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El malabarista que conquistó a la hinchada y dio el salto a la pantalla chica

Con apenas una década de vida, pero ya con la magia en sus venas, Diego recibió su primera ovación, luego de hacer jueguito durante el entretiempo de un Argentinos - Boca. Esa inolvidable demostración de talento, le valió su primera invitación a la TV, donde participó del programa de Pipo Mancera Sábados Circulares.

Por Redacción EG ·

28 de octubre de 2010
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Cinco décadas, cinco momentos en la vida de Maradona retratados en las páginas de El Gráfico. Sus sueños, sus conflictos, sus reacciones, sus aliados y sus enemigos, entremezclados en este mosaico que se detiene en cinco estaciones -los 10, los 20, los 30, los 40 y los 50- de la vida del más grande futbolista de todos los tiempos.

(Producción: Ignacio Arias y Mauro Gurevich)
Nota publicada en la edición especial número 218 de mayo 2004 de la revista El Gráfico.




DIEGO A LOS 10
Imagen DIAS DE CEBOLLITA. En el potrero, con apenas 10 años, Diego ya comenzaba a deslumbrar con su talento.
DIAS DE CEBOLLITA. En el potrero, con apenas 10 años, Diego ya comenzaba a deslumbrar con su talento.
LA CONMOCION

Imagen SABADOS CIRCULARES. En el entretiempo de un Argentinos-Boca hizo jueguito y la pelota nunca tocó el piso. Fue ovacionado, y a los pocos días lo invitaron al popular programa de Pipo Mancera.
SABADOS CIRCULARES. En el entretiempo de un Argentinos-Boca hizo jueguito y la pelota nunca tocó el piso. Fue ovacionado, y a los pocos días lo invitaron al popular programa de Pipo Mancera.
La onda expansiva de los Cebollitas ya era incontenible. El ambiente del fútbol hablaba de ellos. Se asombraba de ellos. Y Diego era la bandera, el símbolo indisoluble.
Una tarde de julio de 1970, en la cancha de Atlanta, jugaban Argentinos y Boca. Un primer tiempo malo. “Anodino”, según dijeron las crónicas. Diego estaba allí con un objeto circense: hacer “jueguito en el entretiempo”. Tictac, con el empeine. Tictac, con la cabeza. Tictac, con el hombro. Así los 15 minutos, sin que la pelota toque el césped.

Cuando los jugadores volvieron para el segundo tiempo, Diego seguía con su tictac hipnótico. Y al público le brotó el veredicto: “¡Qué se queeeeeede, qué se queeeeeede!”.

Fue la primera ovación, aquella que le barrió el camino para una invitación a Sábados Circulares, el programa de Pipo Mancera. El trampolín a los reportajes, para que se le acercara una vieja cámara Super 8, inquieta y premonitoria. Allí mismo, en el potrero de Fiorito, donde el Pelusa hacía jueguito y soñaba despierto: “Mi sueño, mi sueño es jugar un mundial… salir campeón del mundo con Argentina”.
El 28/9/71, se lo cita por primera vez en una publicación. El diario “Clarín” comenta: “Es zurdo, pero sabe usar la derecha. Diego Caradona (sic), diez años, se ganó calurosos aplausos en el entretiempo de Argentinos-Independiente haciendo gala de una rara habilidad para el ¨jueguito¨ con el empeine y también con el chanfle”.