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Otro clásico para el Barcelona

El Real Madrid arrancó con todo, pero la conocida paciencia del equipo de Pep volvió a triunfar. Messi apareció en el momento justo. 2-1 en la ida y primer paso hacia las semis de la Copa del Rey.

Por Redacción EG ·

18 de enero de 2012
Imagen FESTEJO en el primer gol, la palomita de Puyol. El Barcelona fue paulatinamente superior al Real Madrid, como en casi todos los últimos clásicos (AFP).
FESTEJO en el primer gol, la palomita de Puyol. El Barcelona fue paulatinamente superior al Real Madrid, como en casi todos los últimos clásicos (AFP).
Un clásico, como siempre, a la altura de las expectativas. Y también como siempre, el Real Madrid comenzó con su paso arrollador: Cristiano Ronaldo arrancó desde la izquierda y fue muy veloz para ganarle la espalda a Dani Alves. Tan veloz que festejó antes que nadie: desbordó, como tantas veces en el primer tiempo, y puso el 1 a 0 con un fuerte zurdazo abajo.

El partido continuó siendo parejo, aunque el Barcelona era quien se adueñaba de a poco del protagonismo, de la pelota. Iniesta comenzó a participar más en la asociación en el mediocampo, Alexis apuraba por la derecha con su tremenda velocidad. El Real Madrid, cada vez más retrasado, marcaba detrás de la mitad de cancha en lugar de achicar cuando el equipo de Pep tenía la pelota. En ese contexto, Casillas empezaba a salvar a los blancos. Messi, a todo esto, estaba siendo bien anulado; no recibía limpio y no encontraba espacios para generar.

En el arranque del segundo tiempo, con Messi aún desaparecido, apareció el capitán: Puyol puso el empate de palomita y todo volvió a empezar. El Barcelona volvió a ser el de siempre, toques en el medio, posesión de la pelota, mucha cantidad de gente en la mitad de la cancha. Así, Messi encontró un espacio en la medialuna rival y picó la pelota al área, en lo que se convirtió en un brillante pase-gol para el francés Abidal, que puso a su equipo en ventaja a falta de 15 minutos para el final. Otra vez, Messi fue figura en el momento justo. Y ya no hubo más tiempo: el Barcelona ganó el derby por 2-1, en el Bernabéu, y dio el primer paso hacia las semifinales de la Copa del Rey.

Y lo ganó, una vez más, por saber administrar la pelota mejor que ningún equipo en el mundo, y por no desesperar cuando estuvo en desventaja. El Real Madrid, por otro lado, deberá cambiar el planteo mezquino que últimamente lo caracteriza por un poco de osadía si es que quiere dar vuelta la eliminatoria en el Camp Nou.