Lo que vale es la actitud

Faltaban sólo tres minutos para el final del partido contra la pobreza organizado por el francés Zinadine Zidane, que se disputó ayer en el Estadio de la Luz, de Lisboa, cuando ingresó un hombre pelado y con una panza similar la de una mujer a punto de dar a luz, justamente. Este hombre no era otro que el ex delantero sueco Mats Magnusson, ídolo del Benfica (jugó entre 1987 y 1992), e iba a representar al equipo de ídolos de todos los tiempos del equipo portugués que se enfrentó contra el combinado liderado por Zizou.

Con ese estado físico, el jugador del seleccionado de Suecia del Mundial 90 se lanzó al campo de juego y no le importó hacer un par de bloopers. Tuvo un ingreso triunfal, con los brazos en alto y el apoyo de los hinchas. Pero, en la primera que tocó, se cayó; después, intentó saltar para cabecear una pelota que no pudo alcanzar. Y se volvió a caer totalmente libre de marca. Los espectadores se rieron tanto como lo hizo él, al término del partido (3-3). "Los defensores son muy duros", bromeó el sueco ante la prensa.

Lejos de haber hecho un papelón, a los 46, Magnusson se llevó los premios a la actitud y a la buena onda por haber colaborado en una cruzada con fines solidarios tan nobles como esta. Cabe destacar que se vendieron 51.312 localidades a un precio único de 10 euros. Los fondos recaudados serán destinados para colaborar con las víctimas del terremoto ocurrido en Haití.