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La media luna en el lugar incorrecto

El seleccionado de waterpolo de Singapur utilizó un traje de baño con motivo de la bandera nacional en la que una de sus insignias quedaba a la altura de los genitales. El gobierno prohibió el atuendo.

Por Redacción EG ·

26 de noviembre de 2010






Imagen EL EQUIPO DE WATERPOLO de Singapur con el atuendo que fue vetado por el gobierno de su país.
EL EQUIPO DE WATERPOLO de Singapur con el atuendo que fue vetado por el gobierno de su país.




El gobierno de Singapur se enojó muchísimo con los integrantes del equipo nacional de waterpolo por el atuendo que utilizaron durante los Juegos Asiáticos de Cantón 2010. ¿Cuál es el problema? No eran tangas, ni tenían transparencias: el problema de sus trajes de baño es que la media luna que forma parte de la bandera singapurense –y es símbolo habitual de la religión islámica- estaba justo a la altura de los genitales. Qué mal gusto, ¿no?

Las autoridades de la isla consideraron el atuendo rojo de los waterpolistas como “inapropiado”, ya que “los elementos de la bandera han de ser tratados con dignidad”. Además, opinaron que los diseñadores de estos trajes de baño deberían consultarlos y pedirles la aprobación de cada traje.

"Desafortunadamente el equipo no buscó nuestro consejo sobre el uso de la media luna y las estrellas cuando crearon el traje de baño", aseguró el Ministerio de Información en un comunicado.




La insignia de Singapur consta de dos franjas horizontales: una roja, como símbolo de la hermandad y otra blanca, como pureza y virtud. La media luna intenta representar a una joven y próspera nación, mientras que las cinco estrellas representan los ideales de democracia, paz, progreso, justicia e igualdad.

Por su parte, los pobres deportistas (no creemos que ellos hayan elegido el motivo del traje de baño) tuvieron que salir a pedir perdón públicamente desde Cantón, donde cerraron su participación en la competencia, tras obtener el sexto lugar de la clasificación general. Mientras tanto, su país y el mundo entero hablaban del ridículo que habían pasado los waterpolistas con esas prendas.

"Lamentamos profundamente si hemos molestado a alguien. Nuestra intención no era insultar al país", se disculpó el directivo Samuel Wong, que formó parte del equipo de diseño de un traje de baño que nadie volverá a ver, excepto en fotos.