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Claudio Graf, bonus de confesiones

Nació el 31 de enero de 1976 en Bahía Blanca. Delantero de una respetable trayectoria construida a través de 18 años, acredita 16 clubes entre la Argentina, Chile, México, Ecuador, Bulgaria y Turquía. Aquí repasa más vivencias en su mundo: el fútbol.

Por Redacción EG ·

11 de abril de 2012
La nota original salió publicada en la edición de abril de 2012 de El Gráfico. A continuación, un complemento exclusivo para nuestros lectores web.

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DISFRUTO DEL ambiente del fútbol: el vestuario, los compañeros y la gente que trabaja en los clubes como los utileros y el canchero, que son tipos humildes y espectaculares.

YA NADIE juega por el apellido. Esta es una actividad profesional y uno debe estar siempre preparado. Si no toca jugar, no importa: hay que cuidarse igual. Podés integrar el equipo en cualquier momento. Solo es cuestión de esperar la oportunidad.

ME HUBIESE quedado un tiempo más en ciertos clubes, como en Colón y en Lanús. En el primero, se dio todo: el equipo andaba bien, el club estaba bien, y mi segundo hijo nació en Santa Fe; mientras que en el segundo, me hicieron sentir diez puntos siempre, aún sin estar en el club.

NO SOY el típico nueve que se mueve entre los centrales. Me gusta asociarme. Jugué muchos años con otro nueve y no me incomoda; también lo hice como único nueve. Hay que adaptarse. Es bueno acomodarse a dos o tres posiciones.

CREO QUE me tomo demasiado en serio mi profesión. Me caractericé por el compromiso para con mis compañeros durante mi carrera. Además, me considero un futbolista pensante.

JUGUE EN 16 clubes. La cuenta es larga. La clave fue mi familia que me ayudó mucho. Me casé con mi novia de toda la vida y estuvimos juntos siempre. Me acompañó a todos lados, hasta en los lugares más raros. Ese apoyo resultó fundamental.

LOS CHICOS que suben a Primera en Lanús vienen con otra capacidad. Esto parte del aprendizaje en Inferiores y de la dirigencia. Nunca me topé con un joven mal educado o desubicado en ese club; y sí en otros lugares. Esa es una de las características de Lanús porque trabajan para eso.

EL HINCHA sabe qué equipos están para pelear el campeonato, qué clubes tienen pocas chances de hacerlo y quiénes intentarán salvarse del descenso. Y esto no quiere decir que no apoyen en la situación que sea. El tema es que existe una exigencia desmedida a clubes y a jugadores que se sabe de entrada que no van a salir campeones, aunque se les exige para eso. Y encima se echan a técnicos a la tercera o cuarta fecha. Así es difícil.

ESTA INSTALADO: si no hacés goles, no sirve aquello que generaste. A mí no me gusta ver solo eso. Si bien busco el gol siempre, también el delantero tiene que pensar en sus compañeros. Por eso, es importante hacer un buen movimiento, una simple diagonal, porque así los que llegan desde atrás pueden quedar libres. No es reconocido por el hincha o por los periodistas, pero es muy valorado en la interna del grupo. Muchas veces participé de la jugada sin haber tocado la pelota. Nadie decía nada, excepto el compañero que hacía el gol. Eso es gratificante.

MENOTTIfue el mejor entrenador que tuve, y eso que no jugué mucho con él. Además, aprendí con otros como Jorge Fossati, Ramón Cabrero y Miguel Herrera, en México. Son personas que te dejan mucho aún sin jugar.

ESTUVE A LA ALTURA de Independiente. Yo no me jugaba mi continuidad en los tres últimos partidos en el club, como se decía. Estuve dos años en buen nivel, convertí varios goles y competí por el puesto en diferentes momentos con Calderón, Marioni y Forlán, jugadores de jerarquía en ese momento. Rendí lo que tenía que rendir. Hasta acepté jugar de volante por derecha con Trossero. No sé si el hincha de Independiente lo reconoció. Pero yo quise hacerlo porque quería estar en el equipo.

HAY QUE RAZONAR Y SER MÁS UBICADO El grupo es buenísimo en San Martín de San Juan. Muchos trabajamos muy bien desde afuera para tener nuestras oportunidades. Eso les sirve muchos a los titulares de turno porque saben que tienen competencia detrás.

LE ESQUIVO A LOS PROGRAMAS DE TELEVISION. Si termino molesto un entrenamiento, no tengo ganas de hablar. Y no pasa por el periodista, sino por mi estado de ánimo. Igual, tampoco me gusta declarar ante la prensa durante todas las semanas.

LOS PIBES DE HOY SON DESHINIBIDOS. Observé, no conmigo, sino con otros compañeros, malas actitudes. Los chicos deberían entrenarse en silencio y aprender de la gente de experiencia. Recuerdo haberle contestado a alguien mayor después de cuatro o cinco años en Primera. Ni cerca estaba de abrir la boca. Lo que antes se hacía mal era que se maltrataba a los pibes. Hoy, de todos modos, se mejoró la relación entre experimentados y jóvenes.

PENSE que me podían llamar a la Selección cuando estaba en Lanús. Maxi Velázquez y Mauricio Romero, compañeros míos, integraron el seleccionado local en su momento, e imaginé que me podía tocar. Yo estaba bien, entre los goleadores del torneo. Pero no se dio.

CUANDO SOS CHICOS, soñás con llegar a la Primera de tu club, Liniers en mi caso. Después, la ilusión es jugar en la A, en Buenos Aires. Luego, querés irte al exterior. Y yo lo conseguí. Mi carrera se basó en la constancia.

ME ENCANTA pescar tiburones de costa, porque hay que buscarlos. Es fácil engancharlos en lancha, ya que encontrás el lugar indicado y listo. Solo, entonces, pesqué uno en 1997. Uno de mis hermanos sacó otro en 2009. Ahí lo ayudé porque era grande. Es hermoso. No me asusta. Mirá que hay cantidad de pescados para pescar, y yo le apunto al único que muerde. Pero me gusta.

La entrevista completa a Claudio Graf para la sección Confieso que he Aprendido aparece en la edición de abril de 2012 de El Gráfico, que está en todos los kioscos de diarios y revistas.



Darío Gurevich
Twitter: @dariogurevich