La primera hazaña de Los Pumas: Gales 1999

Fueron la sorpresa del Mundial de Gales 1999. La isla británica no esperaba la brillante actuación de Los Pumas. No solo por la diferencia de nivel existente, sino también por los problemas que tuvo el equipo argentino en la previa de la Copa del Mundo. Cambios de entrenador y problemas con los dirigentes acechaban a la albiceleste. Además, los resultados no acompañaban.

El debut fue ante el local en el partido inaugural del torneo. El escenario fue el Millenium Stadium de Cardiff. Los simpatizantes -y varios periodistas especializados- esperaban una fácil victoria de Gales. El equipo argentino se mantuvo en juego gracias a los penales de Gonzalo Quesada –que resultó goleador de la Copa-, pero finalmente perdió 23-18. El encuentro fue tan solo un aviso de lo que podía pasar.

La segunda victoria albiceleste en la historia de los mundiales –la primera fue ante Italia en 1987- llegó contra Samoa. El partido no fue sencillo. Al termino de la primera mitad el equipo argentino se fue abajo en el marcador por 13 puntos. La mística de Los Pumas nació en ese entretiempo. Rolando “Yankee” Martín, tercera línea de aquel conjunto, aseguró que se miraron todos a los ojos y sintieron algo especial. El partido terminó 32-16 a favor de los argentinos y, así, sellaron el pase de ronda, ya que en el último encuentro enfrentaron al débil Japón, a quien derrotaron 33-12.

@ContRelD@Uno de los objetivos estaba cumplido. Pero aún quedaba tiempo para la primera hazaña Puma en un Mundial. ¿Su rival? Irlanda.

El equipo irlandés fue a buscar el partido de arranque. Quiso aprovechar los nervios Pumas producidos por jugar en una instancia desconocida hasta el momento. Rápidamente, el irlandés David Humphreys, metió dos penales –el primero a los 3´ y el segundo a los 7´- que colocó a Irlanda 6-0. Con los nervios y el partido cuesta arriba, cualquier otro equipo hubiera sucumbido. Sin embargo, Los Pumas levantaron su nivel y, si bien se fueron al entretiempo perdiendo 15-9, el partido era equilibrado.

Cuando promediaba el complemento, Irlanda ganaba 24-18. A los 24 minutos, el equipo argentino tuvo un scrum sobre el sector derecho de su ataque. Agustín Pichot sacó el juego para la otra punta y, tras dos maravillosos salteos, la pelota le cayó a Diego Albanese, que terminó la jugada apoyando la pelota ante el desesperado esfuerzo rival. Inolvidable festejo del pelado, levantando las manos y juntando los dedos. Quesada anotó la conversión de dos puntos y luego anotó un penal para llevar el partido 28-24.

Para el final, quedó la heroica defensa argentina. A base de tackles mantuvo la victoria. Para el recuerdo quedaron los 8 minutos adicionados y las quejas con el árbitro. El equipo perdió en la próxima ronda ante Francia –posterior victima de la hazaña en 2007-, pero no importó ya que Los Pumas lograron el respeto merecido.

Federico Lamas