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10 preguntas y 10 respuestas antes de la definición entre Boca y Corinthians.

El enviado especial de El Gráfico y las claves de la previa, luego del 1-1 en La Bombonera.

Por Redacción EG ·

03 de julio de 2012
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SAN PABLO, Brasil - (Enviado especial)

¿Qué fue lo mejor de Boca en la primera final?
La actitud protagónica que asumió a lo largo de los 90 minutos, Aún con errores conceptuales, enfrentó a un rival sólido y rocoso sin resignar su instinto de búsqueda ofensiva. Asfixiado Riquelme por una marcación pegajosa, y encimado Somoza para que no pudiera dar con libertad el primer pase, Boca igual intentó romper con envíos aéreos “aguantados” por Silva, que lograron evitar la primera línea de combate de los corinthianos.

¿En qué falló?
No tuvo claridad y profundidad en las escasas situaciones en que sus jugadores lograron perfilarse de frente al arco de Cassio. Salvo el aporte de Erviti, que generalmente jugó la pelota al ras y con criterio, eligió erróneamente y le costó una enormidad poner a un jugador en posición de gol. Y cuando eso ocurrió, no pudo facturar por impericia o falta de “liga”.

¿Qué errores no puede cometer en la revancha?
Defenderse muy cerca de Orion y regalar opciones con pelota parada. Corinthians dispone de muy buenos ejecutores desde todos los flancos de la cancha, carta que no pudo orejear en la Bombonera porque pisó esporádicamente la zona de tres cuartos. Otro detalle que tampoco se corporizó en la ida y puede ser carta de peligro en la vuelta: los saques de banda a la altura del área son lanzados al punto penal como si fueran centros, tanto desde un costado como del otro, con el fin de aprovechar la buena altura de quienes buscan capturar esos envíos.

¿Qué puede cambiar Corinthians para el segundo partido?
Es muy probable que adelante unos 15 metros su línea de volantes y asuma un protagonismo que no mostró en Buenos Aires. Si nos dejamos guiar por la semifinal ante Santos, esa búsqueda no será frontal y alocada, sino mesurada y paulatina. Al equipo de Tité le place atacar sin descuidar su retaguardia. Embiste con la gente indispensable, no suelta volantes o laterales porque sí.

¿Qué significaría un mazazo para la estrategia xeneize?
Recibir un gol rápido, o quedar en desventaja en cualquier instancia del trámite. Corinthians se mueve con comodidad cuando el partido le queda servido para el contraataque. Y no necesita sumar demasiados efectivos en ataque para lastimar. Le alcanza con los cruces en diagonal de sus puntas, siempre dispuestos a explotar las espaldas desprevenidas de centrales o laterales adversarios.

¿Preocupa el desgaste físico de Boca?
Claro que preocupa. Si bien alternó jugadores en algunos partidos de las tres competencias que disputó, ya lleva jugados 38 encuentros en cinco meses (uno cada cuatro días) y su columna vertebral –léase Schiavi, Somoza, Riquelme y Silva- ha evidenciado signos de erosión física. De hecho, como si estuviera macabramente programado, la respuesta de los cuatro pareció desdibujarse a los 75 minutos de los últimos partidos, que han sido los más exigentes desde lo técnico, lo físico y lo mental.

¿Qué antecedentes tiene el árbitro colombiano Wilmar Roldán?
Boca no ha tenido experiencias desagradables con él. Lo dirigió en dos partidos trascendentes: el 3-2 a Unión Española, en Santiago, por los octavos de final, y el 2-0 con Universidad de Chile, en Buenos Aires, por las semifinales. Riquelme ya metió presión tras el empate en cancha de Boca bajo la conducción del chileno Ossés: “Este árbitro se hizo el boludo, lo puso Corinthians”. Más que a lamento, sonó a herramienta de presión para el hombre que dirigirá en el Pacaembú.

¿Los jugadores de Corinthians están muy presionados por su gente?
La expectativa es gigantesca porque está en el umbral de ganar su primera Copa Libertadores, un trofeo ansiado y muy buscado en los últimos diez años. El empate en la Bombonera amplificó la excitación y dio paso al típico “agrande” de los brasileños. Aunque ningún jugador expresó públicamente que se siente campeón, ese es el sentimiento que dejaron entrever en la intimidad. Los hinchas, en cambio, lo dan por descontado y así lo demostraron durante la última semana. Y tampoco faltaron las piezas gráficas que dan el asunto por liquidado, como la foto que se sacó la modelo Dani Bolina con una camiseta del Timao y utilizando una de Boca como trapo de piso. Pero a Boca nunca hay que darlo por muerto…

¿Cuál es el principal combustible para Boca?
El hambre de gloria. Varios jugadores experimentados (Erviti, Orion, Somoza, Silva) juegan su primera final de Libertadores; tal vez sea la única chance que el destino les ponga enfrente para consagrarse. Y un trío de consagrados (Schiavi, Clemente y Riquelme) creen que puede ser la última posibilidad de reverdecer laureles y no la quieren dejar escapar.

¿Cómo se define en caso de igualdad?
Si los 90 minutos terminan igualados, se disputará un alargue dividido en dos tiempos de 15 minutos. De persistir la paridad, se definirá con tiros desde el punto del penal.

Por Elías Perugino