Copa América 2011

Incongruencias, dudas y replanteos: bienvenidos al mundo de la Selección hoy

La ficha de la eliminación terminó de caer. Y de la peor forma. Argentina encara la semana posterior a la Copa América en un mar de dudas y con poquísimas certezas. Acaso ninguna.

Por Redacción EG ·

18 de julio de 2011
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Las grietas se profundizan tanto como se desvanece la sensación de un proyecto. Batista es sólo un piso dentro de un edificio que no fue construido con cimientos fuertes y que se balancea constantemente, coqueteando con el derrumbe colosal. Son demasiados temas a resolver y poca voluntad para reverlos.

@ContRelD@DISCURSO Y HECHOS. Las palabras de Batista y sus acciones transitaron por frecuencias distintas en los últimos meses. El caso de Tevez, excluido por “temas futbolísticos” lo dejó altamente expuesto: lo contradijo Grondona y ya cerca de la línea de meta lo enterró él mismo, al convocarlo luego de mantener una reunión, aparentemente sugerida por el propio Grondona. Tevez le fue impuesto, por el clamor popular o por la gente, a un Batista que se mostró débil. Y eso, independientemente de quien sea el nombre agregado, no cae bien dentro de un grupo que se bancó amistosos clase C y concentraciones en medio mundo.

ETIQUETADO. Batista jugó su partido con los medios y ahora ya será presa de él. Habló demasiado del Barcelona y se lo colgó como propio. Potenció a la relación con la generación Beijing –con Messi a la cabeza- para ser confirmado en su cargo. Su idea de posesión, buena desde lo conceptual, chocó con la elección de los jugadores para aplicarle vértigo al juego por afuera, y se derrumbó por el pobre trabajo defensivo a nivel pressing, marca y recuperación. Quiso cambiar y mejoró, pero el armado de una lista desbalanceada conspiró contra su propia búsqueda de variantes. Lejos está de ser el único culpable, sí es responsable de muchos objetivos secundarios que no se cumplieron.

LO$ AMI$TO$O$: Pensados íntegramente en facturar, la búsqueda de rivales termina siendo un castigo para jugadores y dirigentes por igual. Victorias ante equipos como Albania no aportan nada, porque no se los considera una medida apta; derrotas contra esos mismos equipos, como sucedió ante Polonia o Nigeria, terminan agudizando la sensación de inseguridad reinante.

SEGUNDA SELECCIÓN. Desde su resurgimiento en la era Maradona, la Selección local se transformó en un equipo clase B que permitió algunos momentos emotivos para ciertos jugadores (Fuertes, Palermo) pero no aportó nada más que frialdad, sentido recaudatorio y pocas posibilidades a los futbolistas que la integran. Maradona terminó llevando algunos más para cerrar bocas (Garcé, Pozo) que por rendimiento real –ni siquiera convocó a Papa o Schiavi, que aunque sea tuvieron más presencia en las eliminatorias–. Pero lo de Batista es aún peor: forjó un equipo local y no tuvo la inteligencia de haber incluido al menos a dos integrantes de campo (obviamos al arquero Carrizo, eliminó a Monzón, Valeri, Enzo Pérez y el Burrito Martínez, sólo hablando de los preseleccionados) como para marcar una pauta de esperanza mirando al futuro, como para mostrarles un camino de posibilidades a los jugadores de acá. Hasta ahora, seguirán sintiéndose pasantes de un sistema que no les deja más que una foto para mostrarles a sus nietos.

PORCENTAJE 85-15. Esos son los rangos de opinión de los usuarios en la mayoría de las encuestas online. Abrumadora mayoría para que no siga Batista, quien por otra parte llegó a la Selección sin tener el aval mayoritario de la gente: siempre quedó tercero o cuarto en las preferencias del público. A la hora de anunciar las formaciones, el entrenador fue silbado en todas las canchas: River, La Plata, Santa Fe y Córdoba. El presente marca que en las eliminatorias se le hará cuesta arriba en el feeling con la gente.

COMISION TECNICA. ¿Qué demonios es? ¿Quién la creó? ¿Qué injerencia tiene? Y en todo caso, ¿qué injerencia debería tener? ¿Debería tener alguna? ¿O se debería confiar en un entrenador y un cuerpo técnico idóneo en el que poder confiar con los ojos cerrados, sin necesidad de influencias ni sugerencias?

OJO A LA RENOVACION. En el partido posterior a la derrota contra Brasil en Rosario por las Eliminatorias se vio a un equipo de Maradona lleno de jugadores “de acá”. Se habló de renovación, de sangre, de hambre y de otras frases de casete. No es factible encarar una renovación ni una limpieza cada seis meses o un año, porque a la larga, los nombres que terminan en el plantel son siempre los mismos, por el simple hecho de que en general son los mejores. O acaso alguien se olvida de que justamente en aquel partido ante Brasil, los zagueros fueron Domínguez-Otamendi, los mejores del fútbol local dentro de la solidez de un Vélez que poca veces se desordena. Ninguno superó los 4 puntos y ninguno volvió al equipo, al menos en el puesto natural (Otamendi lo hizo de 4 tras un partido borrado). Si hoy –por dar un ejemplo entre tantos– Domínguez y Otamendi son los nombres exigidos para la renovación, no hay que olvidar lo que ya pasó. Y prever lo que puede pasar cuando empiecen las Eliminatorias. La etiqueta de que ciertos jugadores “no sirven más” son peligrosas y lo único que hacen es hacer crecer a jugadores que están afuera y que serán quemados en el próximo partido, en una cadena que no tiene fin. En un club, cuando sucede algo así, generalmente la temporada termina con un descenso, como le ocurrió al River de Jota Jota. En una Selección puede terminar en una eliminación temprana como las que sufre Argentina desde el 94; o directamente en una no clasificación.

@ContRelI@NO HAY LOCALIA. La Copa América dejó también una estadística preocupante que se mantiene desde la era Basile-Maradona: Argentina no puede vencer de local. No les ganó a ninguno de los tres rivales sudamericanos de eliminatorias. Así, el proceso camino a Brasil 2014 será una peregrinación tortuosa incluso con la ausencia de los brasileños, clasificados por ser anfitriones. Argentina no es fuerte de local y ni siquiera tiene un estadio fuerte. No lo fue Rosario, no lo es River, mucho menos Santa Fe. ¿Jugará algún partido en Córdoba? ¿O primará la monosede por rendirse a las entradas de protocolo que encima alejaron mucho más al público de los jugadores, dada la complejidad en obtener un ticket para ir a ver al equipo?

IMPOSIBILIDAD DE TRABAJAR EN EQUIPO. Esta frase que a simple vista le cae con fuerza a los jugadores, en realidad parte desde mucho más arriba y desde mucho antes que algunos de estos integrantes del plantel se pusieran la camiseta de la Selección. La lucha de egos, intrigas y alianzas se viene tejiendo desde mucho antes, cuando se instaló la idea de “La Generación 86”, hoy desmembrada y enfrentada a niveles increíbles. Las miserias propias y actitudes ajenas, las sospechas sobre operaciones y conspiraciones, arrastraron a Brown, Batista, Maradona, Enrique, Grondona padre, Grondona hijo, Bilardo, Ruggeri y varios más. ¿Se les pide a los jugadores que formen un equipo unido cuando se predica con el ejemplo contrario? .

Estos son sólo algunos de los temas que surgen. Como bien saben, hay muchos más, que se irán analizando con el transcurso de los días. Lo haremos nosotros, lo hará la gente. ¿Lo harán también los protagonistas?


Martín Mazur