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Derrota inesperada

Lituania le propinó una paliza a Argentina por los cuartos de final del Mundial de Básquet de Turquía. Mañana viernes, medirán fuerzas con Rusia para terminar lo más arriba posible en la clasificación.

Por Redacción EG ·

09 de septiembre de 2010
Imagen RESIGNACION. Las caras de Jasen, Prigioni, Delfino y Oberto lo dicen todo. Argentina disputó 7 partidos: ganó 5 y perdió 2.
RESIGNACION. Las caras de Jasen, Prigioni, Delfino y Oberto lo dicen todo. Argentina disputó 7 partidos: ganó 5 y perdió 2.
La historia parecía ser otra. Luego de la gran victoria ante Brasil, Argentina cotizaba en bolsa para llevarse el tirunfo con Lituania. Aquél que tenía unos morlacos, cerraba los ojos y los ponía del lado de Scola y compañía. Pero las predicciones resultaron inversamente proporcional a la realidad del duelo: el punto le ganó al que llegaba de banca.

La estrategia lituana fue sumamente inteligente: desde el cuarto inicial, no dejaron recibir cómodo a Pablo Prigioni, encargado de repartir juego en los nuestros. La presión fue asfixiante y constante. Así, la ofensiva se trabó antes de ser gestada por las manos del base del Real Madrid. Para contrarrestar la estrategia de los Europeos, Pancho Jasen -reemplazante natural de Chapu Nocioni- intentó maniobras de ataque para desligar de la marca a los principales aportantes de puntos: Scola y Delfino. La mayoría de las conversiones fueron arrestos individuales. Pero no alcanzó.

En la segunda mitad no se modificó el patrón: sin rotación y con un ataque previsible, los de Hernández volvieron a ser dominados. El amor propio que caracteriza a este equipo dejó en alto la bandera: sin estar en su mejor tarde, sacaron la vergüenza del placard para terminar con la frente en alto. Redujeron la desventaja de treinta puntos, pese a que el resultado marcó el desarrollo del juego; finalizó 104-85.

Lo de Lituania fue perfecto. Se movió a gusto y placer: corrió la cancha, forzó el uno contra uno, rotó bien el balón y tuvo una efectividad letal. Con decir que a falta de cinco minutos para terminar el segundo parcial metieron un parcial de ocho de ocho en tiros de tres… Y se fueron al descanso con veinte puntos de ventaja. Hablando mal y pronto: “les salieron todas”.

Aunque el sinsabor es enorme, Argentina tendrá revancha mañana ante Rusia desde las 15.00 de nuestro país para buscar la mejor colocación entre el quinto y el octavo puesto.

“Yo garantizo una buena participación en el Mundial. Ahora, si la gente llama una buena participación a hacer podio, yo no me puedo hacer cargo. Lo más importante es que quede en claro su identidad. No hay que priorizar lo urgente sino lo trascendente”. Las palabras pertenecen al entrenador de Peñarol. Sin lograr el objetivo, no quedan demasiados reproches para este plantel.

Las caras son largas. La “hinchada quilombera que no deja de alentar” es pura resignación. El despertador fue un símil al sonido que machaca la chicharra de 24 segundos y Argentina se levantó de las siesta mundialista. “Nos cuesta dar vuelta la página”, reconoció la Oveja post victoria con Brasil. Y los suyos no pudieron escribir otra página dorada en la tarde noche de Estambul.

Mauro Gurevich