25 años con la Selección

Tomó el mando de la Selección a principios de 2009. A los 45 años, sabe qué es pertenecer al seleccionado nacional. Lo integró como jugador desde 1985 hasta 2002. Disputó cinco Mundiales y tres Juegos Olímpicos. Ganó la medalla de bronce en los Juegos de Seúl 1988 y fue elegido mejor armador en los de Sydney 2000. Como coach, también es responsable del proyecto en Bolívar, institución a la que le dio el toque internacional que le faltaba.

El cuarto puesto en el Mundial de Clubes 2010 resultó lo máximo. En cuanto a la Argentina, su ciclo rompió estadísticas en la Liga Mundial. Logró la mayor cantidad de triunfos (11 durante este año) y ubicó al equipo entre los cuatro mejores. “La Selección es lo más grande que hay. Se renuncia a cualquier cosa por el equipo. La camiseta argentina no se pone, va pegada al cuerpo. Cuando te la sacaste, no importa el rol que ocupes, si estás adentro o afuera, tenés que ser hincha, en las buenas y en las malas, porque no se te despega jamás”, asegura. Su hijo Martín ya experimentó un Mundial de menores en 2011. Todavía no se ilusiona con dirigirlo, porque apenas tiene 15 años, pero quién sabe el día de mañana...