La revista Gente puso que yo dije que el viagra era superior a la penicilina. Jamás podría decir eso... salvo fuera de micrófono.

75 ¿Funciona quitarse años? Y... es necesario. A mí se me metieron una vez en Wikipedia y pusieron que había nacido en 1492. Hay tres cosas que no se preguntan: edad, equipo de fútbol y estado civil.

76 ¿Es obligatorio cargar con un divorcio, si sos periodista? Yo tengo dos. Si sos periodista de un diario, cerrás a las 12 y te acostás a las 4 de la mañana, y laburás sábado y domingo; es muy difícil sostenerse socialmente. Yo ya no reincido, tengo una semiconvivencia desde hace 8 años con Cecilia (Di Carlo, ex tapa de Playboy en 1989). Viene los viernes y se va los domingos, después viene los miércoles y se va los jueves, se queda 3 o 4 noches por semana a dormir. Por mi experiencia, es la manera para perdurar mejor, mantenés ciertas libertades.

77 ¿Cuántas veces tenés sexo por semana? Una vez por semana, regular, estás hablando con el campeón mundial, aunque en situación de retiro.

78 ¿Existe la fidelidad? Monogamia flexible para el hombre está bien. No para las mujeres, eh. El hombre es naturalmente infiel, cuando pasan los años uno toma la fidelidad como una conducta de vida.

79 ¿Cual es tu principal arma de seducción con las mujeres? ¿Viste que los boxeadores tienen los puños prohibidos? Bueno, yo tengo los dedos prohibidos. Ahora estoy retirado, insisto, pero escribiendo cositas, impresionaba. Dios es justo: al que no le da pinta, le da otra condición, un poco de labia, la voz.... Los tipos que no somos agraciados físicamente tenemos que robar con otras cuestiones, pero a mí siempre me fue bien, muy bien.

Imagen JUNTO A GUILLERMO Vilas, otra vez en París, adonde llegó por primera vez en 1973.
JUNTO A GUILLERMO Vilas, otra vez en París, adonde llegó por primera vez en 1973.
80 ¿No fue la tv, entonces, la que te dio mayores réditos? No, la que sube más es la radio, pero ya estoy retirado.

81 ¿Existen sobres en el periodismo deportivo o es un mito? Te digo la verdad, nunca los vi, pero deben existir porque es mucha la gente que dice que existen. El periodista coimero, para mí, es un criminal. Yo recibo un mango en esto y me suicido, es gravísimo.

82 ¿La pasaste mal en alguna cancha? Una vez, en Quilmes, la tribuna entera cantaba: “Siga el baile, siga el baile, al compás del tamboril, que esta tarde nos cogemos, al cronista de Clarín”. Y el cronista de Clarín era yo, je, je. No sé qué habían escrito de Quilmes en el diario y me cantó toda la tribuna… Puteadas me comí en varias canchas y una vez un veterano en la cancha de Vélez me increpó y pasé un momento feo.

83 ¿Alguna vez te agarraste a piñas con algún protagonista? Una vez casi me caga a trompadas Giunta, yo estaba en un vestuario discutiendo con el Bocha Ponce por un puntaje y se metió y me preopoteó: “Salí de acá, que te voy a cagar a trompadas”. La verdad es que me asusté, después no pasó nada...

84 ¿En el periodismo tenés más amigos o enemigos? Amigos, ampliamente, tengo muchos amigos, me siento muy querido dentro de la profesión.

85 ¿Los enemigos te los ganaste por Menotti? Y… sí, nació en la gran pelea de trinchera que tuvimos en los 70 por Menotti y Bilardo.

86 ¿Qué consejos les darías a los nuevos periodistas? Que se capaciten y que traten de perseguir siempre la investigación propia, no depender exclusivamente de internet. Que se capaciten leyendo y creyendo que hay historia, que el fútbol no es una cosa que se empezó a jugar ayer.

87 ¿Cómo arrancaste en la tele? Fui como invitado a Estudio Fútbol, cuando ohabía tres en la mesa, y por supuesto discutí de fútbol. Yo me peleaba en todos los programas a los que me invitaban, aunque Riquelme no existía todavía. Al mes me llamó el productor para decirme si quería ir a laburar con ellos. Lo único que mantengo es que sean 4 veces por semana para que me quede una para almorzar con mis amigos.

88 ¿Cuántas veces por semana salís a cenar afuera? Cinco, en promedio, porque tengo varias comidas fijas por mes: con mis compañeros del banco, con los del secundario, con la gente de Deportea. Para mí es muy importante la sobremesa para charlar, para joder, yo soy muy amiguero. Me suelo acostar a las 2 de la mañana y me despierto a las 7.

89 ¿Qué te dio y qué te quitó la tv? Me dio una popularidad que nunca había soñado y me quitó esa seriedad que tenía como periodista, porque el periodismo escrito te da prestigio y la televisión te da popularidad. Prestigio es que alguien te diga: “Me gustó la nota que escribiste”. Después, que un tipo te diga: “Te vi por televisión”, eso es popularidad.

Imagen IMPOSIBLE reconocerlo: con pelo y sin barba. El de la izquierda, mostrando un cuerpo bien moldeado y traje de baño bastante atrevido para la época, junto a Antonio Lamas, un amigo de la infancia.
IMPOSIBLE reconocerlo: con pelo y sin barba. El de la izquierda, mostrando un cuerpo bien moldeado y traje de baño bastante atrevido para la época, junto a Antonio Lamas, un amigo de la infancia.
90 ¿Qué opinaría el Pagani de hace 30 años mirando a este Pagani de hoy? No podría decir mucho porque el Pagani de hace 30 años era igual que este pero no tenía la figuración pública. A mí me llaman de 10 diarios o radios para salir por día, esto ha tomado un cariz que no me disgusta, pero que a veces me asusta.

91 ¿Y qué diría aquel Pagani histórico viéndote en la publicidad con Riquelme? “Mirá hasta dónde llegó este pibe”, diría, fue una cosa muy graciosa, porque esa publicidad se hizo en dos partes, y en la segunda yo tenía más protagonismo que el propio Riquelme. Increíble. Un día, Román me dijo que me había hecho ganar plata con la publicidad y yo le contesté: “Mirá que no me llamaste vos, sino la gente de la empresa, eh”. Me lo dijo graciosamente. El video tuvo más de un millón de visitas en youtube (pronuncia shoutube, como se escribe).

92 ¿Es fácil creérsela en el periodismo con unas horas de cámara? Sí, ¡muy fácil! A mí la tele me llegó tarde, entonces no me afectó, y si me afectara, me matarían mis amigos, pero es verdad: por un minuto de aire cualquiera es capaz de matar.

93 ¿Maradona, Messi o Riquelme? Maradona es el mejor jugador de la historia. Un Riquelme más un Tevez hacen un Maradona. Messi es otra clase de jugador, el más explosivo que conocí, un desequilibrante extraordinario en velocidad, pero el que más entiende el fútbol es Riquelme.

94 ¿A Riquelme lo ponés por encima de Messi? Son cosas distintas. Riquelme entiende mejor el juego que Messi. En un pan y queso, elijo primero a Riquelme.

95 ¿Te pareció bien lo que hizo con Palermo el día del gol 219? No se querían, cada uno hizo lo suyo. No me gustó en la cancha, pero la explicación me pareció correcta: Román dice que en el barrio se festeja la generación del gol, que el gol lo hace cualquiera, lo importante es fabricar la situación. Román le dijo: “Tomá y hacelo”. Y aunque todos hablaron de si lo saludó o no, nadie hizo hincapié en lo más importante: que era un gol de él y se lo cedió a Palermo para que metiera su gol récord.

96 ¿Hablás seguido con Riquelme? No, no, él tiene una muy buena relación con Basile y yo también, habremos comido unas cinco veces juntos en La Raya. Es muy sarcástico Román, no es de los tipos amables. Siente un odio profundo por los periodistas y yo al fin de cuentas soy un periodista que lo defiende a él. Solo una vez le hice una crítica porque no arreglaban el contrato y él me llamó por teléfono para explicarme. Fue una charla tan larga que se me acabó la batería del teléfono y vino a La Raya, con su hermano, a continuarla.

97 ¿Te carga por la defensa alocada que hacés de él? No, no, es como si yo no fuera ese (risas).

98 ¿Riquelme se fue de Boca porque no se bancaba a Falcioni y a Angelici? Para mí se fue porque no se bancaba a Falcioni. A Angelici, creo, le dio una lección. “Vos querías un contrato de dos años. Bueno, ahora que cumplí dos años, me voy”, algo así. Con Falcioni es una cuestión de piel, evidentemente.

99 ¿Va a volver a jugar? Yo aspiro a que, a fin de año, de alguna manera se lo convenza, como lo convenció Basile para que volviera a la Selección en 2007.

100 ¿En cuantas mentiste? En algunas cosas personales, un poquito nada más.

Por Diego Borinsky. Fotos: Emiliano Lasalvia y Album familiar Pagani.