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El fútbol de Chipre mira hacia el futuro

En la última temporada, el equipo más popular de la isla, el APOEL Nicosia, irrumpió en la Champions League. Por su parte, el AEK Larnaca intenta abrirse paso con una apuesta holandesa.

Por Redacción EG ·

07 de febrero de 2012
Imagen APOEL NICOSIA. Es el equipo de la capital. Esteban Solari, hermano del Indiecito, es parte del plantel.
APOEL NICOSIA. Es el equipo de la capital. Esteban Solari, hermano del Indiecito, es parte del plantel.
En crecimiento. Así se puede determinar el estado actual del fútbol de Chipre. Esta pequeña isla ubicada en el Mar Meditarraneo no es conocida por tener una gran tradición en el verde césped. No obstante, en aquel país la redonda también es una pasión que atrae multitudes. En la temporada 2011 - 2012  los clubes chipriotas consiguieron clasificaciones históricas a las copas europeas que le permiten soñar con un futuro promisorio.

En la presente temporada, el APOEL Nicosia y el AEK Larnaca han sabido colocar la bandera de su país en los primeros planos del fútbol europeo. El primero de ellos sorprendió a propios y a extraños asegurándose un lugar en los octavos de final de la Champions League –integraba el grupo clasificatorio junto al Porto-. Por su parte, el AEK también tuvo un buen paso por la Europa League. Si bien quedó eliminado en la fase de grupos, el conjunto chipriota está en franco ascenso, ya que hace tan sólo 2 años atrás penaba en la Segunda División de la isla.

El APOEL Nicosia no es sólo el equipo más popular de Chipre, sino que también es el más ganador. A lo largo de su historia, se consagró campeón en 21 ocasiones. Identificado con los sectores políticos más conservadores, a mediados de los 50 sufrió el distanciamiento de varios jugadores que estaban en contra de la ideología de los dirigentes de aquellos años. Ya en la temporada 2011 – 2012, guiado por el entrenador serbio, Ivan Jovanovic, el club de la capital se quedó con el Grupo G de la Champions al ganar dos partidos, empatar tres y perder solo uno.

El presidente de la institución, Foivos Erotokritou, es representante de medio oriente – y uno de los principales accionistas – de una empresa rusa especializada en la fabricación de armas. Con su amplia billetera, se encarga de brindarle estabilidad económica al club que destina 10 millones de euros de su presupuesto al fútbol. Más allá de la participación de importante Erotokritou, la dura crisis económica que afectó a Grecia a mediados del 2011 golpeó las arcas del APOEL y el equipo quedó envuelto en deudas millonarias. No obstante, la gran temporada europea ayudo a solventar el déficit, ya que entre el éxito deportivo y los contratos de televisión, las ganancias alcanzaron los 20 millones de euros. Es decir, en sólo seis meses duplicaron el presupuesto destinado al fútbol.

Por otro lado, el AEK Larnaca es un caso diferente. La idea de un proyecto a largo plazo estuvo en sus dirigentes desde que se estableció su creación en 1994. Lejos de tener una billetera holgada, el club fue afianzándose en la liga de su país con la expectativa de dar un salto de calidad. Después de haber conseguido el ascenso en la temporada 2009-2010, los directivos contrataron a Jordi Cruyff – hijo de Johan- para que sea el Director de fútbol. La elección fue correcta. En el primer año en Primera División consiguieron la histórica clasificación a la fase de grupos de la Europa League.

Con un plantel plagado de holandeses, el AEK intenta mostrar un juego abierto y ofensivo tal cual lo muestra la filosofía naranja. Si bien, a mediados de la temporada, Cruyff decidió un cambio de técnico, la ideología de mantener un estilo vistoso quedó intacta. El próximo paso, seguramente, pasará por mantener una regularidad en la máxima división y darle pelea a los grandes del fútbol de aquel país.

Con las buenas campañas de sus clubes, Chipre se quiere ganar la consideración de los gigantes europeos. Sin embargo, casi todos los equipos tienen en su plantel mayoría de jugadores extranjeros. Esta situación constituye un problema para los futbolistas nacionales, ya que son tapados por extranjeros de mayor nivel. A pesar de este contratiempo, el crecimiento de aquel fútbol lejano está más latente que nunca.

Por Federico Lamas