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Descubriendo a Nicolás Blandi

Desde los potreros de Campana, pasó a jugar en Boca.

Por Redacción EG ·

01 de noviembre de 2011
Nota publicada en la edición febrero 2011 de la revista El Gráfico

Imagen BLANDI llegó a Boca después de un paso por Argentinos Juniors.
BLANDI llegó a Boca después de un paso por Argentinos Juniors.
MIENTRAS los chicos de su edad coleccionaban pelotas de fútbol, Nicolás Blandi –de cuatro años– juntaba cacerolas. Las vecinas de Campana iban a su casa y les pedían a sus padres que les devolvieran sus artefactos de cocina. Después, llegó el tiempo de acumular bidones: los de aceite y nafta eran sus preferidos.

Un día, en el barrio de su abuela descubrió a un grupo de chicos jugando en una canchita de fútbol y se quedó mirándolos. Su padre, Alberto, le preguntó si quería empezar a jugar a la pelota y así arrancó como volante central en la escuela de Pedro Ithurburu.

A los 10, ya le había agarrado el gustito al fútbol y quería ir a un club con más protagonismo. Estuvo en Puerto Nuevo (jugaba en la D) durante un año, justo antes de pasar a Villa Dálmine. Allí conoció a Ramón Maddoni, que lo imaginó en Boca apenas lo vio jugar un amistoso y se ofreció a llevarlo a vivir a su casa. La familia de Nico pensó que era muy chico y rechazó la invitación.

Al año siguiente, jugó en Chacarita, ya como delantero. Su papá pasaba a buscarlo en su auto por la puerta de la escuela. Le llevaba un tupper repleto de comida hecha por Hebe, su mamá, que el chico devoraba antes de bajar para ir a entrenarse.

Maddoni volvió a la carga y se lo llevó a la Octava de Boca. El delantero se animó a jugar de seis y de dos. Luego fue campeón y goleador en Quinta, Sexta y Reserva. Apenas se recuperó de un desgarro, junto a varios compañeros de la categoría 90, partió con una gira que hizo Boca por Estados Unidos: debutó ante Portland e hizo un gol.

Pero decidió irse a Argentinos para ganar experiencia. Días después de su llegada, Troglio lo hizo debutar en Primera ante Independiente. Tras varios partidos sin poder convertir, metió su primer gol frente a San Lorenzo. Dos fechas después, volvió a marcar ante Colón. Blandi, que no descarta hacer un curso de chef por su inclinación hacia la comida, está cocinando un futuro muy interesante en el mundo del fútbol.

Frase: “Mi esquema ideal es el 4-3-1-2, con un punta por afuera y un enganche”.

Idolos: De chico admiraba a Crespo y a Batistuta. Ahora le gustan Didier Drogba, Fernando Torres y Mauro Boselli.

Lectura: Le gusta leer y no fue vago para estudiar. Nunca se llevó una materia y jura que jamás se bajó un resumen de internet. Le interesan la abogacía y la psicología.

Alejandra Altamirano Halle