(sin categoría)

Brylcreem y Maradona

Argentina tenía al mejor Diego pero con eso no le alcanzó para festejar de local.

Por Martín Mazur ·

13 de mayo de 2011

Detrás de un sobre que anuncia las “ravioleras” (los porta negativos) de escenas de Bolivia-Paraguay, surge la nota de El Gráfico con el debut argentino ante Perú.
Para los que no entienden el contexto, estamos abriendo el sobre de la Copa América de 1987, jugada aquí en nuestro país.
Imagen
“Con él solo no alcanza”, dice el título de la nota firmada por José Luis Barrio. La foto es del gol de Maradona para la apertura del marcador. Además del arquero, hay cuatro jugadores peruanos que miran la definición del 10 argentino, entrando en diagonal a la altura del punto penal, camiseta de manga larga y lengua afuera apretada con los labios.

“La acarició con el pecho, la besó con la zurda. Serena definición de Diego después del perfecto pase de Percudani. El toque eterno de calidad, de talento”, agrega el epígrafe. Es imposible no imaginar una foto de Messi en el mismo contexto. También, lamentablemente, es probable que uno imagine el mismo título. Al menos, así viene siendo desde hace ya un par de años. 
De fondo se ve el marco del Monumental. Maradona también pegó un tiro en el palo. Pero Argentina no pudo vencer a los peruanos y arrancó complicada desde el día del debut.
Imagen
En aquel partido, Maradona volvió a jugar contra Luis Reyna, aunque el seguimiento desde la tribuna consigna que sólo le hizo un foul. Fue precisamente Reyna el que marcó el empate en el segundo tiempo. Gran partido de Giusti (8 y figura para El Gráfico). El campo de River estaba “regular”. La platea cubierta lateral costaba 257 australes y era la más cara de las que salieron a la venta. La platea más barata costaba 85 australes.
A la crónica del partido se le suma una interesante entrevista con Checho Batista, quien ya mostraba un perfil parecido al actual: “Admito que en la cancha grito, pero afuera no. Creo que soy todo lo contrario. Me gusta que me escuchen, pero escucho. Trato de no dejar pasar por alto lo que me parece injusto, si se ofenden es otra cosa”.
Y decía: “Bilardo está como si no hubierámos ganado nada. Te exige más, hacés dos mil veces las jugadas que él quiere. Seguimos con hambre, eso es lo lindo. También tenemos una ventaja que viene de otra virtud de Carlos: sabe elegir a las personas. Aquí no hay malos tipos, no tienen cabida”.
En otros partidos, Paraguay-Bolivia empataron 0-0, partido “mediocre” que comentó Daniel Arcucci (Delgado, 7). Brasil arrancó con todo: 5-0 a Venezuela (no era la Venezuela de hoy) con la firma de Natalio Gorin (Careca, 8)
Infaltables, el aviso del fijador Brylcreem (“Sólo para hombres... muy hombres") y la tabla de posiciones con el desodorante Crandall.
Imagen
En el segundo partido, contra Ecuador, el equipo se encontró mejor y logró un 3-0 que no fue fácil: el partido recién se abrió en el segundo tiempo, con un gol de Caniggia (había reemplazado a Alfaro) y dos de Maradona –penal y tiro libre–.
En semifinales, Argentina encontró a Uruguay, como estaba pactado. “De a ratos caótico, impreciso y también violento”, dice la crónica de El Gráfico. Fue triunfo 1-0 para los uruguayos, gracias al gol de Alzamendi (8) a los 43. Pero la figura, también con 8, fue Nelson Gutiérrez. En Argentina se llevaron 7 puntos Islas, Batista y Caniggia. En el entretiempo, Bilardo sacó a Cuciuffo y metió a Funes, pero el resultado del partido no pudo torcerse.
En la otra semifinal, para sorpresa de muchos, no apareció Brasil, sino Chile, que lo había vapuleado 4-0. El rival fue Colombia, que se puso en ventaja en el alargue (Redín, 103), pero no pudo sostener la ventaja. Chile lo dio vuelta con goles de Astengo y Vera. Increíble lo de los chilenos, que estuvieron a punto de no presentarse a jugar por problemas con la dirigencia.  
Todo definido, entonces. Chile-Uruguay en la final, Argentina-Colombia para el tercer puesto.
El partido contra Colombia tuvo un condimento especial: los últimos 20 minutos se jugaron bajo una niebla que hacía imposible divisar a los jugadores. “Hasta que vimos, Argentina jugó peor que ante Uruguay, Ecuador y Perú, sin solidez y sin convicciones, envuelto en un devenir principiante”, dice Barrio. Triunfo histórico para Colombia, 6 años antes del 5-0, con algunos de los que luego vivirían esa goleada: Valderrama (8), Leonel Alvarez (5), Gabriel Gómez (5), el Chonto Herrera (5) y Perea (5).
La final fue para Uruguay, gracias al gol de Pablo Bengoechea a los 56. Chile jugaba con 10 desde los 14, por expulsión de Eduardo Gómez. Pero a los 27, vio la roja Francescoli. Arppi Filho, el árbitro, se llevó la calificación de “sobresaliente” por Juvenal, quien eligió como figura a Alfonso Domínguez (8). A dos minutos del final, Perdomo y Astengo también fueron expulsados. Así, ell equipo dirigido por Roberto Fleitas pudo volver a festejar. Jugó sólo dos partidos, es cierto. Pero eliminó a Argentina, que quedó bajo fuego. Si uno imaginaba un marco primaveral para la Selección luego del Mundial 86, el archivo se encarga rápidamente de poner las cosas en su lugar.
Lo veremos en la próxima entrega, que tendrá un aroma muy actual: críticas al equipo, críticas entre periodistas, incidentes fuera de la cancha.

Adjunto, "La Jornada está aquí" de semifinales y final.