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La hora de Burdisso-Samuel
El flojo rendimientlo de Demichelis obliga a replantear la zaga central de cara al choque decisivo con los alemanes.
Por Elías Perugino ·
28 de junio de 2010
PRETORIA, Sudáfrica (Enviado especial).-“Maduré como un Fórmula 1 porque en el Mundial hay que tomar decisiones rápidas”, repite Maradona cuando se le pregunta sobre las determinaciones que ha adoptado durante el correr de la competencia, que han sido unas cuantas. En la antesala del choque con Alemania, por los cuartos de final, la premisa maradoniana cobra mayor vigencia y hace foco en un punto delicado del equipo: el sector derecho de la zaga central.
El rendimiento de Martín Demichelis ha tenido demasiados altibajos. En el balance, resalta el error que costó el gol ante Corea del Sur. Pero también ciertas desatenciones que lo llevaron a reaccionar una fracción de segundo después, como la que permitió el giro de Hernández para el descuento de México u otras situaciones que los adversarios no lograron explotar al máximo. Si bien recuperó confianza con su gol a Grecia, viene de una temporada irregular con el Bayern Munich y esos matices se prolongaron en el Mundial.
El poderío de Alemania quedó expuesto en negro sobre blanco con la contundente goleada a Inglaterra. Un Demichelis irregular probablemente sea una invitación al suicidio ante un delantero como Klose –un Palermo sin carisma- y frente a los embates de Podolski, el flaco Müller y ese crack llamado Ozil. Se impone una decisión para minimizar el margen de filtración. Y en ese orden asoma una dupla que se conoce de años y que ofrece al equipo y al entrenador un mayor nivel de seguridad. Es la hora de la zaga Burdisso-Samuel.
Luego de una temporada de alta eficiencia en la Roma, el jugador de Altos de Chipión demostró su jerarquía y su voz de mando en los cuatro partidos anteriores, rindiendo en diferentes posiciones. De Samuel hay poco para decir. Pilar fundamental en el Inter, el Muro es una garantía. Arrancó el Mundial en buena forma, hasta que lo frenó una contractura.
Como dice Diego, el Mundial requiere decisiones rápidas. Llegó la hora de tomar una más. Llegó la hora de Burdisso-Samuel.
El rendimiento de Martín Demichelis ha tenido demasiados altibajos. En el balance, resalta el error que costó el gol ante Corea del Sur. Pero también ciertas desatenciones que lo llevaron a reaccionar una fracción de segundo después, como la que permitió el giro de Hernández para el descuento de México u otras situaciones que los adversarios no lograron explotar al máximo. Si bien recuperó confianza con su gol a Grecia, viene de una temporada irregular con el Bayern Munich y esos matices se prolongaron en el Mundial.
El poderío de Alemania quedó expuesto en negro sobre blanco con la contundente goleada a Inglaterra. Un Demichelis irregular probablemente sea una invitación al suicidio ante un delantero como Klose –un Palermo sin carisma- y frente a los embates de Podolski, el flaco Müller y ese crack llamado Ozil. Se impone una decisión para minimizar el margen de filtración. Y en ese orden asoma una dupla que se conoce de años y que ofrece al equipo y al entrenador un mayor nivel de seguridad. Es la hora de la zaga Burdisso-Samuel.
Luego de una temporada de alta eficiencia en la Roma, el jugador de Altos de Chipión demostró su jerarquía y su voz de mando en los cuatro partidos anteriores, rindiendo en diferentes posiciones. De Samuel hay poco para decir. Pilar fundamental en el Inter, el Muro es una garantía. Arrancó el Mundial en buena forma, hasta que lo frenó una contractura.
Como dice Diego, el Mundial requiere decisiones rápidas. Llegó la hora de tomar una más. Llegó la hora de Burdisso-Samuel.
