De aquí y de allá
Tiro al blanco
El arquero suplente de la selección de Suecia resultó perdedor en un juego durante un entrenamiento y le tocó una represalia que nos resultó algo familiar. Pasen y vean...
Por Redacción EG ·
13 de junio de 2012
¿Se acuerdan del (doloroso) juego entre Maradona y los jugadores de la Selección en las prácticas del Mundial de Sudáfrica 2010? ¿No? Les refrescamos la memoria… Los perdedores de un picado se tuvieron que parar de espaldas en la puerta del arco y soportar las pelotazos de los ganadores. Así fue que, el siempre pícaro Carlitos Tevez le metió un buen disparo en el traste al Diez. Hasta acá, todo bien. Nadie pensó que era una crueldad. Pero parece que en Suecia no cayó bien un juego similar, salvando una mínima diferencia: en este caso, el que iba a recibir el fusilamiento tenía los pantalones bajos.
En el último entrenamiento de la selección sueca -que se prepara para enfrentar a Inglaterra el próximo martes por la Eurocopa 2012- el arquero suplente Johan Wiland perdió el desafío de no dejar caer la pelota al piso. El diario sensacionalista Expressen de aquel país se preguntaba en el titular “¿Acoso en el vestuario?”. Seguramente para generar más polémica de la que en realidad se merecía el asunto.
El responsable de prensa de la Federación de Fútbol de Suecia salió a explicar que “era ridículo pensar en un acto de acoso” y que se trató de “simplemente un juego”.
Acá la imagen de Wiland en la línea de fondo con la cola al aire, listo para recibir los remates de sus compañeros que, para su alivio, carecieron de puntería al blanco. Sí, la cola blanca del pobre arquero suplente.
[AA]
En el último entrenamiento de la selección sueca -que se prepara para enfrentar a Inglaterra el próximo martes por la Eurocopa 2012- el arquero suplente Johan Wiland perdió el desafío de no dejar caer la pelota al piso. El diario sensacionalista Expressen de aquel país se preguntaba en el titular “¿Acoso en el vestuario?”. Seguramente para generar más polémica de la que en realidad se merecía el asunto.
El responsable de prensa de la Federación de Fútbol de Suecia salió a explicar que “era ridículo pensar en un acto de acoso” y que se trató de “simplemente un juego”.
Acá la imagen de Wiland en la línea de fondo con la cola al aire, listo para recibir los remates de sus compañeros que, para su alivio, carecieron de puntería al blanco. Sí, la cola blanca del pobre arquero suplente.
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