¡Habla memoria!
Sebastián Rozental
Luego de romperla en la Católica de Chile y tener un traspié en Europa, llegó a Independiente con la intención de recuperar su nivel, pero las lesiones se lo impidieron.
ROZENTAL jugó 27 veces con su Selección y marcó dos goles.
Nacido en Santiago de Chile el 1° de septiembre de 1976, el pelilargo delantero recién estaba dando los primeros pasos en el fútbol europeo, cuando sufrió la rotura de los ligamentos de su rodilla izquierda; lesión que lo privó, por ejemplo, de estar en Francia 98.
Le costó recuperarse, pero cuando lo logró, su nivel decayó y, astutos, los dirigentes del Rangers lo cedieron a la Católica con la intención de que recobrara la forma. No lo consiguió, pero igual se le presentó una nueva y prometedora oportunidad: Independiente.
En agosto de 2000 se oficializó su arribo a préstamo al equipo dirigido por Osvaldo Piazza, que afirmaba ilusionado: "Su calidad no puede discutirse. Es un jugador con una amplitud bárbara; se mueve por todo el frente de ataque y será muy útil para el equipo". Los pronósticos del entrenador fallaron. El chileno no estaba bien físicamente, nunca entró en sintonía y, entre lesiones y convocatorias a su Selección, apenas pudo disputar doce partidos en los que no convirtió goles. Posteriormente, jugó en clubes de su país y también en Suiza, Puerto Rico, Estados Unidos e Israel.
De su paso por Independiente se recuerda un penal que le atajó Burela, de Lanús, y un dato que exhibe perfectamente la desventura de Rozental por el fútbol argentino: cada vez que fue titular, su equipo perdió.
Por Ignacio Arias