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Gonzalo Castillejos: Nunca es tarde

A los 21 años, cuando algunos futbolistas son transferidos a Europa, no había debutado. Dejó a Central en Primera y se fue a Lanús, pero con el Canalla en la B Nacional decidió volver.

Por Redacción EG ·

16 de mayo de 2012
  Nota publicada en la edición de mayo de 2012 de El Gráfico   

Imagen CASTILLEJOS, al entrevistárselo sumaba 33 goles en su carrera: 23 en Rosario Central (19 en esta temporada) y 10 en Lanús.
CASTILLEJOS, al entrevistárselo sumaba 33 goles en su carrera: 23 en Rosario Central (19 en esta temporada) y 10 en Lanús.
“El acento cordobés arranca en San Marcos, a 20 kilómetros de mi pueblo”, aclara Gonzalo Castillejos. Su tonada es como la de cualquier santafesino o cordobés del este, parecida al tono porteño, pero sin tantas letras “s”. De San Marcos hacia el oeste se escucha esa forma de hablar argentina, tan particular y distintiva. Pero él es de Leones, sobre la Ruta Nacional 9, a 160 kilómetros de Rosario y a 240 de La Docta.

La cercanía con la cuna de la bandera y la ventaja de que aquí vivían sus tíos lo llevaron a tomar rumbo hacia el sureste, a la ciudad más poblada de la provincia de Santa Fe. Allí encontró su lugar, en Rosario Central. Castillejos es una de las figuras de los canallas, que pugnan por volver a la A en esta segunda temporada seguida en la B Nacional.

Gonzalo nació en Leones hace 26 años. Allí comenzó a jugar en el Club Deportivo Atlético Social y Biblioteca Leones. Su escudo es parecido al de San Lorenzo de Almagro, azul y rojo a franjas verticales. Históricamente, la camiseta era como la del Cuervo, pero con el tiempo cambió su diseño. Hoy muestra una mitad roja y una mitad azul. Allí, cuando tenía 5 años, comenzó a jugar al fútbol El Chalo. “A mi hermana Jimena, cuando era chiquita, no le salía decir ‘Gonzalo’. Le salía ‘Gonchalo’, y me quedó”, explica. Así lo conocen en su lugar de origen, aunque dentro del plantel auriazul él es El Flaco.

Sus años como futbolista infantil y juvenil, entre los 5 y los 15, los pasó en la entidad de los trigueros. En el Club Leones se realiza todos los años la Fiesta Nacional del Trigo, porque la localidad es considerada capital nacional de ese cereal. “Esa es la época en la que uno disfruta más del fútbol. No pensás en nada, solo en divertirte. Estar con amigos, compañeros y patear una pelota, que es lo más lindo”, rememora.

El es el menor de cuatro hermanos. Los otros son Juliana, Rodrigo y la mencionada Jimena. El padre del Chalo, fallecido en 2009, se dedicaba a la gastronomía; su madre, retirada, fue docente en colegios primarios y secundarios. El 9 de Central ya formó su propia familia con su esposa Luciana y su hija Ema, nacida en diciembre de 2011.

Gonzalo comenzó a probar suerte en los clubes con fútbol profesional a partir de los 12 años. “En 1998 llegué a Boca Juniors. Estuve dos años yendo a jugar torneos; me llamaban cuando había un selectivo. Ellos generalmente buscan gente en todo el país. Jugué torneos en Buenos Aires, en Misiones, en varios lugares. Cuando llegamos al año de novena división, hicieron un selectivo y quedé afuera. Volví a mi pueblo, estuve un año y me vine para Central”, cuenta.

El club de Arroyito le abrió las puertas en las categorías Inferiores. “Estuve dos o tres meses viniendo un día por semana para practicar, me fue bien y después ya arranqué todo el proceso de Inferiores a partir de los 15 años”, comenta Gonzalo. Estuvo seis años entre los juveniles auriazules, hasta que debutó en Primera a los 21 años.

-¿Cómo fue tu paso por las Inferiores?
-Empecé en séptima división, en 2002. Ahí jugué poco, estaba en el equipo de la Asociación Rosarina. Ya en 2003 empecé a jugar en el equipo de AFA. Integré los equipos de AFA en 2003, 2004, 2005 y 2006.

-Y en 2007 llegaste a Primera.
-Sí, ese año debuté. Anteriormente me entrenaba con el plantel, pero no jugaba. Debuté con Carlos Ischia como director técnico.

-Lo normal es debutar en Primera a los 18, 19, pero vos lo hiciste con 21 años.
-Por ahí tenía buenas temporadas en Inferiores, pero nunca veía la posibilidad. Siempre estaba ahí, latente, la chance de que me tocara jugar. Y por equis circunstancia, por decisión de los entrenadores, no me tocaba estar, pero después la chance llegó.

-¿En Reserva llegaste a ser goleador?
-Sí, hay estadísticas. Creo que hice 27 goles en 45 partidos. He tenido buenas épocas en los torneos de Reserva.


Imagen ROSARIO SIEMPRE estuvo cerca. Castillejos posa con la estatua de Alberto Olmedo.
ROSARIO SIEMPRE estuvo cerca. Castillejos posa con la estatua de Alberto Olmedo.
AL INICIAR SU CAMINO en Primera, Castillejos se hizo conocido por los hinchas canallas y por el país deportivo. Califica como buena su primera etapa en Central. “El comienzo fue un poco difícil porque no me tocaba jugar -afirma- y ya con 21 años uno a veces duda, pero tiene la intriga de ver qué va a pasar. Había tenido buenas temporadas en Inferiores, en Reserva, y por ahí no veía la chance, pero una de las cosas que me trajeron hasta acá fue el sacrificio, no bajar los brazos. Entrenarme siempre de la misma manera, con la misma predisposición, con las mismas ganas”.

Entre 2007 y 2009, El Chalo no se destacó como goleador. “No hice muchos goles, creo que jugué 17 partidos y metí 4, pero tuve buen nivel. El rendimiento fue más que positivo porque, si un club como Lanús se fijó en mí, es porque algo vio. Me contrataron en enero de 2010 y lo disfruté mucho. Fue el semestre anterior a que Central descendiera, y tengo un buen recuerdo. Lanús es un club super importante, muy ordenado, lo viene demostrando desde hace algunos años. Después de haber obtenido el campeonato de 2007 pelea las copas, pelea los torneos. Una institución muy linda”, afirma Gonzalo con una sonrisa en ese rostro algo aniñado.

En junio de 2011 surgió la chance de volver a Rosario Central, para jugar el segundo campeonato del club en el Nacional B. “Fue una decisión que tomé para tener un poco más de continuidad -reconoce-. Sabía que el torneo era muy difícil, muy complicado, más con el descenso de Quilmes y de River. Tomé la decisión y acá estamos”.

El Chalo se embarcó en una aventura nada sencilla: ascender a Primera División con una institución que afronta su segundo año consecutivo en la B Nacional, tras decepcionar en la temporada 2010/2011. El torneo está en llamas. Salvo dos o tres equipos, el resto tiene un nivel alto y parejo.

-¿Cómo ves el campeonato?
-Está muy difícil. Realmente es un torneo lindo. Hay equipos que juegan muy bien, que tienen nivel de Primera División, sin duda. Está demostrado que es un torneo complicadísimo, todos los partidos son muy difíciles. Es apasionante. He escuchado que hay gente que sigue el torneo incluso un poco más que al de Primera. Los equipos han sobrevaluado a la categoría, y nosotros tratamos de disfrutar de eso.

-¿Central llega en un buen momento a la recta final de la temporada?
-A partir de ahora no se puede perder puntos, es la realidad. Se viene lo más difícil. Tenemos que estar preparados para cada circunstancia. Vamos a dar el cien por ciento para devolver a Central a Primera.

CASTILLEJOS ASEGURA que está en su mejor momento futbolístico, y considera que este será el año más importante de su carrera. “Especialmente si logramos el ascenso”, afirma. Su gran presente deportivo quizás esté originado en haber alcanzado la edad óptima. Entre los 26 y los 30 se conjugan la experiencia y el zénit del rendimiento físico en un futbolista. “Es un conjunto de cosas. Uno encuentra su lugar, a una edad justa, en un equipo que está bien acoplado. Disfruto mucho eso”, comenta.

Su futuro a partir del 1° de julio no está definido. Su pase pertenece a los granates, pero Central podría hacer uso de la opción de compra. El no piensa en eso: “Todavía falta mucho, no quiero pensar o desviar mi cabeza en otra cosa. Tengo la mente puesta en el torneo, en el ascenso, después se verá”. Gonzalo aún tiene tiempo para vivir una experiencia profesional en el exterior, pero eso no le provoca ansiedad. “Primero quiero conseguir algo importante acá. A eso vine. Lo otro llega con el buen rendimiento individual. Por ahí me toca ir a otro club acá en la Argentina, o conseguir cosas importantes. Eso se verá en su momento”.

A fuerza de goles, el delantero de físico espigado ya se hizo un hueco en el presente canalla, y quizás también inscriba su nombre en la historia de los grandes artilleros centralistas. Probablemente, como el autor de los goles del ansiado ascenso de 2012.

Por Hernán Alvarez. Fotos de Héctor Río