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Santiago Phelan: "Los partidos los sufro más ahora"

Asumió en 2008, tras el tercer puesto en el Mundial 2007, y abrió una nueva era en el seleccionado de rugby. El head coach excapitán de Los Pumas, marca el camino de cara al Mundial de Nueva Zelanda, que arrancará en septiembre. Objetivo: llegar lo más lejos posible con un equipo que aún no terminó de moldearse.

Por Redacción EG ·

08 de agosto de 2011
Nota publicada en la edición julio 2011 de la Revista El Gráfico

Imagen EN EL CAMPO, transmitiendo sus conocimientos. Un técnico full time.
EN EL CAMPO, transmitiendo sus conocimientos. Un técnico full time.
CULTIVA su bajo perfil. No pretende diferenciarse por vender ilusiones desde la oratoria, sino por sus acciones. Enemigo de las polémicas, hace declaraciones de modo medido. No revela nada sin conversarlo antes con el grupo. Santiago Phelan, ayer capitán de Los Pumas y hoy head coach, mantiene los códigos. Su misión, como la del resto de su cuerpo técnico, apunta a realizar un buen papel en el Mundial de Nueva Zelanda, que comenzará el 9 de septiembre próximo. Fiel a su estilo, proporciona una sentencia de manual: “El objetivo es dar lo máximo y llegar lo más lejos posible”.

-Se viene de un tercer puesto, resultado histórico. ¿El piso es bastante alto para la Copa del Mundo?
-No debemos comparar. Lo que se hizo en 2007 fue muy bueno para el rugby argentino. Acá no hay ni piso, ni techo. La idea es tener una muy buena preparación, lo que nos va a generar ser un equipo competitivo y no tan irregular.

-¿Qué deben afinar en cuanto al juego?
-Un montón. La serie ante Barbarians franceses fue importante para evaluar la actualidad de distintos jugadores y por volvernos a juntar con el fin de trabajar en el juego. No se jugó bien. Se perdió mucho la pelota, no tuvimos buena liberación en la limpieza de los rucks para darle continuidad al juego. Hay que mejorar la obtención y otros aspectos, como el contacto, mantener el control para no tener tantas pérdidas. Tenemos confianza y creemos que al estar más tiempo, podremos lograr un mejor juego y ser competitivos.

-¿Cuáles son las fortalezas de Los Pumas dentro y fuera de la cancha?
-Las fortalezas son el aspecto mental, en especial en la entrega que tienen, y eso hace que las falencias en la parte técnica y física se equiparen muchas veces. Y a nivel juego, la ambición de querer crecer, sumada a la buena predisposición de los jugadores.

-¿El rendimiento de varios de los Pampas, más allá de la consagración en la Vodacom, te obliga a incluirlos dentro de Los Pumas?
-No. Marcan el buen resultado de un programa que realiza la UAR hace dos años. La idea es incluir a jugadores en desarrollo y prepararlos para jugar rugby internacional. Además, se les ofrece competencia, como la Vodacom. A nosotros, como entrenadores, nos genera la chance de ampliar la base de jugadores. Después, habrá que ver a esos jugadores en un nivel más elevado.

-A Agustín Creevy le sugeriste cambiarse de puesto y pasarse a hooker. ¿Su dulce presente es mérito de ambos?
-Su muy buen nivel es mérito de él y de sus compañeros. Lo mío fue una recomendación. Las decisiones son de los jugadores. Su buen momento pasa por su dedicación, su trabajo, y no por los entrenadores. Nosotros tratamos de colaborar con él, como lo hacemos con el resto del grupo. Está bárbaro contar con jugadores en buen nivel. Cuantos más sean, mejor, porque se crea una sana competencia.

-¿Le prendés velas a Juan Martín Hernández? ¿Hasta cuándo lo esperás?
-Toda lesión de un jugador preocupa. Pero los médicos evaluarán a Juan Martín, y ahí veremos si está en condiciones o no. Nos gustaría tener a los jugadores al máximo nivel, y en el caso de Juan habrá que esperar un tiempo más. No hay una fecha, lo evaluaremos semana a semana.

Imagen TATI tiene una ardua tarea de cara al Mundial. El trabajo previo, clave para llegar afinados a la competencia.
TATI tiene una ardua tarea de cara al Mundial. El trabajo previo, clave para llegar afinados a la competencia.
-Si no lo tuvieras, ¿cuánto perderías?
-No hay hipotéticos. Es muy difícil saber lo que vendrá en este caso.

-¿Qué análisis realizaste de la zona que les tocó, el Grupo B?
-Es exigente. Le apuntamos al primer partido ante Inglaterra, y luego sí pensaremos en el resto. Queremos llegar de la mejor manera y la preparación es clave. No solo hay que prestarles atención a los ingleses y a Escocia, porque Georgia y Rumania son fuertes también.

-De pasar, esperaría Nueva Zelanda o Francia, según la lógica, en cuartos de final. ¿Qué preferís?
-No pensamos más allá de lo inmediato. La mentalidad está puesta en la preparación, y eso nos tiene que hacer llegar bien al primer encuentro. Lo que ocurra después dependerá de su momento, de cómo estemos, de cómo encaremos la semana.

NO ES UN IMPROVISADO. Tati atesora un recorrido impecable. Emblema del CASI, eligió siempre jugar en el amateurismo argentino y desarrollarse en el club de sus amores. En Los Pumas, disputó 49 partidos y dos Mundiales -Gales 1999 y Australia 2003-, y fue testigo privilegiado de aquel inolvidable triunfo ante Irlanda en Lens, en el Mundial de 1999. Se retiró como rugbier en 2003, pero no abandonó el rugby. Entrenó a Divisiones Juveniles en el CASI: Menores de 15, primero, y de 19, después. El ofrecimiento para dirigir a la Primera no tardó en llegar. Phelan solo duró un año. “Dejé por asuntos personales, ya que tuve a mi cuarto hijo. Marcelo Loffreda me preguntó si quería hacerme cargo del segundo equipo, Argentina A, que tenía dos o tres partidos por año. Y lo dirigí junto a José Orengo”, cuenta. No obstante, apareció la pieza más preciada del mercado, en marzo de 2008: Los Pumas. El exala aceptó ser head coach, tras evaluar la propuesta con su familia, conformar su grupo de trabajo y conseguir el pulgar arriba de los jugadores más representativos del seleccionado. “No significó tomar un fierro caliente. No se pueden elegir las oportunidades. Se me presentó y trabajo lo más serio posible. Es un orgullo estar al mando de Los Pumas. Los resultados pueden ser buenos o malos, pero ese es otro tema. Uno da el máximo, siempre”, admite.

-¿Extrañás jugar, sufrís más los partidos?
-No hay nada como jugar. Es mucho más lindo que ser entrenador. Pero uno no puede volver para atrás. Los partidos los sufro más ahora. Cuando jugaba, estaba metido en esa locura. Uno encuentra su lugar de a poco. Al principio, quería estar adentro para solucionar algunas cosas, y ahora estoy más tranquilo y busco el momento oportuno para dar una indicación. Entonces, hay que estar más frío, aunque se sufre, que es una manera de disfrutar en definitiva.

-¿Qué le transferís al plantel?
-Trato de transmitir las experiencias vividas. Nuestra transferencia es estar al servicio de los jugadores para brindarles todas las herramientas con el fin de que se desarrollen al máximo. No solo en el juego, sino como personas. El equipo tiene un equilibrio entre jugadores experimentados y jóvenes. Apostamos por un sistema de juego que demanda tiempo de trabajo, que no tenemos, por lo cual no se puede concretar como queremos.

-El Cuatro Naciones, que empezará en 2012, es vital en ese sentido.
-Será muy bueno, porque la Argentina tendrá una competencia regular de máximo nivel. Seguro va a ser muy exigente durante los primeros años, porque no estamos acostumbrados a jugar tan seguido contra equipos de elite. Servirá a la larga. Enfrentar a los mejores hace que se mejore. Es muy positivo.

LA PREPARACION ingresa en la recta final hacia la Copa del Mundo. Pensacola será la primera escala para empezar a pulir el aspecto físico. El duelo ante Gales -solo hay uno programado hasta el cierre de esta edición- significará una buena medida previa al Mundial. Los Pumas saben tanto de sacrificio, como de hazañas. Santiago Phelan, de 37 años, conoce, como pocos, la esencia Puma.

Por Dario Gurevich / Fotos: Emiliano Lasalvia