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El recambio esperado

Ante el retiro de Palermo y las reiteradas ausencias de Riquelme, Falcioni necesitó de un conjunto de jugadores que estuvieron a la altura de la situación.

Por Redacción EG ·

24 de noviembre de 2011
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Una base estable y un sistema que no sufrió modificaciones. Esas fueron, en gran parte, las claves de este título de Boca. Julio César Falcioni pudo suplir las ausencias de turno con jugadores que reconocieron rápidamente sus deseos. Otro logro del técnico fue encontrar en Pablo Mouche, Nicolás Blandi y Cristian Chávez un reemplazo al tridente Riquelme – Cvitanich – Viatri, delantera con la que arrancó el torneo.

Todos los hinchas de Boca esperaban que cuando Juan Román Riquelme no estuviera presente Falcioni cambiara su esquema a un 4-4-2, sin un 10 clásico. Sin embargo, el entrenador decidió mantener la idea con la que arrancó el campeonato. Entre los elegidos para ocupar el lugar de enganche estuvieron Chávez y Gracián. Incluso, el técnico probó –en el partido ante Independiente - con Viatri en esa posición. No obstante, fue el Pochi quien se quedó con el puesto.

@ContRelI@La estruendosa aparición de Blandi le resolvió a Falcioni el grave problema que se le presentó ante la lesión de Viatri. El ex delantero de Argentinos Juniors respondió con goles ni bien entró. A su vez, Mouche se topó con la titularidad luego de que Cvitanich sufriera un desgarro. A partir de ahí, el delantero encontró su lugar en el mundo y hoy por hoy es el único jugador capaz de aportarle velocidad a la delantera Xeneize.

Por otro lado, este Boca se caracteriza por la capacidad de no bajar su rendimiento ante la ausencia de una pieza. Entre los responsables de esa virtud están Cristian Erbes, Nicolás Colazo y Sergio Araujo, quienes respondieron a la perfección cada vez que les tocó ingresar. Además, otro acierto de este ciclo fue lograr la inserción de futuras promesas: Sánchez Miño, Fragapane, Gaona Lugo –entre otros- tuvieron la chance de jugar y foguearse.

En definitiva, Falcioni no adoptó formulas extrañas para solucionar los problemas que tuvo a lo largo del torneo. Sino todo lo contrario, apostó a la calidad de sus jugadores y ellos le retribuyeron esa confianza con el premio mayor: el título.