Las Entrevistas de El Gráfico

OSCAR TABÁREZ, EN PRIMERA PERSONA

En el día en el que se confirmó que no seguirá siendo el entrenador de Uruguay repasamos la confesión del Maestro con El Gráfico en 2011.

Por Redacción EG ·

19 de noviembre de 2021

 

 

Nota publicada en la edición octubre 2011 de la Revista El Gráfico

Imagen MAESTRO. Director técnico. 64 años. Entre otros, dirigió a Peñarol, Boca, Milan y la Selección de Uruguay, a la que llevó a dos Mundiales. Semifinalista en Sudáfrica 2010 y campeón de la Copa América 2011. Un ejemplo.
MAESTRO. Director técnico. 64 años. Entre otros, dirigió a Peñarol, Boca, Milan y la Selección de Uruguay, a la que llevó a dos Mundiales. Semifinalista en Sudáfrica 2010 y campeón de la Copa América 2011. Un ejemplo.

EN EL ÚLTIMO TIEMPO siento un reconocimiento, una devolución, que en mi país es inédita. Quizás, algo parecido viví con la gente de Boca, en el 92, pero acá en Uruguay, no. Y por lo que se dice, por lo que uno capta, se da por cosas que van más allá de haber ganado un partido de fútbol. Es por una imagen que ha dado este grupo de futbolistas que trabaja con nosotros. Y que ha generado mucha resonancia en toda la población, en la gente joven, en las mujeres, en sectores donde el fútbol no hacía tanto ruido.

LO ÚNICO a lo que debe uno adaptarse es a las muestras de afecto. Cuando uno sale por la calle, esas muestras hacen que los tiempos no sean los que uno planifica y a veces hay que adaptarse a eso. Pero es algo muy grato que nos está pasando a todos.

SIEMPRE LAS HISTORIAS que se cuentan son las de aquellos que han ganado algo. Las demás se relativizan y no tienen la misma resonancia que cuando uno logra el objetivo. Por eso, no me siento distinto, porque nosotros venimos trabajando mucho tiempo de la misma manera. Y aun en tiempos donde no lográbamos una estabilización del rendimiento, o los resultados que queríamos, seguimos insistiendo en lo mismo.

HAGO EL EJERCICIO de pensar en lo que podría haber sido. Que se pudo haber perdido tal partido que se ganó, o como nos pasó en el Mundial, que se pudo haber ganado el partido que perdimos. Eso sirve para tener los pies sobre la tierra y a la vez entender que hay ciertas cosas que no son imposibles si se dan las condicionantes.

HAY QUE ESTAR sujeto a lo que dicte la realidad. Mirarla e enterpretarla es fundamental. Si forzamos la realidad por un acto de vanidad, creyendo que lo nuestro va más allá de las circunstancias, a mi manera de ver las cosas, estamos cometiendo la primera gran equivocación.

LOS FUTBOLISTAS no se hacen solos, entonces mejor que se hagan acá en las selecciones juveniles. La clave es despertar un sentimiento de adhesión, que conozcan la historia del fútbol nuestro, de la Celeste. No es una adhesión basada en una fe irracional sino en un conocimiento de las cosas que hagan ver que hay una historia y que ellos son parte de esa historia en la medida que vayan intentando consolidarse.

SOY UN ENEMIGO de las frases hechas. Me salen a veces algunas cosas y a veces las repito, pero como forma de un ayudamemoria. Creo que lo más importante son los conceptos. Y así cuando entrenamos intentamos presentar los mismos conceptos futbolísticos bajo diferentes formas de trabajo, en el lenguaje hay que tratar de hacer lo mismo. Si uno repite frases, después pueden ir perdiendo el verdadero significado, y en vez de presentar algo positivo uno termina generando una rutina hueca.

CADA VEZ que nos juntamos para una fecha de FIFA, resumo el objetivo de ese tipo de partidos con las palabras: “Juego, resultado y comportamiento”. Es una manera de resumir la imagen que queremos dar. Juego, referente al rendimiento; resultado, el trabajo para conseguirlo y además es una muestra de profesionalidad frente al país que juega contra nosotros y al público que nos mira; y comportamiento, porque estamos convencidos de ese camino.

MUCHOS ME LO HABIAN SUGERIDO por mi profesión de docente, pero me decidí a hacer el curso de entrenador porque se me terminó el fútbol, no tenía un peso, apenas me había dado toda la trayectoria en el fútbol para comprarme una casa modesta. Por entonces tenía tres hijas, ya estaba casado, e hice el curso de técnico para tener otra fuente de ingresos. Nunca se me pasó por la mente que pudiera sucederme todo esto que me ha sucedido, lo confieso.

COMO LA MAYORIA de las cosas de la vida, todo se dio en forma muy circunstancial. Conseguí en el club Bella Vista que me nombraran como responsable de todas las divisiones juveniles y ahí empezó un trabajo que me fue permitiendo acceder a otros niveles de exigencia, y algún resultado mediante, poder conquistar objetivos. Es la historia de casi todos los entrenadores que entran en el circuito profesional. Quizás los que tengan una gran trayectoria como futbolista lo visualizan más claramente. No fue el caso mío.

Imagen CON SU TRAJE mundialista. Veinte años después de haber conducido a la Selección en Italia 90, Tabárez ubicó al equipo entre los cuatro mejores del mundo.
CON SU TRAJE mundialista. Veinte años después de haber conducido a la Selección en Italia 90, Tabárez ubicó al equipo entre los cuatro mejores del mundo.
COMO FUTBOLISTA  no habría podido jugar en esta época. No tenía las condiciones físicas ni el perfil que se necesita para un jugador de un nivel importante, ni siquiera digamos alto nivel.

SIGO APRENDIENDO cada día. Y sobre todo, desde lo futbolístico. No es que me siente a darle clases a un futbolista. Pero viendo cómo encaran desafíos, y cómo algunos superan las expectativas que se pueden tener respecto de ellos, uno se pone a pensar por qué suceden esas cosas y qué condiciones tienen para que los lleven a eso. Eso permite aprender. Algunos le dicen tener más experiencia.

LA EXPERIENCIA no es solo que pase el tiempo. A veces se asocia la experiencia con la edad pero no hay una relación unívoca. Puede haber jóvenes que capitalicen mucho todo lo que les está ocurriendo en la vida y puede haber gente de mucha edad que si ni siquiera reflexiona sobre las cosas que le están pasando, nunca va a ser experiente. Es muy relativo. Pero siempre hay posibilidades de aprender.

EN EL CASO de tomar decisiones para encarar un proyecto, me fijo en los grandes equipos. En este momento, aparte de mirar los equipos donde juegan los uruguayos en el exterior, miro al Barcelona, al Real Madrid, al Manchester, a la selección de Alemania, a la de Holanda. Siempre uno está viendo detalles que le pueden servir para enriquecerse un poco más conceptualmente y a veces, porque no es delito ni un ilícito, aprovecharlo en beneficio de su equipo.

A MEDIDA que el fútbol se desarrolla, las dificultades son mayores. Entonces, mantener primacías en la forma que lo hace el Barcelona, tiene un grado de exigencia superior al de otras épocas, cuando no había tantos buenos equipos y las supremacías se daban más frecuentemente. Por eso digo que esta es la mejor versión del Barcelona que yo he visto.

A LA MANERA IDEAL que un entrenador quisiera ver jugar a su equipo, yo la llamo estrategia de juego. Los libros le podrán decir un montón de cosas, pero un entrenador también tiene que tener sus conceptos y para mí eso se llama estrategia de juego. La táctica aparece cuando hay un rival enfrente. Pero yo muchas veces entreno sin saber cuándo empieza el campeonato o contra quién voy a jugar. Y ahí estoy entrenando la estrategia de juego del equipo, que es algo un poco ideal, inalterable, que tiene determinados fundamentos físicos, técnico-tácticos, psicológicos... La planificación táctica del partido siempre va a estar basada en la estrategia de juego que uno viene teniendo en la mente desde hace mucho tiempo, y que además es la base de todo lo que uno puede trabajar en la cancha.

EL RIVAL ES IMPORTANTE, por eso tiene que haber una planificación táctica. Hay equipos, por nombrar al Barcelona, que no cambian demasiado de acuerdo con el que tengan enfrente, porque imponen su estrategia de juego a como dé lugar. En el caso de Uruguay, porque somos pocos y no tenemos una cantidad demasiado grande de futbolistas de elite, y porque a nivel de selección las cosas se hacen más difíciles que en un club ya que no hay entrenamiento permanente ni posibilidad de machacar los conceptos todos los días; es diferente. Uruguay tiene que jugar en función del rival. Nosotros nos sentimos bien haciéndolo. Nos sentimos muy fuertes en eso de tratar de limitarlo y después crearle problemas, aun con cosas para mejorar, y también teniendo algunos futbolistas en fase de ataque que son diferentes.

PROCURO NO SER OBSESIVO Respeto y a veces hasta admiro a gente que es obsesiva en su trabajo. Yo creo más en los signos de exigencia y de pausa, así como a los futbolistas trato de darles libertad adentro de la cancha, dentro de las obligaciones que se les fijan, porque son ellos quienes tienen que tomar las decisiones. En esto otro es lo mismo. Cuando todas las cosas no dependen exclusivamente de uno, el ser obsesivo puede transformarse en un error.

LAS ESTRELLAS están en el firmamento. Las actuaciones que tienen los futbolistas y la atención que les dan los grandes medios a las individualidades en un deporte colectivo como el fútbol, determinan que hay futbolistas que son más propensos a que se les idolatre o se les tenga en una posición casi idealizada. Por eso digo que yo dirijo a personas y que las únicas estrellas que conozco están en el firmamento.

MUCHAS VECES LOS ENTRENADORES les pedimos un plus de rendimiento a los futbolistas, que dejen todo y que den algo más. Y eso lo pueden hacer solamente aquellos que se sientan en compromiso de hacerlo, que jueguen por los demás, que jueguen por su entrenador, que jueguen por su país. Ese poquito más es muy difícil que se dé. Y ese poquito más se puede lograr cuando se apunta a las personas, cuando se las trata con respeto, se les da su justo valor, se las critica cuando hacen algo mal, pero siempre con el positivismo de mejorarlas en el futuro.

Imagen ARENGA AL CORAZON. El Maestro habla, los jugadores de Uruguay escuchan. Fue antes del alargue en el recordado partido contra Ghana, en Sudáfrica 2010.
ARENGA AL CORAZON. El Maestro habla, los jugadores de Uruguay escuchan. Fue antes del alargue en el recordado partido contra Ghana, en Sudáfrica 2010.
COMO EN UNA SUB 15 no sabemos quién va a llegar a tener un pase a Europa y quién va a terminar siendo un simple aficionado de fútbol, tenemos que apostar a todos por igual. Porque a veces, ni siquiera las predicciones se concretan. El que la rompe no tiene las cosas garantizadas y alguno que quizás atajaba y era un gordito, después termina sorprendiendo a todo el mundo. Las personas son así. Las personas sorprenden.

EN LA VIDA NO HAY NADA ESCRITO. Yo no veo el destino como algo que ya está asignado por encima del esfuerzo personal y de hacer el propio camino. No creo en esas cosas, podrán existir y podrá haber otro que sí cree y esté en desacuerdo conmigo, pero para mí no es así. Yo, como Antonio Machado, creo que se hace camino al andar.

JAMAS UNO SE HACE SOLO. Jamás. Uno es producto de toda una trayectoria en la que muchos otros lo tienen que haber ayudado o haber influido. Tuve muchos maestros, entrenadores, compañeros futbolistas y de cuerpos técnicos, que han sido mis maestros, pero no he tenido un solo referente, como quizás sucede en otros casos. De todos he sacado cosas, algunas aprovechables y otras no. También están los desconocidos para el espectador, los amigos, que son unos pocos y no me permitirían que yo los nombre porque a mí tampoco me gusta que ellos me nombren cuando hablan de sus amigos. La amistad, cuando es verdadera, no necesita tampoco del ámbito público.

ME CONSIDERO una persona común, que pasó por etapas que pueden pasar la mayoría de las personas, el tener una familia, enamorarse, casarse. Me casé en el año 69 y estoy en pareja con la misma persona de aquel entonces. He tenido cuatro hijas, dos nietos, Santiago y Sofía. Y bueno, la familia hace la parte fundamental cuando uno accede en el fútbol a un nivel de trascendencia que cada vez lo absorbe más desde el punto de vista de la disponibilidad del tiempo, y cada vez lo deja más expuesto a las críticas desde el momento que es una persona pública. Y los que sufren más son los familiares, sobre todo cuando ya están en una edad que entienden, cuando los hijos son grandes o los nietos crecen.

HACE POCO ME PASÓ  que Santiago no quería ir al estadio porque no soportaba que alguien insultara al abuelo. Como ya pasó en la eliminatoria. Y por eso, con las satisfacciones que se les dan, la alegría de ellos se hace mayor; pero cuando no salen cosas, son los que más sufren, porque no conciben que se hable así de una persona de la que ellos tienen otra visión.

VAMOS A SEGUIR EN LO MISMO, tratando de cuidarnos en la cosas que nos puedan perjudicar, tratando de favorecer aquellas que creamos que son positivas, pero siempre partiendo de la realidad, porque fue así como hicimos un proyecto para trabajar en la selección, que ya lleva su quinto año de vida. Pero no basta con tenerlo, hay que estar atento, actualizarlo, modificarlo. Y en eso estamos.


Por Martín Mazur / Fotos: AFP