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Un golpe que no pudo esquivar

Carlos Monzón falleció el 8 de enero en un accidente de tránsito. Era un boxeador impresionante que defendió su corona 14 veces pero en su vida privada no pudo sostener el título.

Por Redacción EG ·

08 de enero de 2010
Imagen EL ABRAZO con su entrenador y amigo Amílcar Brusa.
EL ABRAZO con su entrenador y amigo Amílcar Brusa.
Le faltaban algunos meses para cumplir su condena por el "homicidio simple" -tal como lo catalogó la justicia- de Alicia Muñiz, con quien tuvo un romance y un hijo. Una noche en Mar del Plata, el cuerpo de su novia fue hallado sin vida tras caer de un balcón y Carlos Monzón era sentenciado a 11 años de prisión.

Este episodio negro marcaría su destino, ya que estando en libertad condicional y volviendo al penal del barrio Las Flores de Santa Fe, otro accidente fatal llevó la cuenta de KO del Campeón mundial hasta diez. El domingo 8 de enero de 1995 manejaba un Reanult 19 gris, que mordió la banquina, volcó y a sus 53 años Monzón falleció.

De chico vendía leche a la mañana y periódicos por la tarde en su Santa Fe natal. A los 12 años se acercó por primera vez a un club de boxeo. A los 18, comenzó a entrenarse con Amílcar Brusa, ex peso pesado, con quien supo generar una fuerte amistad.

Imagen MANTEQUILLA Nápoles también sucumbió ante sus puños.
MANTEQUILLA Nápoles también sucumbió ante sus puños.
Como profesional debutó en 1963 y fue con KO, en el segundo round. Comenzó una envidiable carrera que dejó una saldo de tres peleas perdidas sobre 100.

En diferentes veladas de Luna Park organizadas por Tito Lectoure venció a Gregorio Gómez, Celedonio Lima, Antonio Aguilar y Carlos Salinas hasta llegar a la pelea con el prestigioso y reconocido Jorge Fernández. El santafesino dio la sorpresa, lo venció en dos ocasiones para quedarse con los títulos que ostentaba el otro púgil: campeón argentino y sudamericano.

Comenzó a proyectarse en el plano internacional gracias a su capacidad y a la organización de Lectoure. Subió en los rankings y fue el retador del talentoso Nino Benvenuti. En una pelea épica lo venció tras 12 rounds y fue haciendo crecer su estirpe con cada defensa exitosa. Entre ellas, con Mantequilla Nápoles, campeón mundial welter que poseía su corona; Tony Licata, en el Madison Square Garden.

Con Rocky Valdez unificó las coronas el 26 de junio de 1976. Un año después le ganó nuevamente sobre el ring para defender contra el colombiano ese doble título. Así culminó su carrera y decidió su retiro del cuadrilátero. Supo actuar en películas como La Mary, con Susana Giménez, con quien tuvo romance y se metió en el mundo del espectáculo.

Entre las cuerdas era frío, pícaro y sobre todo inteligente, cualidades que no manejó de la misma manera en su vida personal.

Por Gabriel Carrizo Koren