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ESPAÑA ES EL NUEVO CAMPEÓN DEL MUNDO: 1-0 a Holanda en el alargue

El gol lo convirtió Iniesta, cuando Holanda estaba con 10 por la expulsión de Heitinga. Es el primer título de España, en su primera final, gracias a una generación brillante de jugadores.

Por Redacción EG ·

11 de julio de 2010
Imagen EL MOMENTO más importante de la historia del fútbol español. Iniesta convierte ante Stekelenburg. (AFP)
EL MOMENTO más importante de la historia del fútbol español. Iniesta convierte ante Stekelenburg. (AFP)
JOHANNESBURGO, Sudáfrica (Enviado especial).-Si algo le faltaba a España para coronar a esta generación dorada de jugadores, era consagrarse en una final así, tan áspera, tan lejana al partido que uno podía esperar. El equipo de Del Bosque no tuvo el fútbol de otras noches, pero sí mostró el temple para ir en busca de ese sueño que había comenzado a tornarse tangible desde la victoria en la Eurocopa 2008. Le costó 116 minutos de un partido friccionado y dramático, pero no claudicó. Hasta que llegó ese pase de Fábregas para Iniesta, que la levantó con el primer control y le dio un bombazo cruzado con el segundo toque, para estremecer el estadio y dejar a Holanda sin nada.

Imagen INIESTA SE LLEVO el premio al mejor jugador de la final. (Photogamma)
INIESTA SE LLEVO el premio al mejor jugador de la final. (Photogamma)
Si lo que se esperaba era un partido lleno de lujos por la impronta que habían mostrado los dos equipos hasta ahora, lo que se vio desde el arranque mismo del primer tiempo fue un concierto de patadas. A los 23 minutos ya había 4 amonestados por el árbitro Howard Webb, de pésima actuación, pero acorde a la mayoría de sus colegas en esta Copa. En ese contexto de corte permanente, tuvieron los dos oportunidades aisladas.

La más clara fue el cabezazo de Sergio Ramos que tapó brillantemente Stekelenburg, cuando empezaba el partido. Holanda tuvo un tiro de Robben que Casillas sacó contra el palo, al córner,  cuando terminaba el primer tiempo. Antes, se lo había perdido Van Bommel, que no pudo conectar un tiro en el área. El juego era parejo en el medio, distorsionado por la mayor posesión de España, pero con una latente peligrosidad oranje.

Los dos equipos salieron a la cancha con esquemas prácticamente idénticos. Alineados en el 4-2-3-1, la diferencia era que los españoles salieron en clara postura de ataque (Villa quedó tres veces en offside en los primeros minutos) y los holandeses reubicaron a esos hombres esperando una salida rápida de contraataque, apostando sobre todo a la franja derecha de Robben.

Imagen STEKELENBURG fue la figura de la cancha. Tapó jugadas imposibles. (Photogamma)
STEKELENBURG fue la figura de la cancha. Tapó jugadas imposibles. (Photogamma)
Por el lado de España, la constante movilidad de Xavi esta vez no encontraba interlocutores válidos en Pedro, Villa ni Iniesta. Pero Sergio Ramos generó peligro en sus proyecciones por la derecha y estuvo cerca del gol por segunda vez, con diagonal más tiro al segundo palo, despejado por la defensa oranje.

Aun así, Holanda se mostró incapaz de mantener la posesión de la pelota. Y España lentamente comenzó a hacer su juego, cosa que se profundizó en el segundo tiempo. Mientras España apostaba por la elaboración, Holanda ponía sus fichas al vértigo, pelota para adelante y a correr.

Con los roles bien claros, los dos encontraron su chance de 1-0. Primero fue Robben, en carrera solo tras asistencia en cortada de Sneijder, definió a un palo y Casillas la tapó con las piernas. Después Villa, aprovechando un pasticho en el área holandesa, entró por atrás de todos para rematar al gol, Stekelenburg se tiró para hacer la atajada del campeonato pero la pelota dio en el botín de Heitinga y se fue por arriba. Otra vez pudo ser Robben, que le ganó en velocidad a Puyol pero, molestado por el capitán español, no tuvo oportunidad de tiro e intentó gambetear a Casillas, rápido y atento para neutralizar la jugada. Parecía el partido del pánico al gol. España también tuvo dos jugadas claras de pelota parada: elástico cabezazo de Puyol que Capdevila no llegó a tocar abajo del arco, y cabezazo por arriba de Sergio Ramos entrando solo.

Imagen CASILLAS también tuvo atajadas fundamentales. (Photogamma)
CASILLAS también tuvo atajadas fundamentales. (Photogamma)
A esa altura, seguían las patadas para frenar cualquier acción de ataque. El árbitro parecía decidido a sacar amarillas pero no rojas. Pudo haber expulsado a De Jong por su acción criminal sobre Xabi Alonso en el primer tiempo. Debió haber amonestado a Sneijder por plancha a Busquets. Obvió la tarjeta roja a Capdevila. Y podía haber expulsado a Iniesta por su reacción ante una falta de Van Bommel, ya en la segunda parte.

En zona de gol de oro se cuidaron más de lo que atacaron. Y el partido llegó al alargue, donde siguió la misma tendencia. Fábregas desperdició un gol cantado ante un brillante Stekelenburg, tras pase perfecto de Iniesta. Mathijsen entró solo en un córner y cabeceó por arriba cuando el arco ya no tenía custodia. Luego Iniesta quedó en una posición de 3 contra 1 ante Heitinga, pero eligió la gambeta más complicada en vez de tocar, y desperdició una vez más el gol. Había pánico al 1-0. Sacando por los arqueros, que parecían poner en inferioridad psicológica a sus rivales en cada acción de peligro.

Un parrafito más para el árbitro inglés, que no tuvo otra que sacar la segunda amarilla para Heitinga, cuando faltaban 10 minutos para los penales. Y a los 114, debió haberle mostrado la roja a Robben, por continuar de manera grotesca una jugada ya invalidada. Siga-siga. A los 115 no vio córner en el tiro libre de Sneijder que pegó en la barrera y se desvió por completo. Dio saque de arco.

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Hasta que llegó lo que a esa altura parecía imposible. El pase de Torres para el pique de Iniesta, el despeje corto de Van der Vaart, la recepción y cesión inmediata de Fábregas, la rapidez de Iniesta para volver a quedarse en posición de remate. Y la concreción de un sueño en ese derechazo cruzado, inatajable para el gigante Stekelenburg. El estadio se estremeció en el grito y en el llanto. Holanda ya no tenía tiempo ni fuerzas para atinar a una reacción. Y entonces, el mundo supo que había encontrado a un nuevo campeón, un equipo que entró a los libros por la puerta grande. E inspirará a muchos otros países en la búsqueda de un estilo que permita llegar a resultados tan resonantes como el de esta noche inolvidable en Soccer City.

Martín Mazur