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Kammerichs: "Pude haber jugado más en la Selección"

Símbolo de Regatas Corrientes, flamante campeón continental. En Xalapa también terminó elegido como el Jugador Más Valioso. Solidario y múltiple en la cancha, produce atrás y adelante. Desde 2003 es jugador de la Selección Nacional. Fue bronce en Beijing. En lo humano, superquerible.

Por Redacción EG ·

29 de abril de 2011
Nota publicada en la edición abril 2011 de la revista El Gráfico

Imagen CON LA SELECCION participó del preolímpico de Las Vegas en 2007 previo a los Juegos de Beijing.
CON LA SELECCION participó del preolímpico de Las Vegas en 2007 previo a los Juegos de Beijing.
Fede Kammerichs se apareció en Xalapa con una bandera del Gauchito Gil. Desde su santuario de Mercedes, en el centro de la provincia de Corrientes, hoy es la devoción popular más venerada en la República Argentina. Explica: “Me la dio un chico de la hinchada como amuleto. Los correntinos nos apoyamos en él y en la Virgen de Itatí cuando necesitamos fe”. No es para divagar sobre temas religiosos, pero en el cuadrangular final ese mensaje evidentemente mostró a Regatas con otra imagen. Recuperado, fortalecido y seguro. Y Fede dio muestras reiteradas de su potencialidad ganando el premio al Jugador más Valioso con doble figura de promedio: 19 puntos y 10 rebotes.

Una definición simplista puede decir que fue campeón el candidato de nadie, por las cuatro derrotas consecutivas que arrastraba Regatas en su reciente gira de visitante durante la competencia local, por su persistente irregularidad y por la complicación de un viaje de 32 horas para unir Corrientes con Xalapa. Una visión más profunda necesariamente resaltará el soberbio funcionamiento conjunto –inteligente y aplomado- en los partidos ganados, llegando a dar una exhibición contra Arecibo. “Nos llevamos el campeonato porque fuimos un equipo”, razonó Kammerichs.

“Contra los mexicanos de Xalapa y los puertorriqueños hicimos lo que debíamos: jugar ofensivas largas ya que ellos necesitan la pelota”, analizó el escolta paranaense Eduardo Horacio Villares, decisivo con sus triples. “Para definir el título jugamos el partido perfecto”, destacó el base paraguayo, nacionalizado argentino, Enrique Javier Martínez, más criterioso que nunca para conducir. “Tenemos un grupo de hombres que supo jugar al básquetbol. Puso al equipo por delante de lo individual, disputando pelota por pelota”, se enorgulleció el entrenador santafesino Fabio Demti.

Imagen ALCANZO LA GLORIA con Regatas Corrientes en la cumbre de América.
ALCANZO LA GLORIA con Regatas Corrientes en la cumbre de América.
EL GRITO VINO DESDE GOYA

Goya, recostada a la vera izquierda del río Paraná como segunda ciudad correntina, siempre vio jugar buen básquetbol. La puja de dos instituciones, popularizadas por sus siglas, vigorizó allí a este deporte. En 1933 se fundó A. G. D. A., Asociación Goyana de Atletismo; pero en 1949, surgieron desavenencias que provocaron el desprendimiento de un grupo de basquetbolistas que creó A. M. A. D., Adelante Muchachada Amante del Deporte. En los años 60 el Club Atlético Unión trajo un soplo nuevo con los hermanos Mario José y Miguel Rafael Benítez. En esta entidad, fundada el 11 de febrero de 1943, apareció el último destello luminoso del básquetbol goyano: Guillermo Federico Kammerichs, medalla de bronce con la selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Federico tiene relaciones familiares con ex basquetbolistas. Su madre María del Carmen es hermana de Pedro Gerardo (su padrino, además) y Fernando Fornies, ex jugadores de Unión. El primero fue el capitán de los campeones argentinos juveniles de Corrientes en 1974, que dirigió León Najnudel; y el segundo, en la década del 80 tuvo pasos por Boca Juniors, G.E.B.A. y Morón en la Capital Federal, jugando también la Liga Nacional en Sport de Cañada de Gómez. Además Fede es sobrino nieto, también por parte de su mamá, de una gloria como Enrique Timos Ramón Vassel, prócer de A.M.A.D. ex intendente municipal.

Imagen FACILIDAD. Agarrar la pelota con una mano, particularidad de Federico.
FACILIDAD. Agarrar la pelota con una mano, particularidad de Federico.
FRENTE A LEON NAJNUDEL

Sus tíos Fornies y vivir a media cuadra del club del barrio Progreso, afincado en Tucumán y Agustín P. Justo, hicieron empezar a Federico en Unión a los 5 años. A los 16 llegó a la categoría superior. En el capítulo siguiente se logró el salto de calidad en su carrera. Tuvo lugar en Ferrocarril Oeste de Buenos Aires y lo cuenta alguien que estuvo muy cerca suyo: Chiche Gornatti, actual analista de Fox Sports.
“Corría febrero de 1998 y el Ruso León Najnudel me invitó a un entrenamiento de Ferro.
En el calentamiento previo sentí el impacto de sorprenderme con un chico distinto. De biotipo yugoslavo, estaba haciendo bandejas. Con alcance de brazos fuera de lo común, un desplazamiento de piernas para comerte en pocos metros y un corazón enorme que se palpitaba en cada una de sus acciones. León se me acercó y me dijo al oído (como hacía el Ruso cuando no quería hacer ruido sobre algún jugador para que no se lo roben): ‘Me mandaron un monstruo, Chiche, me mandaron un monstruo…’. Me aclaró, más en secreto todavía: ‘Es correntino, me lo trajo Fernando Fornies, es su sobrino. Se llama Federico Kammerichs’.

A partir de ese momento comencé un seguimiento implacable hasta que, en 2001, me tocó tenerlo todos los días en mi gestión de general manager en el mismo Ferro. Entonces se jugaba con tres extranjeros y en la construcción de esa plantilla mi idea fue armar el equipo alrededor de Fede. Se lo dije a él y a su familia. Me preguntaron: ‘¿Y eso qué significa?’. Respondí: ‘Que esta temporada los minutos estarán basados en tu desarrollo y el tercer extranjero vas a ser vos, y todo el resto se armará para que tu juego se destaque y lo aproveches mostrando tu enorme potencial’.

De carácter rebelde, pero noble y buen compañero, Fede Kammerichs, en un Ferro en decadencia, fue vendido muy rápidamente a Europa. Esta joyita, que León no pudo disfrutar por su prematuro fallecimiento, se consolidó como uno de los proyectos más interesantes del básquetbol argentino. Después de Manu Ginóbili, Luis Scola, Fabri Oberto, Chapu Nocioni y Carlitos Delfino, Fede es un jugador fuera de lo común y ya es un consagrado, aunque todavía tiene mucha cuerda para dar. Puede jugar en cualquier posición y, si asegura su lanzamiento exterior, es ‘jugador NBA’. En la historia es uno de los siete argentinos seleccionados en el draft. En 2002 fue número 51, elegido por Portland Trail Blazers. Es un ‘todoterreno’ diferente. Produce adelante y atrás. Si León viviera, lo pondría de escolta. Y yo también”.

Imagen KAMMERICHS de 30 años debutó en Ferro en 1991.
KAMMERICHS de 30 años debutó en Ferro en 1991.
PUNTOS PARA MARCAR

Con Ferro, Kammerichs disputó sus tres temporadas iniciales en nuestra Liga Nacional. Ahí Enrique Venturini, anunciador del Etchart, lo bautizó “Yacaré”. De jugar solo 4 partidos cuando empezó, pasó a los 47 (todos) de la 2000/01, en que concluyó elegido como el Jugador de Mayor Progreso.
Los hechos relevantes se sucedieron uno tras otro. Integró una camada de jóvenes nacidos entre 1980 (Kammerichs en Goya el 21 de junio de ese año) y 1983 que robusteció a la Generación Dorada, como Luis Scola –incorporado al grupo mucho antes- y Carlitos Delfino. Prueba del alto nivel fueron el pasaporte a semifinales –cuarto puesto- en el Mundial Juvenil de Portugal 1999 y la medalla de bronce lograda en el Mundial para Hombres Jóvenes de Saitama 2001.

Estaba para que se lo llevaran y lógicamente en 2001/02 comenzó su ciclo en España. Tras un arranque en el Ourense de la LEB, hasta que le saliera su pasaporte comunitario (es de padre goyano y nieto de alemanes), jugó seis temporadas en la ACB. Tres en Valencia, con el que además ganó la primera edición de la copa europea ULEB, y luego en Girona, San Sebastián y Murcia. Está registrado en el máximo escalafón español con 196 partidos jugados y promedios de 18 minutos; 6,9 puntos; 4,7 rebotes y 0,8 tapas por encuentro. “Fue una experiencia superenriquecedora y la disfruté muchísimo. Me faltó ser un jugador más regular, quizás fue por mi propia culpa y porque no tuve más oportunidades”, subraya.

Con 20 años, llamó la atención de Rubén Pablo Magnano para nuestra Selección Nacional, y fue convocado en agosto de 2000 para el torneo “500 Años del Descubrimiento de Brasil” en Río de Janeiro. En el Sudamericano de Montevideo 2003 se produjo su presentación oficial, siendo subcampeón y asombrando con un consagratorio MVP para un debutante. Hoy totaliza 7 competencias oficiales disputadas con 5,9 puntos; 4,1 rebotes y 0,6 tapas de media. “Fui intermitente en la selección argentina. Tuve picos muy buenos como los Premundiales de Santo Domingo 2005 y San Juan de Puerto Rico 2009, y momentos donde pude haber jugado más, como el Mundial de Turquía 2010. Pero esa vez no hubo ningún problema con el entrenador Sergio Hernández”, aclara.

Imagen GANO el premio MVP en el torneo continental donde salió campeón.
GANO el premio MVP en el torneo continental donde salió campeón.
LA SUBLIME OBSESION

En la temporada 1997/98 Regatas Corrientes apareció en nuestra Liga Nacional con un séptimo puesto, sobre 33 equipos, en la “B”. Desde siempre se destacó por la coherencia y seriedad de su dirigencia. Logró el ascenso a la elite en 2004. Este título en la Liga de las Américas es la máxima conquista en la historia del deporte correntino, después de haber logrado la Liga Sudamericana en 2008 con Silvio José Santander como director técnico. Pero lo que obsesiona al equipo del Parque Mitre (como ocurre en todos los países) es conquistar el título mayor de la Liga Nacional, donde –tras seis participaciones- solamente alcanzó el cuarto puesto en 2006/07.

Fede deslizó: “Vamos por más, porque este es un equipo con mucha personalidad, con mucho carácter y se agranda en los momentos críticos. Además, porque Regatas es Corrientes”.


Por O. R.O. / Foto: Emiliano Lasalvia