Copa Davis: Otro gran debut

“EL MONOLOGO DE PETZSCHNER”, podía llamarse la película. Es que éste era otro Petzschner, muy distinto al que padeció el primer día con Mónaco. Éste era el doblista, el ganador de Grand Slams, el que iba a dejar todo por mantener a Alemania con vida. Y así lo demostró durante los primeros dos sets, junto al veterano y talentoso Tommy Haas, que volvía a representar a su país en la Davis tras cinco años. El 6-3 y 6-4 inicial fue categórico; no hubo nada que hacer para Nalbandian y Schwank, ambos desajustados al trámite del partido y sometidos a la categoría del equipo alemán.

Pero la película se terminó antes de tiempo. Aparecieron los toques de David y los cierres de Schwank. Pasó lo mismo que había pasado en el dobles de Sevilla: todos conocemos la jerarquía y capacidad de Schwank en esta modalidad. Nalbandian supo, en cuanto apareció en el partido, llevarse la presión para que Eduardo jugara lo más suelto posible y pudiera demostrar sus habilidades. Un gran acierto.
La desventaja irremontable de 2-0 en sets se convirtió en un impresionante 3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4 final, el mejor resultado para Argentina, que cerró rápidamente una serie a priori más peleada. Ni Petzschner ni Haas supieron como contrarrestar la levantada de David y Eduardo: parecen formar una dupla bastante complementaria en este tipo de citas.

Otro punto a favor es que se ganó sin el “as de espadas”, como calificó Martín Jaite a Del Potro. La baja de 10 del mundo había desmoralizado parcialmente al equipo, que debía viajar a Alemania con nuevo capitán a enfrentar a los duros Mayer y Kohlschreiber. Finalmente, éste último no fue de la partida por fuertes dolores estomacales en la previa y la serie de abrió para Argentina.

Pocos entendieron por qué Petzschner jugó con Mónaco el primer día, pudiendo Alemania haber sorprendido con el ingreso de Haas o el juvenil Stebe. Juan aprovechó la situación y puso a Argentina en ventaja. Más tarde, Nalbandian sacó a relucir su chapa de copero y se impuso a Mayer en cuatro sets. Y, como broche de oro, la pareja argentina de dobles acabó por completo con las especulaciones sobre qué pasaría el domingo: si Haas jugaría el cuarto o el quinto punto dependía exclusivamente de la estrategia alemana. Pero no hubo tiempo. Jaite y Zabaleta comenzaron con una sonrisa: Argentina ganó su décima ronda consecutiva y espera en cuartos por Croacia.

Por Pablo Amalfitano
-@amalfitanopablo-