Descubriendo a...

Descubriendo a Nicolás Colazo

Explotó en el verano y se ganó un lugar en el Boca de Falcioni. Un volante dinámico y muy picante.

Por Redacción EG ·

15 de abril de 2011
Nota publicada en la edición marzo 2011 de la revista El Gráfico

Imagen El volante de 20 años lleva dos goles en el Torneo Clausura
El volante de 20 años lleva dos goles en el Torneo Clausura
Aunque había arrancado con natación, por un problema en la espalda, siempre quiso jugar a la pelota. Nació en San Martín el 8 de julio de 1990, pero se crió en Villa Ballester.Tenía cinco años cuando comenzó en la Unión Vecinal del Barrio Sarmiento. El Destino lo estaba esperando, el día que su padre lo llevó a Parque. Allí, jugando al baby, los ojos de Ramón Maddoni se posaron en él. Pasó la prueba en Boca y se sumó a las Preinfantiles.

Este verano, Colazo se convirtió en una de las figuras del equipo de Falcioni: un gol en el superclásico ante River, el primero, con la 10 en la espalda y la zurda perfecta. Y luego, otro impecable zurdazo de tres dedos, tras un pase de Rivero, ante San Lorenzo, como para que creciera la confianza y como para que algunos no tan viejos fantasmas quedaran atrás. Antes había jugado de once, hasta que llegó a la Novena División. Fue allí cuando, con César Mendoza como técnico, lo cambiaron a la posición de volante por izquierda. Encontró su lugar, se afianzó y comenzó a crecer. De la Cuarta, jugando ante Los Andes, pasó a la Reserva, contra Racing.

Más tarde le tocó el banco para un partido ante Gimnasia. Y fue en la última fecha del Clausura 2009. a cuatro días de cumplir los 19 años, cuando debutó ante Colón. Colaboró en dos de los tres goles que marcó Boca, en una actuación que él no olvidaría fácilmente.

Cuando terminó 2010, sin embargo, andaba con el ánimo por el suelo: había jugado muy poco –algunos partidos como doble cinco en Reserva– e iba a ser cedido a préstamo. De la mano de Falcioni se convirtió en la revelación del verano. Cuando se jugó el segundo partido ante River, en Mendoza, asistió a Palermo para que el Titán la metiera. Y cuando en Mar del Plata lo asistió Palermo, él la clavó de zurda.

Es ágil y rápido en el ida y vuelta. Así se lució y empezó a meterse en el corazón de la gente. Ya no necesita parecerse a nadie, simplemente a él mismo. Nico encontró su verdadero Destino, ese que se escribe con B de Boca.

“Desde que llegué a Boca, a los 9 años, soñaba con jugar en La Bombonera”.


Pelilargo

De chico se dejaba la melena rubia para parecerse a Batistuta, al que también imitaba como goleador. ¡Metía hasta 100 por año!

El mejor de todos

Para él, Messi es el futbolista que más se luce en la actualidad. "Hace goles, encara, asiste. Es imparable".


Alejandra Altamirano Halle