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Un equipo a la mexicana

Aguirre no es La Volpe. Pero el Tri aún mantiene movimientos que pueden complicar a Argentina.

Por Martín Mazur ·

27 de junio de 2010
"Aquella vez, a Mèxico no lo entendimos en ningún momento. Los defensores se hacían volantes, los laterales también se transformaban en volantes... Fue un partido que sufrimos mucho. Jugaron muy a la mexicana, por decirlo de alguna forma. Hoy me parece que es un equipo más balanceado", explica Nicolás Burdisso, uno de los mejores analistas dentro del plantel argentino. Habla, por supuesto, del partido del Mundial pasado, ese 2-1 que definió el bombazo de Maxi Rodríguez, y en el que Argentina hizo agua durante buena parte del trámite.

El técnico de aquel México era Ricardo La Volpe. El técnico de este México es Javier Aguirre. Las ideas de uno y otro no son las mismas, pero ambos representan la nueva corriente del fútbol mexicano. Tiene razón Burdisso en que este es un México distinto. Más conservador, menos desbalanceado. Pero el grupo es el mismo que forjó La Volpe. Y tres hombres clave de la estructura defensiva son los mismos: Osorio, Rafa Márquez y Salcido. Precisamente, esos hombres volvieron a jugar muy "a la mexicana" en el partido inaugural en Soccer City, el mismo estadio donde se enfrentarán a la Selección Argentina.

En aquel partido ante Sudáfrica, el equipo de Aguirre plantó un 4-1-2-2-1, que a menudo se transformaba en 3-4-2-1. Lo único "estable" es que los centrales fueron Osorio y Francisco el Maza Rodríguez. Por momentos tenían a Aguilar (lateral derecho) y Salcido (lateral izquierdo) para formar la línea de cuatro, con Rafa Márquez parado como Mascherano en Argentina. Pero con la tenencia de la pelota, Márquez se metía de líbero detrás de los centrales, y Aguilar y Salcido subían ambos a la vez. Un despliegue que es difícil de tolerar para un jugador. De hecho, Aguilar -de buen primer tiempo- le terminó dejando su lugar a Guardado. En lo que varía el México 2006 y este 2010 es en la intensidad de esos movimientos. Ahora ya no asfixia tanto, es un ritmo mucho menos frenético.

El que no para de correr un minuto es Gerardo Torrado. Las estadísticas lo marcan como uno de los jugadores de más despliegue del Mundial.

Adelante, Gio (muy activo) y Vela (todo lo contrario) también intercambiaban posiciones por las bandas, siempre detrás de la referencia de área.

"No lo vi muy bien a Rafa Márquez en el medio, yo creo que lo va a meter en el fondo", dijo Maradona en la última conferencia de prensa. También señaló que sería una suerte que no juegue Franco ("Pierden cabezazo") pero que Cuauhtémoc Blanco te gana las espaldas y el Chícharo Hernández es muy hábil para los contraataques.

En esto del ordenamiento táctico, hay que quedarse con otra frase de Burdisso: "Es mucho mejor enfrentarse a un equipo muy esquemático, que juega 4-4-2, o 4-3-3, que a uno que cambia constantemente".

Pero juegue como juegue, lo que no cambia de México es el arquero. Y el Conejo Pérez, que mantiene los reflejos para los mano a mano, cada vez muestra más problemas en las salidas, ya sea de centros con pelota en movimiento, córners o tiros libres. Y Argentina, en ese punto, se destaca como uno de los equipos más letales del torneo.