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Un taxi, por favor

Como quedado especial en Buenos Aires, el cronista se fue a la Plaza San Martín para ver el partido de Argentina en pantalla gigante. Lluviosa mañana de sábado.

Por Carlos Irusta ·

12 de junio de 2010







No hay nadie en la calle. ¡Qué va a haber! Este quedado especial en Buenos Aires apura el paso por avenida Las Heras. En realidad, todos apuran el paso, las bocinas suenan en cada esquina y hay un ambiente de premura justificada: faltan quince minutos para las once de la mañana, hora en la cual, puntualmente, cada uno estará a solas frente a la tele y sus ilusiones.
En la Plaza San Martín, el gobierno de la Ciudad instaló una gigantesca carpa para quienes deseen ver los partidos. Este quedado especial siente que es una buena opción: a una cuadra de donde vivió Borges y a dos del Florida Garden. La carpa puede albergar a unas setecientas personas. Tiene una pantalla gigante de 56 pulgadas, 4 plasmas de 42 pulgadas, una sala de prensa y una alfombra en la que se puede uno sentar en el suelo como si estuviera en casa.
Yanina se sienta al lado nuestro. Es movilera de Radio 10, para el programa de Carlitos Monti. “Ni se les ocurra pedir un taxi”, aconseja a los oyentes, y tiene razón. Pero, ¿quién piensa ahora en un taxi? Están todos vestidos de celeste y blanco. Argentinos y turistas. Niños y bebés. Algunos, que ya son muy mayores son derivados a la sala de prensa, donde hay sillas y mucha tranquilidad.
Por supuesto, este quedado especial se sienta en el suelo y grita como cualquiera cuando se produce el gol de Heinze, o se toma la cabeza como los demás ante las posibilidades no concretadas de Argentina -¡Este Vincent Eyeama está en todos lados!- o por algún avance de Nigeria. Ese momento entre uno-y-la-selección-y-la-pantalla es común a todos.
Nos cuenta Gustavo, durante el entretiempo –Gustavo trabaja en MCM Security- que como él hay 20 empleados de seguridad más 20 del gobierno de Buenos Aires. Que llegaron a las 6 de la mañana, que la carpa abrió a las 10,30 y que cerrará a las 20. Que hay gente del SAME y Defensa Civil por las dudas y hasta un patio de comidas.
Lo que no nos cuenta es cómo conseguir un taxi. Se va el partido, Argentina festeja su debut victorioso, hay comentarios en los más variados idiomas –un par de nigerianos, nos dicen, están entre la multitud- y hay que volver.
Llueve en la Plaza San Martín, los pies nos llevan al Florida Garden para un cafecito. Argentina ganó y no hay taxis, pero no importa. Hace rato que una lluvia otoñal y gris no nos caía tan bien, tan cálida y tan grata al corazón.
Mejor caminamos, cantando bajito: “Vamos, vamos, Argentina / Vamos, vamos, a ganarrrrrrrr”
(Uno será un quedado especial en Buenos Aires, uno será periodista, pero también aunque parezca mentira, también tiene corazón).